La asistencia oncológica demostrará su excelencia

No basta con saber que las cosas se hacen bien: hay que poder demostrarlo. Por ello, la Fundación ECO elaborará una herramienta de evaluación que permitirá medir la calidad de los servicios de oncología.

Rosalía Sierra | 21/09/2012 00:00

La Fundación ECO nació hace casi tres años con el ánimo de "analizar la calidad y promover la excelencia en los cuidados del paciente oncológico" (ver DM del 20-XI-2009).

Tras diversas acciones y campañas desarrolladas en este tiempo, ha llegado el momento de poner en marcha su proyecto más ambicioso: definir los criterios que marcan la excelencia en la atención al cáncer y "elaborar una herramienta de evaluación que permita conocer el nivel de calidad de un servicio, compararse con los demás y establecer áreas de mejora", según ha explicado a Diario Médico Carlos Camps, jefe de Oncología Médica del Hospital General de Valencia y presidente de la Fundación ECO.

A su juicio, la oncología española "carece de herramientas de trabajo que permitan medir la eficiencia y la calidad de los servicios médicos. Sí tenemos indicadores básicos, de gestión -mortalidad, estancia media, etc.-, pero no de proceso, por lo que no podemos demostrar que estamos haciendo bien nuestro trabajo y que, además, el paciente lo percibe".

Hasta el momento, el trabajo ha sido arduo: "Hemos hecho un benchmarking con otros países y hemos visto que aquéllos con los sistemas sanitarios más desarrollados, como Canadá, Australia y Reino Unido, cuentan con sistemas de evaluación de la calidad de los procesos".

Observando esos sistemas y tras un exhaustivo repaso de la bibliografía, el Grupo Impulsor de Calidad Asistencial de la Fundación ECO -formado por los expertos Carlos Camps, Eduardo Díaz Rubio, Enrique Aranda, Ana Lluch, Antonio Antón, Pilar Garrido, Alfredo Carrato y Guillermo López Vivancos- ha realizado "una primera selección de indicadores dirigidos a cinco áreas: organización general de los servicios, cuidados de soporte, control de síntomas y paliativos, y procesos concretos de los tres cánceres con mayor prevalencia, es decir, pulmón, mama y colorrectal".

El siguiente paso será poner en marcha un estudio Delphi con "los 30 oncólogos más importantes del país para alcanzar una fórmula de consenso que determine unos diez ítems por área, que sean los más significativos para definir la calidad". Entre estos indicadores podrían encontrarse los tiempos de demora hasta el inicio de un tratamiento y la determinación de las señales más importantes según el tipo de cáncer, como el ganglio centinela en mama y el marcador K-Ras en colon.

Definir el punto óptimo
Una vez finalizado el Delphi se habrán obtenido una serie de indicadores que podrán ser dicotómicos o porcentuales. En estos últimos "se definirá la proporción óptima, bien siguiendo la literatura, bien realizando estudios propios si no hay evidencia suficiente".

Camps confía en que la herramienta esté lista durante el primer trimestre de 2013. Entonces llegará el momento de "ofrecerla a las sociedades científicas, a las administraciones y a los hospitales para que sirva para realizar tanto autoevaluaciones como evaluaciones externas, que estaremos encantados de llevar a cabo desde la propia fundación".

Con los resultados obtenidos de estas evaluaciones será posible establecer áreas de mejora para "mejorar la equidad en el abordaje del cáncer y reducir la variabilidad". No obstante, Camps quiere resaltar que "las cifras globales de resultados en cáncer que tenemos en España son óptimas en comparación con las de otros países de nuestro entorno.

Ahora, con las evaluaciones correspondientes a centros concretos, no sólo sabremos que lo estamos haciendo bien, sino que podremos demostrarlo con números".