El Gobierno catalán aprueba el Plan de Seguridad Alimentaria de Cataluña 2012-2016

La Generalitat ha aprobado hoy el Plan de Seguridad Alimentaria 2012-2016, un proyecto interdepartamental que define las diferentes acciones públicas en materia de seguridad alimentaria.

Redacción. Barcelona | 12/03/2013 17:31

El Gobierno de la Generalitat ha aprobado hoy martes el Plan de Seguridad Alimentaria 2012-2016, un proyecto interdepartamental que define las diferentes acciones públicas en materia de seguridad alimentaria y que consolida la estrategia iniciada en 2007. Mantiene los 28 objetivos estratégicos previos y establece 127 líneas de intervención que se enmarcan en cinco ámbitos diferentes, que van desde la evaluación de los riesgos, que está orientada a disponer del mejor conocimiento científico, hasta la gestión de los riesgos para la salud, y a minimizar los riesgos de acuerdo con los principios de priorización, prevención y respuesta rápida, pasando por la gestión de cuestiones relacionadas, la calidad de los servicios y la comunicación y coordinación de todas las partes implicadas.

En esta nueva etapa destaca, entre otros, el objetivo de mejorar la evaluación de los riesgos potenciando las tareas del Comité Científico Asesor en Seguridad Alimentaria, constituido el pasado día 22 de enero de 2013.

Con el Plan de Seguridad Alimentaria 2007-2010, según ha informado el Departamento de Salud autonómico, se logró la reducción en un 45 por ciento del número de brotes de toxiinfecciones alimentarias (de 122 brotes a 67 durante la vigencia del plan) y mejoró el control de los medicamentos de uso veterinario y sustancias para el engorde ilegal en animales y carnes (supera el 99,7 por ciento de conformidad) y de los plaguicidas en vegetales (niveles de conformidad superiores al 99,5 por ciento).

En cuanto a la incidencia de la salmonela en humanos, también hubo una bajada muy importante de los brotes producidos por este agente, pasando de 65 brotes en 2005 a 11 brotes en 2010, situación que se asocia a un descenso de la prevalencia en las explotaciones ganaderas. También destaca la ausencia de casos de encefalopatía espongiforme bovina (EEB) desde el año 2008.