Los hospitales de la red concertada de Cataluña cerraron 2011 con una deuda de 3.568 millones
Barcelona (20/02/2013) - N. Garay
Un 7,02 por ciento superior al año anterior, según el informe económico-financiero de los centros de Atención Especializada
Los hospitales de la Red de Utilización Pública (XHUP, sector concertado) de Cataluña tuvieron una deuda en 2011 de 3.568 millones de euros, un 7,02 por ciento más que el año anterior. La mayoría, 1.383 millones con entidades de crédito, y el 46 por ciento perteneciente a sólo cinco centros de alta tecnología (Clínico, San Pablo, Puigvert, Instituto Catalán de Oncología y Materno-Infantil de San Juan de Dios).
Estos datos se desprenden del informe económico-financiero de los centros hospitalarios de Atención Especializada de 2011 de la Central de Balances del Servicio Catalán de la Salud (CatSalut).
El informe de 2011, primer año de Josep Maria Padrosa como director del CatSalut, indica que los ingresos de los centros bajaron un 7,16 por ciento y que eso les obligó a aplicar tres tipos de medidas excepcionales: reducción de la actividad, racionalización de gastos de provisiones para el funcionamiento y sinergias entre los centros y contención de los costes laborales.
El resultado de explotación de los hospitales de la XHUP en el año 2011 fue de -49 millones de euros, con una mejora de 99,4 millones de euros respecto a 2010, lo que representa una disminución de las pérdidas del 66,59 por ciento. Y su resultado financiero fue de pérdidas de 36,7 millones de euros, lo que supuso un empeoramiento del 67,12 por ciento.
Del trabajo se desprende que el gasto de personal bajó un 5,46 por ciento y la plantilla un 2,88 por ciento. También diferencia a los ocho hospitales del Instituto Catalán de la Salud (ICS), que tuvieron una disminución del gasto de personal del 9,13 por ciento y una disminución de la plantilla del 4,47.
Disminución de gasto en personal
A lo largo de 2011 se registró la redución del 5 por ciento de las retribuciones del personal funcionario, estatutario y laboral de la Administración. En el sector concertado catalán las gerencias y comités de empresa de los centros lograron pactos para evitar aplicar expedientes de regulación de empleo de extinción que consistieron básicamente en la reducción o incluso supresión de incentivos variables y otros tipos de retribuciones. Para ello, las direcciones de los centros también amortizaron puestos de trabajo por jubilaciones, extinciones contractuales voluntarias; no cubrieron plazas por reducción de jornada, permisos o bajas; adecuaron los turnos de trabajo y redujeron permisos.
Del informe se refleja que las inversiones bajaron un 69,9 por ciento y que su gasto en medicación de dispensación ambulatoria disminuyó por primera vez en años y en una proporción nada desdeñable: el 5,19 por ciento. En cuanto a la actividad, se redujeron un 7,6 por ciento las estancias; un 0,45, las visitas a consultas externas; un 1,91, las urgencias; y un 1 tratamientos y pruebas de alta complejidad.
Por otro lado, el consejero de Salud, Boi Ruiz, informó al Consejo de Dirección del Servicio Catalán de la Salud (CatSalut) que en 2012 se registró un descenso del 15,9 por ciento en el tiempo medio de espera de los procedimientos quirúrgicos monitorizados y con garantía de demora máxima; un porcentaje que sorprende si se tiene en cuenta que en el segundo semestre de 2011, tras aplicarse los primeros recortes presupuestarios del Gobierno, se incrementaron en un 40 por ciento.
Estos datos se desprenden del informe económico-financiero de los centros hospitalarios de Atención Especializada de 2011 de la Central de Balances del Servicio Catalán de la Salud (CatSalut).
El informe de 2011, primer año de Josep Maria Padrosa como director del CatSalut, indica que los ingresos de los centros bajaron un 7,16 por ciento y que eso les obligó a aplicar tres tipos de medidas excepcionales: reducción de la actividad, racionalización de gastos de provisiones para el funcionamiento y sinergias entre los centros y contención de los costes laborales.
El resultado de explotación de los hospitales de la XHUP en el año 2011 fue de -49 millones de euros, con una mejora de 99,4 millones de euros respecto a 2010, lo que representa una disminución de las pérdidas del 66,59 por ciento. Y su resultado financiero fue de pérdidas de 36,7 millones de euros, lo que supuso un empeoramiento del 67,12 por ciento.
Del trabajo se desprende que el gasto de personal bajó un 5,46 por ciento y la plantilla un 2,88 por ciento. También diferencia a los ocho hospitales del Instituto Catalán de la Salud (ICS), que tuvieron una disminución del gasto de personal del 9,13 por ciento y una disminución de la plantilla del 4,47.
Disminución de gasto en personal
A lo largo de 2011 se registró la redución del 5 por ciento de las retribuciones del personal funcionario, estatutario y laboral de la Administración. En el sector concertado catalán las gerencias y comités de empresa de los centros lograron pactos para evitar aplicar expedientes de regulación de empleo de extinción que consistieron básicamente en la reducción o incluso supresión de incentivos variables y otros tipos de retribuciones. Para ello, las direcciones de los centros también amortizaron puestos de trabajo por jubilaciones, extinciones contractuales voluntarias; no cubrieron plazas por reducción de jornada, permisos o bajas; adecuaron los turnos de trabajo y redujeron permisos.
Del informe se refleja que las inversiones bajaron un 69,9 por ciento y que su gasto en medicación de dispensación ambulatoria disminuyó por primera vez en años y en una proporción nada desdeñable: el 5,19 por ciento. En cuanto a la actividad, se redujeron un 7,6 por ciento las estancias; un 0,45, las visitas a consultas externas; un 1,91, las urgencias; y un 1 tratamientos y pruebas de alta complejidad.
Por otro lado, el consejero de Salud, Boi Ruiz, informó al Consejo de Dirección del Servicio Catalán de la Salud (CatSalut) que en 2012 se registró un descenso del 15,9 por ciento en el tiempo medio de espera de los procedimientos quirúrgicos monitorizados y con garantía de demora máxima; un porcentaje que sorprende si se tiene en cuenta que en el segundo semestre de 2011, tras aplicarse los primeros recortes presupuestarios del Gobierno, se incrementaron en un 40 por ciento.
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