lunes, 18 de febrero de 2013

Jefes de servicio denuncian las imposiciones horarias en Madrid - DiarioMedico.com

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MALESTAR EN MUCHOS SERVICIOS HOSPITALARIOS

Jefes de servicio denuncian las imposiciones horarias en Madrid

Alegan problemas asistenciales por la nueva jornada y por la supresión de las 'peonadas'.La consejería cree que muchas de las críticas tienen más que ver con una pérdida retributiva.
Francisco Goiri | fgoiri@diariomedico.com   |  18/02/2013 00:00


Las instrucciones en materia de jornada laboral que la Consejería de Sanidad de Madrid ha dictado para este año han generado un profundo malestar en muchos servicios hospitalarios de la región. Las directrices, en vigor desde el pasado 31 de enero, incluyen el desarrollo de la jornada de 37,5 horas en los mismos términos que en 2012 (Madrid la aplica desde junio de ese año), de forma que las 10 horas adicionales al mes (2,5 a la semana) que los médicos están obligados a hacer para completar su jornada ordinaria se tienen que detraer obligatoriamente de las horas de guardia (físicas o localizadas) o de los módulos compensatorios para los mayores de 55 años (exentos de hacer guardias).

Pero, además, las instrucciones de 2013 contemplan la supresión de las jornadas vespertinas de autoconcertación, más conocidas como peonadas, que, según muchos de los jefes de servicio que han accedido a hablar con DM, eran claves para aligerar las listas de espera, sobre todo en los servicios de diagnóstico y tratamiento y en los quirúrgicos. Suprimidas las peonadas y limitado el número de médicos que pueden trabajar por la tarde (los que no hacen guardias ni módulos compensatorios), los jefes de servicio auguran que las listas de espera aumentarán exponencialmente.

Armando Resino, director de Recursos Humanos de la Consejería de Sanidad, matiza que "los módulos compensatorios son tanto quirúrgicos como de consulta, con lo que los médicos que los hacen también pueden operar por la tarde", y niega que los servicios se queden desabastecidos, "porque lo que no dicen los jefes de servicio es que aumentaremos los contratos vespertinos a media jornada, precisamente para suplir la ausencia de las peonadas". Resino no concreta cuántos contratos nuevos de este tipo se han hecho desde el pasado 31 de enero, pero sí tiene claro que "su coste es un tercio del coste de la peonada".

El argumento coincidente de todos los responsables hospitalarios consultados es que prima el criterio economicista sobre el asistencial. "El objetivo primordial es ahorrarse los 200 euros de la guardia [10 horas mensuales a 19,99 euros el precio de la hora de guardia] y, además, evitarse las peonadas. Y el verdadero problema es que la jornada se aplica de manera lineal, sin tener en cuenta las necesidades de los servicios", dice Santiago Moreno, jefe de Infecciosas del Ramón y Cajal.

Resino alega que "las instrucciones de jornada son idénticas, punto por punto, a las de 2012, incluido el tema de las guardias, y la única novedad es la de las peonadas. A lo mejor el único problema es éste, pero es que entonces no hablamos de un tema de jornada, sino de una pérdida retributiva".
  • Los responsables hospitalarios coinciden en que la aplicación lineal de la orden crea muchos problemas a los servicios pequeños y prevén un aumento de las listas de espera
Cuestión de organizarse
Pero los argumentos no son sólo económicos. Ángel Esteban, jefe de Neurofisiología Clínica del Gregorio Marañón, cifra entre 850 y 900 la media anual de enfermos "que veíamos por la tarde, y un elevado porcentaje de ellos se externalizarán a clínicas privadas ante la imposibilidad de seguir haciéndolo". Esteban, que dirige un servicio con 7 especialistas, 5 enfermeros y 6 MIR, dice que con las nuevas instrucciones de jornada sólo puede trabajar un médico por la tarde en esas 2,5 horas adicionales (frente a los 3 que lo hacían antes de la supresión de las peonadas), "pese a que yo mismo elevé un informe de actividad a la subdirección médica del hospital pidiendo expresamente que se aumente ese número". La Gerencia del Gregorio Marañón ha declinado hablar con DM y se ha remitido a la consejería.

Sin embargo, Francisco Fernández Avilés, jefe de Cardiología en el mismo hospital, admite que "la dirección nos ha dado todo tipo de facilidades para organizarnos y buscar soluciones", pero matiza que su servicio, con más de 30 especialistas, "está entre los más grandes del país" y la solución ha consistido básicamente en que "varios médicos, de forma voluntaria, hayan accedido a cambiar su turno habitual para que la actividad asistencial no se resintiera". Según él, "esta situación, globalmente negativa, ha tenido una contrapartida muy positiva: hemos reforzado, más si cabe, nuestro ineludible compromiso con los pacientes".

De un extremo a otro
Enrique Cos, jefe del Servicio de Aparato Digestivo en el mismo hospital,tiene un equipo de 22 especialistas, "pero la mayoría son jóvenes que hacen guardias, lo que impide buscar una alternativa". Cos, que prevé "una evidente sobrecarga de la lista de espera en los próximos meses, porque la demanda ya supera con creces nuestra disponibilidad de recursos humanos", argumenta que las  peonadas "no eran sólo una vía para conseguir un sobresueldo, sino una actividad remunerada con una enorme contraprestación asistencial".

En el otro extremo, el Servicio de Cirugía Pediátrica del Clínico tiene un médico, su jefa de servicio, Carmen Soto, "y podemos mantener la actividad quirúrgica merced al acuerdo de colaboración que hemos firmado con el Niño Jesús. Es lo que eufemísticamente se llama centralización de recursos". A las instrucciones de jornada y la reestructuración de su servicio, Soto suma "la huelga de más de dos meses que ha vivido Madrid y que, ahora mismo, hace muy difícil distinguir entre agenda y listas de espera".

El colegio estudia recurrir las directrices de jornada

La Vocalía de Hospitales del Colegio de Médicos de Madrid ha puesto a disposición de los servicios jurídicos de la corporación las instrucciones para el desarrollo de las 37,5 horas "para que estudien si hay visos de poder recurrirlas en los tribunales", afirma Eduardo Lobo, titular de la vocalía en el colegio madrileño. Aunque Lobo no adelanta los posibles fundamentos jurídicos en los que se basaría ese recurso, aventura que "algunos puntos de la instrucción pueden contravenir el fondo del Estatuto de los Trabajadores". El vocal recuerda que el rechazo a la aplicación unilateral de las 37,5 horas estaba ya en su programa electoral.

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