Salud avanza su intención de concentrar servicios para racionalizar las prestaciones
Darpón asegura que su departamento intentará que las listas de espera de las consultas hospitalarias se aproximen a los 30 días
Ania Elorza Vitoria 18 FEB 2013 - 12:26 CET
Osakidetza analizará la “concentración de servicios hospitalarios” de alta especialización en equipos concretos de sus distintos hospitales para “ordenar racionalmente” las prestaciones sanitarias en un contexto de crisis. Tales las intenciones del consejero de Salud, Jon Darpón, que ha comparecido hoy ante la comisión parlamentaria correspondiente para presentar los ejes sobre los que pivotará la acción de su departamento a lo largo de los próximos cuatro años.
El consejero ha apostado en dos ocasiones por “desmedicalizar a la población” a través de una apuesta por la prevención de las enfermedades y la promoción de la salud. “Más allá de creación de nuevos recursos, centraremos nuestros esfuerzos en gestionar lo existente”, ha señalado. Con esta máxima, y la de “preservar lo esencial” y “mantener y mejorar un sistema sanitario “público y de calidad”, Darpón ha recalcado que las inversiones previstas para infraestructuras sanitarias y para tecnología por parte del anterior Departamento de Sanidad no serían factibles “ni en los mejores momentos de inversión”.
Ha reconocido que, en el caso de Vitoria, donde existe la necesidad de un centro de media o larga estancia —el más cercano se encuentra en Leza, a 50 minutos de la capital alavesa— su departamento está buscando una solución en la ciudad que, debido a la situación económica, “debiera ser vía concertación”. Todo ello con el objetivo de que "no haya un recorte en nada fundamental".
Darpón ha recordado que el acceso al sistema sanitario es un “derecho universal incuestionable y no como consecuencia de la cotización a la Seguridad Social”. Respecto a las polémicas por el copago farmacéutico y la atención a inmigrantes, ha sostenido que el Gobierno vasco llegará al “límite" de sus competencias y del Tribunal Constitucional. "Pero no nos pidan que hagamos insumisión", ha apostillado.
El consejero ha dicho que “la gestión eficiente y prudente son la mejor garantía para que el sistema siga siendo público y de calidad para garantizar su futuro”. En este sentido, Darpón ha avanzado que se revisará el área de la investigación biomédica porque la estructura creada “puede acarrear duplicidades innecesarias” que es preciso “racionalizar”.
Entre las reducciones, el titular del departamento se ha centrado en medidas de rebaja de estructuras, tanto del propio departamento como de las estructuras directivas y administrativas de Osakidetza. Ha apostado por extender una iniciativa que se puso en marcha en la pasada legislatura: las Organizaciones Integradas de Salud —OSI, de las que en la actualidad hay en marcha cuatro en Gipuzkoa—, estructuras que buscan el trabajo conjunto entre los dos niveles de atención sanitaria, evitando la actual fragmentación de la atención.
Dichas organizaciones integradas se vincularán también con los servicios sociales de base, con el objetivo de mejorar la atención sociosanitaria, el espacio que surge en pacientes con problemas sanitarios pero también sociales —no solo de exclusión social, sino de dependencia, etcétera—. En este sentido, Darpón ha defendido tener una cartera de servicios y de recursos común, que estos servicios busquen “fórmulas de financiación compartidas”.
Igualmente ha incidido en un anuncio que lanzó el consejero de Políticas Sociales, Juan María Aburto, que adelantó la puesta en marcha de una historia clínica sociosanitaria, para que los servicios sociales y sanitarios compartan “en lo necesario” sus datos.
Respecto a las listas de espera, el consejero ha señalado que se garantizará la cita en menos de 48 horas a los ciudadanos que pidan una consulta en el centro de salud y ha subrayado que las cuestiones “indemorables” se atenderán en el día en atención primaria. También se ha comprometido con los decretos de tiempos de espera vigentes, que obligan a Osakidetza a operar a pacientes oncológicos en menos de 30 días, a los cardiacos en 90 días y al resto en 180 días. De lo contrario, el Servicio Vasco de Salud está obligado a costear la atención en la red concertada.
Las consultas de especialidades de oncología y cardiología se deben realizar en menos de 30 días desde el momento en que se solicitan. Darpón ha ido un paso más allá y se ha comprometido a que las consultas hospitalarias del resto de especialidades “se aproximen lo máximo posible” a demoras de 30 días.
El consejero ha abogado por afianzar proyectos como el de la formación de los pacientes crónicos en el manejo de su enfermedad, por promover la figura de la enfermera de enlace y la enfermera de práctica avanzada, centradas en los pacientes con más patologías. Seguirá también con proyectos como Osakidetza a distancia (Osarean) y la carpeta de salud, que permite acceder a resultados de pruebas y otra información a través de Internet.
En cuanto al aumento de dos horas de la jornada laboral de los funcionarios que ha establecido el Gobierno central, ha afirmado: “No tenemos decidido ni dejar la jornada de 35 horas ni poner de 37; la intención es no separarse del conjunto de la función pública de Lakua”.
Gobierno y sindicatos se reúnen el próximo jueves para abordar esta cuestión, que podría suponer una importante reducción de trabajadores eventuales.
