martes, 13 de marzo de 2012

'Atajar la sangría de muertes maternas no es ciencia cuántica' | Mujer | elmundo.es

'Atajar la sangría de muertes maternas no es ciencia cuántica' | Mujer | elmundo.es


ENTREVISTA | Clara Menéndez

'Atajar la sangría de muertes maternas no es ciencia cuántica'

La investigadora Clara Menéndez. | El MundoLa investigadora Clara Menéndez. | El Mundo
  • Menéndez es investigadora del Instituto de Salud Global de Barcelona
  • La salud de la mujer durante el embarazo es uno de sus principales objetivos
Ángeles López | Madrid
Actualizado martes 13/03/2012 08:28 horas


Lleva desde 1996 dividiendo su vida entre Barcelona y Mozambique, pero muchos más con su cabeza y corazón afincados en los problemas de salud de millones de africanos. Porque, junto con su marido Pedro Alonso, creó el Centro de Investigación en Salud de Maniça para luchar contra la malaria, mediante el desarrollo clínico de una vacuna, y mejorar la salud de embarazadas y niños de este continente, tema central al que se ha dedicado ella.

Con tres hijos, ahora ya mayores, reconce que esta aventura fue posible gracias a la ayuda de las abuelas, "que son las que mantienen la sociedad en nuestro país", y haciendo muchos esfuerzos mentales "porque uno quiere estar con sus hijos".

Aunque sólo la pequeña de sus hijos ha sido la que ha optado por la carrera de Medicina, es la mayor, licenciada en Artes Liberales en Holanda, la que parece seguir sus pasos más de cerca. "Le gusta todo lo relacionado con los derechos de la mujer. Ahora está en Etiopía, donde ha empezado un viaje con el que pretende recorrer la mitad de África. Y aunque me preocupa, no le puedo decir nada porque me dice que no soy el mejor ejemplo para ello".

Desde Mozambique, habla sobre su trabajo y los retos que tiene este país en el ámbito de la salud materno-infantil.

Pregunta.-En un mundo lleno de Ipads, satélites y tecnología, ¿cómo es posible que todavía sigan muriendo 1.000 mujeres al día por causas relacionadas con el embarazo?
Respuesta.-La contraposición de estos hechos no es muy explicable, y nada justificable. Porque sabemos cómo hacer para que no se mueran. Atajar esta sangría de muertes maternas no es ciencia cuántica. Es sólo cuestión de que se ponga en marcha una serie de acciones.

P.-¿Pero por qué los gobiernos no toman medidas concretas?
R.-Las mujeres de los países en desarrollo, sobre todo en el África subsahariana, deberían tener más presencia en la sociedad y en los gobiernos para que impusieran estos temas como problemas fundamentales y priorizaran la salud materna como un problema real. Para que por fin pudieran dar a luz en hospitales, bien atendidas. Como esta concienciación ocurrirá muy lentamente por parte de la sociedad civil, son las organizaciones internacionales las que deben empujar a los gobiernos de estos países a que pongan énfasis en que este tipo de problemas no sigan ocurriendo.

P.-Porque la reducción de la mortalidad materna es uno de los Objetivos del Milenio que no se va a cumplir, ¿es así?
R.-Hace dos años se hizo un análisis para ver dónde estábamos en relación a ocho objetivos de desarrollo humano y en este Objetivo era en el que menos avances se había hecho. Para 2015 debería reducirse la mortalidad materna un 75% y no se llegará ni a la mitad. Estamos estancados en cifras de hace años, sobre todo en el África Subsahariana.

P.-¿Qué países han logrado mejorar?
R.-En general, en toda Latinoamérica ha habido avances importantes, también en la India y en Sri Lanka, donde una mujer ministra puso este objetivo en su agenda. En la India, se ha logrado mejorar con medidas tan sencillas como pagar a la mujer el dinero del transporte hasta el hospital o lo que le cuesta dejar a sus hijos con otras personas mientras ella está ingresada. Claro, esto supone un coste económico que se tiene que afrontar porque es necesario. La mujer es una pieza clave en África y otros países. No está suficientemente reconocido su papel, aunque cualquier observador se da cuenta de todo el trabajo que realiza: lleva la leña a casa, trabaja en el campo, cuida a los niños... Generalmente, la sociedad no reconoce esto de un modo efectivo.

P.-¿Por qué no se reconoce su papel?
R.-Creo que es desidia. Simplemente se pone en un segundo término, no se prioriza la salud de la mujer. Ellas no tienen voz. Además, en muchas culturas la mujer es dominada.

P.-Lleva desde el 96 trabajando en el Centro de Maniça (Mozambique) ¿qué ha aprendido durante todos estos años?
R.-Que conseguir mejoras es una cuestión de paciencia y perseverancia porque, por desgracia, en estos países poner en marcha intervenciones válidas cuesta mucho más que en otros. Pueden pasar años desde que se piensa una intervención hasta que se pone en marcha. Otra cosa que he aprendido es que no queda más remedio que pensar todo el día en innovaciones válidas y en investigación.

P.-¿Y nunca se ha desesperado?
R.-A veces se tienen sentimientos de frustración porque se ve que hay cosas que son muy fáciles de cambiar pero no pasa. Aunque se te pasa por la cabeza cambiar de oficio, lo que hay que tener es perserverancia, paciencia y optimismo, y pensar que al menos una cosa de las 100 que haces va a salir adelante.

P.-¿Ha habido un cambio en la apuesta por la investigación en estos países en los últimos años?
R.-Sí, desde que empecé he visto que se han podido investigar muchos problemas. Pero es insuficiente, y cientos de veces menor que lo que se dedica para los problemas de salud de los países desarrollados. La investigación es fundamental. No hay otra cosa como pensar y ser innovadores. Pero requiere tiempo y dinero. En los últimos años han aumentado los fondos destinados a ello pero no todo lo que debiera.

P.-¿Y estos fondos han sido públicos o privados?
R.-El dinero ha venido empujado sobre todo por las fundaciones. Un papel destacable es el de la Fundación Bill & Melinda Gates, que ha cambiado el sistema de ayudas a la Salud Global y al desarrollo, empujando a los gobiernos a que inviertan en esto. Esperemos que el ejemplo que iniciaron sea tomado por otros muchos actores. Tiene que haber voluntad mundial de todos los actores: privados y públicos.

P.-¿Cómo va la vacuna de la malaria?
R.-Somos optimistas con el resultado final que se tendrá en año y medio o dos años y que supondrá un cambio en el control de la malaria. Y, aunque no pasara lo esperado, lo conseguido durante este tiempo es muy importante. La movilización internacional ha puesto en relieve esta enfermedad, se ha conseguido darle una gran visibilidad, y se han traido fondos orientados en estrategias para evitarla y tratarla.

P.-Ustedes han puesto en marcha estrategias para estudiar y frenar la malaria y el VIH en las mujeres embarazadas. ¿Qué otro proyecto del Instituto de Salud Global destacaría?
R.-La implementación de la vacuna del papiloma humano. Los países en desarrollo son los que tienen más mortalidad por cáncer de cérvix en mujeres de 40 a 50 años y están muy lejos de tener vacunas a no ser que se tomen acciones a nivel internacional para que sean baratas y asequibles. Es un desafío importante. Hemos hablado con políticos de aquí (Mozambique) y es difícil, porque hay muchos problemas de salud. Les tienes que convencer que tienen que destinar recursos para poner esta vacuna y que ese esfuerzo merece la pena, porque es un problema prioritario que una vez más afecta a las mujeres y a toda la sociedad.

No hay comentarios: