"Los investigadores del sector nunca han sido tan optimistas"

Richard Bergström, director de la Efpia, analiza los retos de la ciencia. Colaboración, clave para aprovechar las actuales posibilidades de la I+D.

Cristina G. Real. Madrid | cgr@unidadeditorial.es | 25/03/2013 00:00

"Los investigadores que trabajan en la industria farmacéutica nunca han sido tan optimistas respecto a los cambios que se están produciendo en el sector por las posibilidades que ofrece la ciencia hoy. Incluso algunos transmiten en distintos foros que lo que se avanzó entre las décadas de los 70 y los 90 se hizo sin saber lo suficiente sobre las enfermedades".

Richard Bergström, director general de la patronal farmacéutica europea Efpia, cree contar con la experiencia suficiente para transmitir con conocimiento de causa los "importantes cambios que se están produciendo en la industria", tras más de 20 años trabajando en ella, primero en compañías del sector, después en la patronal belga y desde hace dos años en la europea, todo ello tras haber participado como investigador en numerosos ensayos clínicos.

El potencial científico que aporta hoy la investigación responde también a que la colaboración público-privada es una realidad que ya no se discute, en opinión de Bergström. Buen ejemplo de ello es la Iniciativa de Medicamentos Innovadores (IMI) impulsada por la Comisión Europea y la Efpia precisamente con ese fin.
"Estamos esperanzados pero, al mismo tiempo, la frustración es mayor que nunca porque hay un problema de financiación de la ciencia debido a las dificultades que atraviesan los pagadores".

Bergström, que la semana pasada participó en la VI Conferencia Anual de las Plataformas Tecnológicas de Investigación Biomédica, celebrada en Madrid, considera que, por suerte, esa apertura a la colaboración con instituciones públicas se hace extensiva cada vez más a la asociación entre empresas del sector. "La mentalidad de los líderes del sector ha cambiado mucho (...); ahora tienen claro que hay que colaborar, lo que no significa que haya que abandonar el propio modelo de negocio".

Alta complejidad
En su opinión, es una tendencia prácticamente inevitable, puesto que la investigación científica innovadora "es cada vez más difícil; entramos en áreas más complejas, como el autismo, la medicina regenerativa, la nanotecnología... Son nuevos campos cuyas reglas aún no conocemos y la única forma de desarrollar algo es unir fuerzas".

Bergström explica que la industria "claramente ha dejado atrás áreas que eran fáciles en comparación con las que aborda ahora, y por eso su productividad no es tan elevada: las empresas adheridas a la Efpia invierten anualmente 100.000 millones euros en I+D, pero sólo llegan al mercado unos 35 nuevos compuestos cada año". Ante esto, hay una externalización "muy real" y creciente de la investigación, puesto que "los mejores cerebros ya no están en la industria", concluye.