sábado, 10 de marzo de 2012

"Las medidas adoptadas dificultan más conseguir la complicidad del médico" - DiarioMedico.com

"Las medidas adoptadas dificultan más conseguir la complicidad del médico" - DiarioMedico.com

EL CONSEJERO LAS TACHA DE TRANSITORIAS

"Las medidas adoptadas dificultan más conseguir la complicidad del médico"

Luis Rosado, consejero de Sanidad de la Comunidad Valenciana, ha repasado para DM la compleja situación que vive su comunidad. Cree que las medidas adoptadas no facilitan disponder de la complicidad del médico, descarta el copago, afirma que el Ministerio está cogiendo el toro por los cuernos y sugiere minimizar el recorte en la carrera profesional. 
Enrique Mezquita. Valencia   |  09/03/2012 00:00

  • El Gobierno está cogiendo el toro por los cuernos. Necesitamos que alguien nos lidere y se atisba que el Ministerio de Sanidad puede asumir el papel
El consejero de Sanidad valenciano, Luis Rosado, está afrontando una difícil situación, ya que las medidas impulsadas desde la Administración están provocando una fuerte contestación desde todos los sectores: profesional, sindical y ciudadanía. No obstante, ha insistido a Diario Médico que las medidas eran necesarias y que en ningún momento suponen un recorte de la calidad asistencial o de los derechos de profesionales o pacientes

¿Hasta qué punto era necesario el decreto/ley 1/2012 de 5 de enero, de medidas urgentes para la reducción del déficit (ver DM 9-1-2012)?
-A finales del año pasado la Comunidad Valenciana tuvo un problema de falta de liquidez; a ello contribuyó que sólo consiguiéramos colocar 1.000 de los 2.300 millones de euros de los bonos de la Generalitat. Nos encontramos con un compromiso del Gobierno central de adelantarnos dinero de lo que nos corresponde a cambio de que demostráramos nuestra seriedad y responsabilidad con medidas capaces de sacar a la comunidad de la situación.

Este decreto afecta a la función pública y, en el caso concreto de los salarios, a los colectivos que cobran complementos que no están generalizados. Desde el punto de vista del médico, que ha visto reducida su carrera profesional a la mitad, está mal visto porque le afecta de lleno. Sé que es una dificultad añadida para conseguir su complicidad en el proyecto, pero estas medidas son excepcionales y transitorias -máximo dos años-.

¿Y las iniciativas impulsadas por la consejería para racionalizar el gasto?
  • El copago está descartado. No va a sacarnos de los problemas o a equilibrar nuestra balanza de gasto y presupuesto
-Son de carácter estructural y, de hecho, formaban parte del cambio de modelo que teníamos previsto antes del problema económico coyuntural. Un modelo con mayor implicación de los profesionales -a través de una auténtica productividad variable-; mayor complicidad ciudadana a partir de la colaboración con el modelo de la cronicidad, y un adelgazamiento de la Administración. Hablar de sinergias de servicios, de disminuir la dependencia de terceros y de nuevas formas de gestión es hacerlo de medidas de mejora de la eficiencia. Cuanto mejor se hacen las cosas, más dinero se ahorra.

La farmacia tiene protagonismo propio.
-El farmacéutico debe saber que entiendo su problema y trato de solucionarlo. Sanidad está trabajando con los colegios farmacéuticos para establecer un mecanismo de pronto-pago para los primeros 150.000 euros anuales de facturación de las oficinas de farmacia. El proceso de negociación no puede ser largo; no queremos otra vez desabastecimiento por falta de pago.

Su visión contrasta con la contestación sindical, profesional y social. ¿A qué cree que se debe?

-La gente no está contenta porque se les ha bajado el salario. Han existido problemas, no sé si deliberados o no, de intoxicación informativa. Antes de estas medidas realizamos una tormenta de ideas y la plasmamos en un documento de trabajo interno, con más de 300 medidas. Posteriormente analizamos cuáles eran aplicables, pero ese documento fue publicitado al completo e interpretado como si fuera nuestra hoja de ruta. Estamos aplicando medidas -entre ellas, la apuesta por concentración de servicios, la compra centralizada y la utilización adecuada de los recursos humanos-, pero ninguna supone un recorte sanitario o pérdidas laborales para los profesionales.

¿Cuál es su opinión sobre el copago?
-No va a sacarnos de los problemas o a equilibrar la balanza de gasto y presupuesto. La frecuentación del sistema por sí misma no implica mayor gasto; sí las actitudes que se toman a partir de esa entrada. Las medidas de mejora de la precisión clínica o de disminución de la variabilidad tienen mucho más impacto económico que las que inciden en evitar esa frecuentación; el copago está descartado. 

¿Cómo valora el impacto del cambio de Gobierno central en el ámbito de la sanidad?
-Estoy contento: está cogiendo el toro por los cuernos. En los últimos tiempos, habíamos vivido cierta sensación de que el Ministerio de Sanidad no quería líos, pero el Gobierno está afrontando los problemas (cartera unificada, cohesión y elementos económicos para equilibrar el modelo).  Necesitamos un líder y se atisba que el Ministerio puede asumir ese papel.

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