miércoles, 6 de febrero de 2013

Visiones antagónicas de la sanidad pública en manos de empresas privadas | Comunidad Valenciana | EL PAÍS

Visiones antagónicas de la sanidad pública en manos de empresas privadas | Comunidad Valenciana | EL PAÍS

Visiones antagónicas de la sanidad pública en manos de empresas privadas

Gestores de centros privados y defensores de la pública discrepan sobre la eficacia del modelo

La Sede abarrotada de público que siguió el debate organizado por la Universidad y EL PAÍS

Debate sobre la gestión privada de la sanidad pública organizado por la UA y EL PAÍS. / PEPE OLIVARES

La Sede de la Universidad de Alicante se quedó pequeña el martes por la noche cuando decenas de personas que acudieron a un debate sobre La gestión privada de la sanidad pública, incluido en el ciclo Seu Oberta que organiza la Universidad y EL PAÍS. La gran afluencia de público obligó a habilitar una sala anexa para poder seguir el debate por televisión.

Fue una mesa redonda en la que se sentaron detractores y defensores de la sanidad privada. Sin entrar en la guerra de cifras y de datos, que dieron unos y otros, quedó patente que, por ahora, “no está demostrado que la sanidad privada sea más eficiente que la pública, ni al contrario”, dijo José María Abellán, profesor de Economía de la Salud en la Universidad de Murcia. Durante las dos horas largas de debate los expertos denunciaron la falta de datos y cifras oficiales que permitan conocer las virtudes y los problemas de ambos sistemas o su financiación,  y se comprobó que hay un abismo inexpugnable entre los defensores de la sanidad pública y a los gestores privados. Al final, el público participó y fue lo más interesante. En una de estas intervenciones, Vicente Bertomeu, presidente de la Sociedad Española de Cardiología, advirtió de que los gestores privados “buscan beneficios, y no sabemos dentro de unos si seguirán o se irán sin los obtienen”.

José María Abellán, con un montón de cifras y de estadísticas que certifican la recesión económica y las nulas previsiones de crecimiento, dijo que “la sostenibilidad del sistema sanitario actual no es viable”. Y ante este panorama el profesor explicó que se plantean dos modelos que son la privatización funcional, es decir la gestión indirecta a empresas privadas, también conocido como modelo Alzira, y la formal en la que la gestión se cede a sociedades mercantiles. Las únicas ventajas de estos modelos, según Abellán, es que “se pueden reducir costes” si se buscan proveedores privados “eficaces, que compitan entre ellos y solventes, que luego no tenga que la Administración inyectar dinero para rescatarles”.

 “Al paciente no le preocupa quién gestiona, sino cómo se gestiona”.

Elisa Tarazona, directora de organización y gestión del Grupo Ribera Salud, aseguró que el modelo Alzira permite una gestión “más flexible” de la sanidad. Y recordó que su financiación es pública, que el contrato tiene una vigencia de 15 o 20 años, el límite de rentabilidad será del 7,5% y se diseña un plan de inversiones. Según sus estimaciones, la Administración con este sistema consigue un ahorro del 27%. Tarazona insistió en que “el hospital no es lo más importante, sino la gestión de la salud de la población” y admitió que una posible desventaja es que “si la Administración no tiene control" sobre el servicio. La representante de la sanidad privada concluyó con un lema: “Al paciente no le preocupa quién gestiona, sino cómo se gestiona”.

Carlos Arenas, gerente del departamento de Salud de Orihuela hizo una incendiaria defensa del actual modelo sanitario de la consejería de Sanidad.  “No hay ningún cambio de sistema, lo público no puede ser privado, seguirá siendo público pero hay que buscar nuevos modelos de gestión”. Arenas advirtió de que los proveedores deben ser “eficientes y dentro de un mercado de libre competencia en el que se eviten los monopolios”. El gestor aseguró que en 2012 todos los hospitales, tanto públicos como los de gestión privada, han ahorrado en sus presupuestos entre un 7% los primeros y un 10% los segundos. A su juicio, la gestión externa es una alternativa que tiene “ventajas competitivas” ante un sistema sanitario público con un “excesivo blindaje del personal” laboral. “En la sanidad pública no podemos contratar ni por horas , hay que ser más flexibles” se quejó este gestor con más de 20 años de experiencia.

“Habrá una sanidad para ricos, los que puedan pagar los seguros privados, y otra para pobres”

Carlos Álvarez Dardet, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la UA, se preguntó ¿con quién compite Ribera Salud?. Y contestó: “Con nadie, sino hay competencia los costes aumentan y al final hay que rescatarlo”. El experto considera que estamos en un momento “crucial” para el futuro de la sanidad y es necesario abrir un debate serio sobre el modelo de gestión y no las “pantomimas que nos están vendiendo”.

Begoña Beviá, presidenta de la Asociación de Defensores de la Salud Pública, alertó de que los “brutales recortes” que están aplicando las administraciones comportarán, en breve, “más desigualdad, pobreza y más posibilidad de enfermar”. Beviá, cuyas intervenciones fueron las más aplaudidas por el público, dibujó una sanidad “para ricos, los que puedan pagar los seguros privados, y otra para pobres”. En su opinión, el objetivo de las administraciones gobernadas por el PP es que “entren las grandes empresas a controlar el negocio sanitario para obtener beneficios”. La defensora de la sanidad pública alertó de que la privatización de la gestión tiene “efectos para la salud y costes elevados” en unos centros en los que hay un 25% menos de profesiones, menos medios técnicos y menos cualificación.

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