evaluación de la Estrategia AP21
Las sociedades de AP piden más datos y soluciones urgentes
SEMG y Semergen critican con dureza el escaso avance en los últimos años. Advierten de heterogeneidad en el país y escasez de presupuesto para lograr objetivos.
Laura G. Ibañes | laura.gutierrez@diariomedico.com | 04/02/2013 00:00
La sociedades de atención primaria han acogido los resultados de la evaluación de la Estrategia AP21 con cierta desolación.
José Luis Llisterri, presidente de Semergen, explica que "del informe podemos extraer que sigue sin acometerse la mejora de la capacidad resolutiva del médico de AP, persiste la heterogeneidad en cuanto al acceso a las pruebas complementarias y continúa la falta de comunicación entre los distintos niveles asistenciales. Es un informe exhaustivo con multitud de indicadores pero que no resuelve los problemas que arrastra la AP en nuestro país y que necesitan soluciones urgentes".
Llisterri critica que "lamentablemente, continúa siendo muy escaso el presupuesto destinado a la AP. El sistema, como he dicho en otras ocasiones, sigue teniendo una visión hospitalocentrista, que dirige la mayor parte de los recursos a la atención especializada en los hospitales y que no aborda medidas de financiación que mejoren el quehacer diario de los profesionales de AP, ni en recursos económicos, ni en recursos humanos. Muchos médicos siguen teniendo asignados más de 1.500 pacientes. La evaluación de la Estrategia AP21 pone de manifiesto un desinterés hacia la atención primaria y lo desplaza como el eje, que debería ser, sobre el que gire la sostenibilidad del sistema".
El presidente de Semergen ve como principales problemas "la gran heterogeneidad en cuanto al acceso del médico a las pruebas complementarias, dependiendo de la comunidad autónoma en la que ejerza. Hay una falta de coordinación de niveles asistenciales que provoca duplicidades de pruebas complementarias, con lo que supone de coste para el sistema: tacs, analíticas, etc. Creo que todo médico de primaria, esté donde esté, debe poder tener acceso a las historias clínicas, algo que, por desgracia, sigue sin suceder."
Falta de información
Con el mismo espíritu crítico se expresa Benjamín Abarca, presidente de SEMG. En su opinión, lo primero que llama la atención del informe "es la falta de datos de algunas comunidades autónomas: en la mayoría de los registros son tan sólo 10-12 comunidades las que facilitan la información requerida. Es algo que desde la SEMG ya habíamos reivindicado en anteriores ocasiones, tras intentar hacer nuestros propios estudios: es obligación de las administraciones públicas facilitar esa información, que debería ser transparente, y si ya es sorprendente que no se pueda disponer de ella, quizá lo es mucho más que sea el Ministerio de Sanidad el que la solicite y tampoco se la faciliten".
Abarca destaca también la falta de presupuesto para la atención primaria que refleja el informe. "El pico máximo que se observa es el de un 14,26 por ciento del presupuesto sanitario dedicado a la atención primaria en 2010, eso supone que ese año menos del 0,9 por ciento del PIB va a atención primaria: cifras que reflejan inequívocamente la escasez de recursos de que dispone la atención primaria... y lo alarmante es que desde el 2010 esa inversión ha seguido bajando".
El presidente de SEMG, dice estar preocupado también por los datos que muestran "la variabilidad general entre comunidades autónomas. Por poner un ejemplo concreto: basta citar la gran diferencia que existe entre ellas en cuanto a pacientes asignados a cada médico (una pinza que abarca desde la media de las algo más de 900 tarjetas sanitarias que se registran en Castilla y León a las más de 1.700 que se dan en el País Vasco)".
En esa gran variabilidad, Abarca cita también "la implementación de herramientas imprescindibles como la receta electrónica o la historia clínica informatizada, aunque todas las comunidades han iniciado procesos para desburocratizar la consulta, una de las demandas profesionales más reiteradas, resolver esa disparidad es acuciante".
