Investigar más cerca del paciente: el hospital

La investigación sanitaria siempre está a vueltas con su traslación, una asignatura pendiente para los investigadores mundiales en general y para los españoles en particular. Una forma de acercar más la básica a la clínica es hacer investigación en el hospital. Ahí surgen los institutos de investigación sanitaria de los hospitales. El del Gregorio Marañón, con siete áreas priorizadas, obtuvo su acreditación en mayo de este año.

David Rodríguez Carenas | 20/09/2012 00:00

Rafael Bañares, director del Instituto de Investigación del Hospital Gregorio Marañón, de Madrid. (José Luis Pindado)

Con la acreditación de los institutos de investigación sanitaria de los hospitales Clínico San Carlos y Gregorio Marañón (ver DM del 8-V-2012), la Comunidad de Madrid alcanzó los siete centros reconocidos por el Instituto de Salud Carlos III, uniéndose a los ya acreditados: 12 de Octubre, La Paz, La Princesa, Fundación Jiménez Díaz y Ramón y Cajal.

Pero ¿de qué sirve acreditar a los institutos de investigación de los hospitales? En esencia, "agrupan la actividad investigadora de estos centros", concreta a Diario Médico Rafael Bañares, director del Instituto de Investigación del Gregorio Marañón.

El instituto debe ser un sistema de investigación acoplado al hospital, con entidad propia pero situado dentro del contexto del propio centro

Según Bañares, hacer investigación en el hospital sirve para acercarla a los problemas reales de los enfermos: "Pacientes e investigación están ubicados en el mismo lugar, y así se favorece la traslación al enfermo". En sí, el instituto "debe ser un sistema de investigación acoplado al hospital, con entidad propia pero situado dentro del contexto del propio centro". El núcleo del instituto lo forman las universidades Complutense y Carlos III, de Madrid, un órganismo gestor y la Agencia Laín Entralgo, que se disolverá formalmente el próximo 1 de enero y pasará a la Viceconsejería de Ordenación Sanitaria de la Comunidad de Madrid.

En marzo del pasado año se formalizó el instituto del Gregorio Marañón y obtuvo la acreditación virtual un año después, aunque no fue hasta mayo cuando recibió, junto al Clínico San Carlos (ver DM del 30-IX-2010), la acreditación formal por parte del Instituto de Salud Carlos III, que "certifica que la organización cumple requisitos de organización, capacidad, financieros... Además del sello, permite concurrir a convocatorias específicas de recursos, es decir, aumenta nuestra capacidad para lograrlos".

La crisis
¿Requisitos financieros? ¿Recursos? Asoma la cabeza la crisis económica: "Hasta este año no ha habido restricciones, pero habrá que ver qué ocurre en los venideros. Obviamente, hay una adaptación continua a los recursos, aunque de éstas organizaciones se espera que puedan autofinanciarse". Bañares aclara las vías de financiación actuales: proyectos públicos finalistas, ensayos clínicos -al amparo de la investigación-, ingresos de la actividad innovadora, y mecenazgo, que "en España no está bien resuelto".

"Hay que ser imaginativo y dar un cauce fácil al mecenazgo", continúa Bañares, que cita como ejemplo al Centro de Investigación Biomédica Esther Koplowitz. Para ello propone crear una estructura legislativa que lo facilite, con desgravación fiscal y viabilidad del retorno de la inversión, además de perder el miedo a estas colaboraciones.

El instituto del Gregorio Marañón prioriza siete áreas: ingeniería biomédica; enfermedades cardiovasculares; neurociencia y salud mental; enfermedades infecciosas; inmunología; oncología, y patología de grandes sistemas y trasplantes de órganos. Todas comparten unas claves: "Clara trascendencia sociosanitaria, suficiente presencia científica y generación de actividades formativas por sí misma". Además cuenta con un grupo de investigación específico en enfermería, algo que "no es habitual y que destacaron en la evaluación".

En cuanto a las fortalezas del instituto que dirige, Bañares cita "la fuerte implantación en investigación clínica, que nos aporta muchas opciones de crecimiento, y la capacidad del área de imagen biomédica, que en su genoma tiene implícito el concepto de innovación y desarrollo posterior". Por mejorar queda "la infraestructura, muy importante de cara al futuro, que no ocurre en otros institutos" y que se puede lograr gracias a la financiación específica para institutos acreditados.

En cualquier caso, Bañares cree que el instituto de investigación que dirige está acorde al hospital al que pertenece pero con margen de mejora y tendencia ascendente: "Se trata de una enorme oportunidad para aglutinar investigadores y seguir adelante".

DATOS

Más allá de la teoría, el Instituto de Investigación del Hospital Gregorio Marañón puede analizarse en virtud de los datos que aporta su director, Rafael Bañares: "Lo componen 53 grupos organizados por su potencia científica. Todos están ya consolidados"."En 2011 obtuvimos un factor de impacto de 1.400 puntos y fuimos el quinto o sexto hospital de España en proyectos financiados mediante fondos FIS".