¿Son muchos los ajustes? Y los que todavía quedan pendientes...

La reforma nacional ha derivado en retoques autonómicos; 2013 llevará la firma del ahorro. La revisión de la cartera básica de servicios es la gran reforma pendiente del Ministerio.

José A. Plaza. Madrid | japlaza@unidadeditorial.es | 08/01/2013 00:00

De un año algo más que convulso, 2012, se pasa a otro, 2013, en el que los ecos de su predecesor sonarán tan fuertes que será difícil que no sigan escuchándose. Ha habido muchas reformas, o recortes, o ajustes, o como se les quiera llamar, pero eso no quiere decir que hayan acabado. Si acaso, se puede augurar que la reforma será más autonómica que nacional, pero al Ministerio de Sanidad aún le queda pendiente uno de los platos fuertes: regular la cartera básica de servicios.

El Real Decreto 16/2012 fue dueño y señor del año pasado desde que vio la luz en abril. Su forma, alejada del debate parlamentario, y su fondo, que modificó el modelo del SNS, generó una polémica creciente que hizo inútiles los esfuerzos de Ana Mato por un Pacto por la Sanidad, enfrentó al Gobierno central con varias autonomías, y provocó una reacción del profesional sanitario, especialmente en lo referente a la atención de inmigrantes en situación irregular. La imagen del Ministerio quedó marcada por la norma.

Abril, marcado a fuego
El calendario vacunal único, la receta electrónica y la central de compras protagonizaron el primer Consejo Interterritorial de la era Mato, allá por febrero de 2012. La ministra arrancó su mandato con cierta calma y con un voto de confianza del sector, pero la realidad tomó forma de tijera y Mato se encontró con que el Gobierno central quería recortar 7.000 millones en sanidad. Luego llegó el Interterritorial de abril y el nuevo copago farmacéutico, que generó polémica (duradera), pero no tanta como el cambio a un modelo de aseguramiento. El verano fue un momento kit kat necesario para todo el sector, que amenazaba con explotar, pero sólo fue un paréntesis: pasado agosto llegó la desfinanciación de fármacos, el copago en el transporte y los rumores sobre la salida de la cartera de servicios de algunas prestaciones.

Como todo puede ir a peor, la reforma sanitaria de Madrid, epicentro informativo en los últimos meses, ha afectado a Mato indirectamente. El descontento del sector está arrollando Madrid y ha dejado al Ministerio en un segundo plano, pero quizá ahí resida la cuestión: muchos echan en falta que Mato se haya pronunciado sobre el conflicto madrileño. La ministra ve cómo uno de sus principales aliados le lleva la contraria en el euro por receta y sabe que el asunto acabará en los tribunales.

Hacer amigos
Mato, para bien o para mal, seguirá este año a lo suyo: rascar de donde pueda para, mientras busca la sostenibilidad, ahorrar al máximo. Ya dijo hace meses que las reformas seguirán en 2013 y ahora tiene ante sí una de las grandes, la cartera básica de servicios, cuya revisión, como lleva años sin hacerse, no será fácil de digerir, se haga como se haga. Será un año para ganarse, recuperar o reconducir amistades, ya que oposición, pacientes, OMC, Facme, sociedades científicas, etc, han criticado en algún momento su gestión.