lunes, 19 de marzo de 2012

Los algoritmos se postulan como una pieza clave para la seguridad del paciente - DiarioMedico.com

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permiten llegar a un diagnóstico que sea el adecuado

Los algoritmos se postulan como una pieza clave para la seguridad del paciente

Una herramienta importante en la seguridad del paciente son los algoritmos, y "para llegar a un acuerdo, los clínicos y analistas tienen que sentarse y hablar", ha afirmado José Sastre, jefe del Servicio de Laboratorio del Hospital de Alcoy, durante la reunión de la Sanac.
L.P.T. Málaga   |  19/03/2012 00:00

Cuando se hacen siempre las mismas cosas, los pacientes con las mismas patologías tendrán resultados similares. Ésta es la base de los algoritmos en el laboratorio. Es decir, con un paciente que padece una enfermedad tiroidea, "si se aplica el mismo algoritmo y se hace un examen de TSH y da una T4 alta, se le realiza una T3 para saber si es una cosa u otra", ha explicado Sastre.

"Si hay otro compañero que no aplica el algoritmo -o no lo tiene-, puede que no aparezca la T3 y se quede con la duda de si es un hipertiroidismo primario o subclínico, y esto puede tener connotaciones y despistarle".
Según el especialista de Alcoy, "es fundamental que los clínicos y los analistas que van a utilizar un algoritmo hablen y estén de acuerdo para tener uno que guste a todos: a los clínicos que los van a utilizar y a los analistas que los vamos a analizar. De este modo, ya no habrá ningún problema en la implantación". Sastre ha aclarado que "ahora mismo se está hablando más que suficiente".

Eliminar dudas

Los algoritmos son una herramienta importante porque se relacionan con la seguridad del paciente para que siempre se hagan las mismas cosas en las mismas patologías. "Es lo que da que los tratamientos sean los adecuados, porque si no pueden quedar dudas", ha añadido Sastre.

Un ejemplo de la efectividad de los algoritmos para eliminar dichas dudas es la hematuria. "Es una prueba que se hace muchísimo, miles de tiras reactivas en las consultas; entonces aparece que hay sangre en la orina: puede ser un tema banal o muy importante", por lo que se debe hacer hincapié en que, "si se quitan los temas importantes -menstruación, ejercicio físico extenuante, relaciones sexuales muy cercanas o instrumentación urológica-, se espera entre quince o veinte días y los algoritmos indican que hay que volver a realizar tiras reactivas y ver si hay sangre o no".

En caso de que no haya sangre, se descartan todas las patologías; "si sigue habiendo hematuria, hay que ver a quién tiene que mandar la prueba el clínico, porque si es isomórfica, se la mandará a los urólogos, y si es dismórfica se la mandara a los nefrólogos", ha aclarado Sastre.

De esta forma, "el paciente ha sido controlado y se ha llegado al sitio adecuado, para que tanto el urólogo como el nefrólogo terminen en el diagnóstico correcto y adecuado de esa hematuria que habíamos detectado de una manera fortuita en la consulta".

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