Tanto para potenciar que los trabajadores sanitarios se dirijan a los pacientes como para que los enfermos traten con los profesionales, Darpón se ha mostrado dispuesto a impulsar el uso del euskera en Osakidetza, con formación para que los profesionales logren los perfiles lingüísticos establecidos y medidas como la traducción al euskera del sistema de historia clínica (Osabide Global), que ya está implantado en el ámbito hospitalario y que esta legislatura se extenderá a los centros de salud.
El consejero ha apostado en dos ocasiones por “desmedicalizar a la población” a través de una apuesta por la prevención de las enfermedades y la promoción de la salud. “Más allá de creación de nuevos recursos, centraremos nuestros esfuerzos en gestionar lo existente”, ha señalado. Con esta máxima, y la de “preservar lo esencial” y “mantener y mejorar un sistema sanitario “público y de calidad”, Darpón ha recalcado que las inversiones previstas para infraestructuras sanitarias y para tecnología por parte del anterior Departamento de Sanidad no serían factibles “ni en los mejores momentos de inversión”.
Ha reconocido que, en el caso de Vitoria, donde existe la necesidad de un centro de media o larga estancia —el más cercano se encuentra en Leza, a 50 minutos de la capital alavesa— su departamento está buscando una solución en la ciudad que, debido a la situación económica, “debiera ser vía concertación”. Todo ello con el objetivo de que "no haya un recorte en nada fundamental".
Darpón ha recordado que el acceso al sistema sanitario es un “derecho universal incuestionable y no como consecuencia de la cotización a la Seguridad Social”. Respecto a las polémicas por el copago farmacéutico y la atención a inmigrantes, ha sostenido que el Gobierno vasco llegará al “límite" de sus competencias y del Tribunal Constitucional. "Pero no nos pidan que hagamos insumisión", ha apostillado.
El consejero ha dicho que “la gestión eficiente y prudente son la mejor garantía para que el sistema siga siendo público y de calidad para garantizar su futuro”. En este sentido, Darpón ha avanzado que se revisará el área de la investigación biomédica porque la estructura creada “puede acarrear duplicidades innecesarias” que es preciso “racionalizar”.
Entre las reducciones, el titular del departamento se ha centrado en medidas de rebaja de estructuras, tanto del propio departamento como de las estructuras directivas y administrativas de Osakidetza. Ha apostado por extender una iniciativa que se puso en marcha en la pasada legislatura: las Organizaciones Integradas de Salud —OSI, de las que en la actualidad hay en marcha cuatro en Gipuzkoa—, estructuras que buscan el trabajo conjunto entre los dos niveles de atención sanitaria, evitando la actual fragmentación de la atención.
Dichas organizaciones integradas se vincularán también con los servicios sociales de base, con el objetivo de mejorar la atención sociosanitaria, el espacio que surge en pacientes con problemas sanitarios pero también sociales —no solo de exclusión social, sino de dependencia, etcétera—. En este sentido, Darpón ha defendido tener una cartera de servicios y de recursos común, que estos servicios busquen “fórmulas de financiación compartidas”.
El consejero apuesta por “desmedicalizar a la población” apostando por la prevención de las enfermedades
Respecto a las listas de espera, el consejero ha señalado que se garantizará la cita en menos de 48 horas a los ciudadanos que pidan una consulta en el centro de salud y ha subrayado que las cuestiones “indemorables” se atenderán en el día en atención primaria. También se ha comprometido con los decretos de tiempos de espera vigentes, que obligan a Osakidetza a operar a pacientes oncológicos en menos de 30 días, a los cardiacos en 90 días y al resto en 180 días. De lo contrario, el Servicio Vasco de Salud está obligado a costear la atención en la red concertada.
Las consultas de especialidades de oncología y cardiología se deben realizar en menos de 30 días desde el momento en que se solicitan. Darpón ha ido un paso más allá y se ha comprometido a que las consultas hospitalarias del resto de especialidades “se aproximen lo máximo posible” a demoras de 30 días.
El consejero ha abogado por afianzar proyectos como el de la formación de los pacientes crónicos en el manejo de su enfermedad, por promover la figura de la enfermera de enlace y la enfermera de práctica avanzada, centradas en los pacientes con más patologías. Seguirá también con proyectos como Osakidetza a distancia (Osarean) y la carpeta de salud, que permite acceder a resultados de pruebas y otra información a través de Internet.
En cuanto al aumento de dos horas de la jornada laboral de los funcionarios que ha establecido el Gobierno central, ha afirmado: “No tenemos decidido ni dejar la jornada de 35 horas ni poner de 37; la intención es no separarse del conjunto de la función pública de Lakua”.
Gobierno y sindicatos se reúnen el próximo jueves para abordar esta cuestión, que podría suponer una importante reducción de trabajadores eventuales.
Tanto para potenciar que los trabajadores sanitarios se dirijan a los pacientes como para que los enfermos traten con los profesionales, Darpón se ha mostrado dispuesto a impulsar el uso del euskera en Osakidetza, con formación para que los profesionales logren los perfiles lingüísticos establecidos y medidas como la traducción al euskera del sistema de historia clínica (Osabide Global), que ya está implantado en el ámbito hospitalario y que esta legislatura se extenderá a los centros de salud.
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