Aragón cambia la gestión sanitaria para ahorrar otros 80 millones antes de fin de año
Zaragoza (05/09/2012) - Nerea Garay
Las peonadas, que han bajado en los últimos seis meses un 20 por ciento, continuarán reduciéndose
De aquí a final de año, el Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón prevé reducir el gasto en cerca de 80 millones de euros. Para ello variará la gestión sanitaria "sin reducir la calidad asistencial". Entre las medidas que adoptará será la reducción de las peonadas, así como las sustituciones de los profesionales. Y es que la necesidad de cumplir con el déficit que ha impuesto el Gobierno central ha llevado a Sanidad a poner en marcha los recortes antes de lo previsto.
Si en los primeros seis meses de 2012 los ajustes o recortes redujeron el gasto en más de 60 millones de euros, las previsiones de la consejería son que de julio a diciembre de este año puedan ahorrarse al menos otros 80 millones más. Si se cumplen sus pronósticos, las medidas habrán supuesto una merma del gasto en 2012 de 140 millones de euros (esto representa un 6 por ciento del presupuesto del departamento, que asciende a unos 2.000 millones de euros).
Estos nuevos recortes se suman a los ya anunciados como la supresión de la paga extra de Navidad para los trabajadores del Salud, que supondrá un ahorro de 28 millones de euros, o con el copago. Además, como la cifra exigida por el Gobierno central no se alcanza, el Departamento de Sanidad tiene previsto eliminar las horas extra, compras centralizadas y menor consumo energético. En total está previsto reducir el gasto en 80 millones hasta final de año. Será un ahorro adicional a los 60 millones del primer semestre. Todos estos ajustes, según denuncian los sindicatos, tienen su contrapartida: aumentar las ya abultadas listas de espera.
Sin sustituciones y menos peonadas
El departamento de Sanidad aspira a ahorrar 13 millones de euros con la reducción de sustituciones del personal, la aplicación de mejoras energéticas y la renegociación de nuevos contratos en la adquisición de material.
De estos 13 millones, 6,2 pertenecerían al sector II (allí, solo en ahorro energético se prevé ahorrar 500.000 euros), mientras que en el sector III (el del Clínico) esperan dejar de gastar 3,6 millones de euros.
Además, hasta finales de año, Sanidad hará hincapié a la hora de controlar las existencias de material y farmacia en los centros sanitarios. En este sentido, el consejero de Sanidad, Ricardo Oliván, ha manifestado que es necesario limitar las compras masivas y considera más efectivo centralizar las adquisiciones para evitar que cada sector negocie unos precios diferentes con los proveedores. De hecho, reduciendo estas reservas y haciendo una compra más responsable quiere ahorrar de aquí a final de año hasta un millón de euros.
Por otro lado, desde principios de año, las gerencias de los sectores limitaron las peonadas del personal sanitario de una forma considerable –en los primeros seis meses de año, disminuyeron casi un 20 por ciento–. Y en los seis últimos meses de año, su pretensión es continuar reduciendo esta práctica hasta ahorrar otros 2,8 millones de euros.
La reducción de las horas extra está siendo contestada por los colectivos profesionales, ya que pueden dispararse aún más la lista de espera. Sin embargo, desde la consejería de Sanidad se explica que se están tomando otras alternativas, como abrir los quirófanos en turnos de mañana y tarde para incrementar las intervenciones y reducir las demoras.
Los tijeretazos en la Sanidad de Aragón, según fuentes del Departamento, no afectarán a la calidad asistencial, una opinión no compartida ni por las organizaciones sindicales ni por los colectivos profesionales que consideran que se resistirá la atención a los usuarios del sistema. La Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CC.OO en Aragón (FSS-CC.OO Aragón) ha rechazado el paquete de medidas propuesto por el Servicio Aragonés de Salud a los sindicatos presentes en la Mesa Sectorial de Sanidad. Su secretario general, Juan A. Urdániz, ha comenzado su intervención pidiendo explicaciones sobre unas medidas anunciadas de antemano en los medios de comunicación y sobre las que no cabe negociación alguna, según lo visto en las dos últimas sesiones de este foro.
Urdániz ha señalado que su organización está en contra del espíritu de estas medidas, ha acusado al Gobierno de Aragón de no tener una política sanitaria clara y que prefiera recortar en Sanidad antes que en otras cosas. Ha asegurado que estas medidas se basan sólo en criterios económicos y que con ellas vuelan todos los acuerdos que se han adoptado en esta Mesa.
El responsable de la federación sanitaria de CC.OO en Aragón ha señalado que, además, se sospecha que "las cuentas anunciadas no salen con estas medidas", lo que unido al techo de gasto adicional que se fije para el presupuesto del año 2013 llevará a tomar otras nuevas. Del mismo modo, es probable que otras medidas lleguen vía Real Decreto del Gobierno Central, por lo que es imposible alcanzar un acuerdo si no se ponen todos los elementos encima de la mesa.