Finalmente, Abarca destaca en positivo que, "pese a todo, primaria sigue teniendo una valoración buena (86 por ciento) y que ocho de cada diez pacientes expresan su satisfacción por el trato que reciben de su médico de familia".
José Luis Llisterri, presidente de Semergen, explica que "del informe podemos extraer que sigue sin acometerse la mejora de la capacidad resolutiva del médico de AP, persiste la heterogeneidad en cuanto al acceso a las pruebas complementarias y continúa la falta de comunicación entre los distintos niveles asistenciales. Es un informe exhaustivo con multitud de indicadores pero que no resuelve los problemas que arrastra la AP en nuestro país y que necesitan soluciones urgentes".
Llisterri critica que "lamentablemente, continúa siendo muy escaso el presupuesto destinado a la AP. El sistema, como he dicho en otras ocasiones, sigue teniendo una visión hospitalocentrista, que dirige la mayor parte de los recursos a la atención especializada en los hospitales y que no aborda medidas de financiación que mejoren el quehacer diario de los profesionales de AP, ni en recursos económicos, ni en recursos humanos. Muchos médicos siguen teniendo asignados más de 1.500 pacientes. La evaluación de la Estrategia AP21 pone de manifiesto un desinterés hacia la atención primaria y lo desplaza como el eje, que debería ser, sobre el que gire la sostenibilidad del sistema".
El presidente de Semergen ve como principales problemas "la gran heterogeneidad en cuanto al acceso del médico a las pruebas complementarias, dependiendo de la comunidad autónoma en la que ejerza. Hay una falta de coordinación de niveles asistenciales que provoca duplicidades de pruebas complementarias, con lo que supone de coste para el sistema: tacs, analíticas, etc. Creo que todo médico de primaria, esté donde esté, debe poder tener acceso a las historias clínicas, algo que, por desgracia, sigue sin suceder."
Falta de información
Con el mismo espíritu crítico se expresa Benjamín Abarca, presidente de SEMG. En su opinión, lo primero que llama la atención del informe "es la falta de datos de algunas comunidades autónomas: en la mayoría de los registros son tan sólo 10-12 comunidades las que facilitan la información requerida. Es algo que desde la SEMG ya habíamos reivindicado en anteriores ocasiones, tras intentar hacer nuestros propios estudios: es obligación de las administraciones públicas facilitar esa información, que debería ser transparente, y si ya es sorprendente que no se pueda disponer de ella, quizá lo es mucho más que sea el Ministerio de Sanidad el que la solicite y tampoco se la faciliten".
Abarca destaca también la falta de presupuesto para la atención primaria que refleja el informe. "El pico máximo que se observa es el de un 14,26 por ciento del presupuesto sanitario dedicado a la atención primaria en 2010, eso supone que ese año menos del 0,9 por ciento del PIB va a atención primaria: cifras que reflejan inequívocamente la escasez de recursos de que dispone la atención primaria... y lo alarmante es que desde el 2010 esa inversión ha seguido bajando".
El presidente de SEMG, dice estar preocupado también por los datos que muestran "la variabilidad general entre comunidades autónomas. Por poner un ejemplo concreto: basta citar la gran diferencia que existe entre ellas en cuanto a pacientes asignados a cada médico (una pinza que abarca desde la media de las algo más de 900 tarjetas sanitarias que se registran en Castilla y León a las más de 1.700 que se dan en el País Vasco)".
En esa gran variabilidad, Abarca cita también "la implementación de herramientas imprescindibles como la receta electrónica o la historia clínica informatizada, aunque todas las comunidades han iniciado procesos para desburocratizar la consulta, una de las demandas profesionales más reiteradas, resolver esa disparidad es acuciante".
Finalmente, Abarca destaca en positivo que, "pese a todo, primaria sigue teniendo una valoración buena (86 por ciento) y que ocho de cada diez pacientes expresan su satisfacción por el trato que reciben de su médico de familia".
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