La calidad y la seguridad en e-salud también dependen del soporte técnico

Los dispositivos de monitorización domiciliaria hacen al paciente y a su médico la vida más fácil... hasta que se rompen. Igual que una tubería goteante deriva en una llamada al fontanero, el usuario debe saber en todo momento con quién contactar si su tensiómetro o su bomba de perfusión presentan algún problema que puede derivar en un evento adverso.

Rosalía Sierra | 10/05/2012 00:00

Toomas Hendrik, Neelie Kroes, John Dalli, Astrid Krag y Tine Gøtzsche, periodista y moderadora. (Himss)

La telemedicina está para ayudar, no para complicar la vida ni de pacientes ni de profesionales. Por eso, "no se puede forzar el uso de las herramientas tecnológicas, porque solo conseguiríamos generar rechazo", ha dicho John Dalli, comisario europeo de Salud y Consumo, en un debate celebrado en la eHealth Week, que ha tenido lugar en Copenhague (Dinamarca).

A su juicio, los decisores políticos deben entender que "es preciso educar a la población antes de introducir la tecnología en sus vidas, lograr que se sientan cómodos con ésta". Coincide con este punto de vista Astrid Krag, ministra de Salud danesa, que piensa que "los pacientes deben confiar en la telemedicina, pero para lograrlo es tan importante darles soporte sanitario como soporte técnico, que sepan que si algo no funciona o no saben utilizarlo correctamente, tendrán a alguien que lo solucionara rápidamente".

Los profesionales no deben conocer sólo diagnósticos y tratamientos: deben interesarse también por las circunstancias de sus pacientes

Según Dalli, es fundamental "hacer un seguimiento continuo de los dispositivos de telemedicina. No podemos instalar un sistema de monitorización en un domicilio y olvidarnos de él". Esto enlaza, en palabras de Krag, con la que debe ser la base de la asistencia: "La seguridad del paciente es lo primero, y debe extenderse a la telemedicina".

En el caso de la atención a distancia esta seguridad depende, además, de cuidar el entorno del usuario y, sobre todo, de conocerlo: "Los profesionales lo saben todo sobre diagnósticos y tratamientos, pero muy poco sobre las circunstancias personales de sus pacientes", advierte Krag. Por ello, en opinión de Dalli, es importante "dejar de hablar a los usuarios desde arriba; el medico debe hablar al paciente como a un igual, y también escucharle".

Nuevos pacientes

Y no sólo por una cuestión de seguridad, sino también por la propia evolución de la población: "Los pacientes son ahora diferentes. Antes, si no estaban satisfechos podían buscar una segunda opinión; ahora, con las nuevas tecnologías, pueden buscar decenas en unos minutos, y ademas descubrir qué hospitales tienen los mejores resultados en el tratamiento de su enfermedad. Adaptarse a este cambio es un reto político, no sólo profesional", afirma Toomas Hendrik, presidente de la República de Estonia.

El impacto del cambio llegará a todos los ámbitos: no solamente la información se mueve, también lo hacen los pacientes, y quieren llevar sus datos con ellos. Tras proyectos como Epsos (ver DM del 2-XI-2009) y múltiples iniciativas para promover y garantizar la interoperabilidad entre los hospitales, las regiones y los países europeos, puede que toda esa inversión este cerca de quedar obsoleta: según Neelie Kroes, vicepresidenta de la Comisión Europea responsable de la Agenda Digital para Europa, "el cloud computing va mas allá de la interoperabilidad y permitirá que la información acompañe al paciente a todas partes".

Y si las formas de atención cambian, también lo deberá hacer la manera de repartir la financiación: "Los procesos asistenciales serán diferentes. Si los pacientes ya no necesitan ir tan a menudo al hospital, quizá el hospital debe repartir sus recursos con otras áreas, como la asistencia ambulatoria y la telemedicina", sostiene Hendrik, y pincha donde más duele. "Otros sectores, como la prensa y las discográficas, también han tratado de resistirse a la evolución de la tecnología, pero es imparable. El problema es que el sanitario es uno de los sectores más conservadores que existen".