La FSS-CC.OO Aragón reunirá de forma extraordinaria a su Consejo -máximo órgano de gobierno de la federación- en los próximos días para valorar el impacto de estas medidas y adoptar una decisión al respecto. No obstante, considera que la agresión al personal del Salud está dentro de una serie de políticas que trascienden en su conjunto del ámbito laboral, por lo que, independientemente de la decisión que tome en lo sectorial, no va a abandonar su participación activa en un escenario de movilización permanente que, probablemente, desemboque en una huelga general.
Si en los primeros seis meses de 2012 los ajustes o recortes redujeron el gasto en más de 60 millones de euros, las previsiones de la consejería son que de julio a diciembre de este año puedan ahorrarse al menos otros 80 millones más. Si se cumplen sus pronósticos, las medidas habrán supuesto una merma del gasto en 2012 de 140 millones de euros (esto representa un 6 por ciento del presupuesto del departamento, que asciende a unos 2.000 millones de euros).
Estos nuevos recortes se suman a los ya anunciados como la supresión de la paga extra de Navidad para los trabajadores del Salud, que supondrá un ahorro de 28 millones de euros, o con el copago. Además, como la cifra exigida por el Gobierno central no se alcanza, el Departamento de Sanidad tiene previsto eliminar las horas extra, compras centralizadas y menor consumo energético. En total está previsto reducir el gasto en 80 millones hasta final de año. Será un ahorro adicional a los 60 millones del primer semestre. Todos estos ajustes, según denuncian los sindicatos, tienen su contrapartida: aumentar las ya abultadas listas de espera.
Sin sustituciones y menos peonadas
El departamento de Sanidad aspira a ahorrar 13 millones de euros con la reducción de sustituciones del personal, la aplicación de mejoras energéticas y la renegociación de nuevos contratos en la adquisición de material.
De estos 13 millones, 6,2 pertenecerían al sector II (allí, solo en ahorro energético se prevé ahorrar 500.000 euros), mientras que en el sector III (el del Clínico) esperan dejar de gastar 3,6 millones de euros.
Además, hasta finales de año, Sanidad hará hincapié a la hora de controlar las existencias de material y farmacia en los centros sanitarios. En este sentido, el consejero de Sanidad, Ricardo Oliván, ha manifestado que es necesario limitar las compras masivas y considera más efectivo centralizar las adquisiciones para evitar que cada sector negocie unos precios diferentes con los proveedores. De hecho, reduciendo estas reservas y haciendo una compra más responsable quiere ahorrar de aquí a final de año hasta un millón de euros.
Por otro lado, desde principios de año, las gerencias de los sectores limitaron las peonadas del personal sanitario de una forma considerable –en los primeros seis meses de año, disminuyeron casi un 20 por ciento–. Y en los seis últimos meses de año, su pretensión es continuar reduciendo esta práctica hasta ahorrar otros 2,8 millones de euros.
La reducción de las horas extra está siendo contestada por los colectivos profesionales, ya que pueden dispararse aún más la lista de espera. Sin embargo, desde la consejería de Sanidad se explica que se están tomando otras alternativas, como abrir los quirófanos en turnos de mañana y tarde para incrementar las intervenciones y reducir las demoras.
Los tijeretazos en la Sanidad de Aragón, según fuentes del Departamento, no afectarán a la calidad asistencial, una opinión no compartida ni por las organizaciones sindicales ni por los colectivos profesionales que consideran que se resistirá la atención a los usuarios del sistema. La Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CC.OO en Aragón (FSS-CC.OO Aragón) ha rechazado el paquete de medidas propuesto por el Servicio Aragonés de Salud a los sindicatos presentes en la Mesa Sectorial de Sanidad. Su secretario general, Juan A. Urdániz, ha comenzado su intervención pidiendo explicaciones sobre unas medidas anunciadas de antemano en los medios de comunicación y sobre las que no cabe negociación alguna, según lo visto en las dos últimas sesiones de este foro.
Urdániz ha señalado que su organización está en contra del espíritu de estas medidas, ha acusado al Gobierno de Aragón de no tener una política sanitaria clara y que prefiera recortar en Sanidad antes que en otras cosas. Ha asegurado que estas medidas se basan sólo en criterios económicos y que con ellas vuelan todos los acuerdos que se han adoptado en esta Mesa.
El responsable de la federación sanitaria de CC.OO en Aragón ha señalado que, además, se sospecha que "las cuentas anunciadas no salen con estas medidas", lo que unido al techo de gasto adicional que se fije para el presupuesto del año 2013 llevará a tomar otras nuevas. Del mismo modo, es probable que otras medidas lleguen vía Real Decreto del Gobierno Central, por lo que es imposible alcanzar un acuerdo si no se ponen todos los elementos encima de la mesa.
La FSS-CC.OO Aragón reunirá de forma extraordinaria a su Consejo -máximo órgano de gobierno de la federación- en los próximos días para valorar el impacto de estas medidas y adoptar una decisión al respecto. No obstante, considera que la agresión al personal del Salud está dentro de una serie de políticas que trascienden en su conjunto del ámbito laboral, por lo que, independientemente de la decisión que tome en lo sectorial, no va a abandonar su participación activa en un escenario de movilización permanente que, probablemente, desemboque en una huelga general.
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