CONFORME A LOS PROTOCOLOS
En contagio por hepatitis C debe probarse la asepsia
El TSJ de Valencia ha condenado a la Generealitat por el contagio de un paciente durante una operación cardíaca.
Javier Heredero | dmredaccion@diariomedico.com | 01/03/2013 00:00
Para desvincular una intervención quirúrgica de un contagio de hepatitis C inmediatamente posterior, no basta con demostrar que no se practicaron transfusiones y argumentar la multiplicidad de posibles causas del contagio, deben probarse además unas condiciones de asepsia conformes a los protocolos.
- El fallo recuerda que es a la Administración a la que le corresponde probar que se siguieron los protocolos de asepsia durante la intervención quirúrgica
La ausencia de contagio anterior fue probada, tanto por la perito de la parte actora, como por la designada judicialmente, al observar que "en los estudios preanestésicos y prequirúrgicos venía objetivada normalidad en la función hepática", además de destacar "la falta de alteraciones en la función hepática" que se desprendía de los "estudios periódicos de salud laboral realizados en su empresa de trabajo".
Origen del contagio
En un principio, el demandante denunció como posibles causas del contagio, las transfusiones de plasma sanguíneo, realizadas con ocasión de la intervención quirúrgica, o una falta de asepsia concurrente en dicha intervención.
La primera de las posibles causas fue fácilmente descartada por la defensa de la Administración, ya que del expediente médico se desprendía que a pesar de que "fueron asignados con ocasión de la intervención seis concentrados de hematíes, finalmente no fueron utilizados".
Sin embargo, sobre la falta de asepsia, la Administración se limitó a destacar la multiplicidad de posibles causas del contagio y la ausencia de elementos probatorios que lo ligasen causalmente a la cirugía.
Conforme a las reglas de facilidad probatoria, el tribunal ha recordado que era a la demandada a quien correspondía probar que se siguieron los protocolos en materia de asepsia durante la cirugía.
Puesto que tal exigencia probatoria no llegó a producirse, de acuerdo con las conclusiones de la perito judicial, el tribunal ha fallado en favor de la reclamación de responsabilidad patrimonial interpuesta por el recurrente, dictaminando que "existe contagio que se relaciona con la intervención quirúrgica", y fijando la indemnización en 50.000 euros.
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