sábado, 18 de mayo de 2013

Ha llegado la hora: hay que producir en investigación - DiarioMedico.com

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La red FUSIONA tres ya existentes

Ha llegado la hora: hay que producir en investigación

La creación de la Red de Investigación Cardiovascular (RIC) plantea la tercera etapa de estos sistemas de I+D+i: obtener resultados y retorno de inversión.
David Rodríguez Carenas. Madrid | david.rodriguez@diariomedico.com   |  17/05/2013 15:00

Francisco Fernández-Avilés
Francisco Fernández-Avilés, coordinador de la Red de Investigación Cardiovascular (RIC). (Mauricio Sckryky)

Si en tiempos de crisis todos los sectores se tienen que estrujar la cabeza en busca de un futuro viable, la investigación, ese campo tan denostado a pesar de ser uno de los signos de la buena salud de un país, aún tiene que rebuscar más. "Ha llegado el momento del cambio de paradigma", explica a Diario Médico Francisco Fernández-Avilés, coordinador de la Red de Investigación Cardiovascular (RIC), presentada la semana pasada en Madrid.

Este cambio de paradigma exige investigar para responder preguntas muy concretas. "Las redes investigadoras han servido para mucho, por ejemplo para aportar plataformas de uso común a todos los grupos, pero ahora toca integrar todo. El desafío está en buscar resultados de salud que además se traduzcan en innovación que produzca prosperidad al tejido empresarial español. Ha llegado la hora de la verdad: hay que producir. Hay que hacer mucho más con mucho menos", afirma el coordinador de RIC.

La red es el resultado de la fusión de las tres ya existentes en investigación cardiovascular del Instituto de Salud Carlos III desde la convocatoria de 2002: Recava, Redinscor y Heracles. RIC es la única red que contempla el Carlos III en su convocatoria de enero de este año. Así lo quería el instituto, que aceleró la puesta en marcha de una idea de fusión ya existente en las tres redes anteriores.

Con 64 grupos de investigación y más de 800 investigadores con un perfil equilibrado entre investigación básica y clínica, algo más del 65 por ciento de todos ellos pertenecen al Sistema Nacional de Salud, "apoyándose de esta forma en la plataforma investigadora tan poderosa que tiene el SNS. Se basan en los pacientes, puesto que allí donde estén es donde surgen las preguntas".

Sólo tres comunicades no están representadas, "muchas menos que antes": Asturias, Baleares y el País Vasco. Fernández-Avilés explica las posibles razones de este hecho: "Como mucho hay quince centros por programa, por lo que no cabe todo el mundo. Antes había que pasar una nota de corte, pero ahora además hay que investigar para aportar resultados que respondan a una pregunta concreta. Puede haber centros con buenos grupos pero que busquen responder a otras cuestiones".

Como ejemplo, explica uno de los siete programas de la red, el de arritmias cardiacas, y qué pregunta intenta responder: "Busca cuál es el sustrato estructural de las arritmias ventriculares y cómo las técnicas de imagen pueden ver dónde hay un sustrato arritmogénico, para evaluar el posible riesgo". Los otros seis programas se centran en remodelado miocárdico en las cardiopatías; aterotrombosis e isquemia miocárdica; enfermedades de las válvulas cardiacas y grandes vasos; cardiopatías familiares y congénitas; insuficiencia cardiaca clínica y traslacional, y prevención cardiovascular y mecanismos de la hipertensión arterial.


Tabla de salvación
El formato de redes, y más con el nuevo paradigma, "no excluye otras formas de investigación, pero es cierto que en este momento de recortes, injustos y desiguales en muchos casos, es casi la única forma de investigar. Hay que potenciar el conocimiento per se, pero ahora prima hacer investigación aplicable, en términos de mejorar la atención y lograr una innovación que revierta en la economía que sustenta el sistema, algo que aún se puede explotar mucho más".

Fernández-Avilés reconoce que antes de la crisis no se tenía tan en cuenta este tema, ni aquí ni en en el resto de Europa, pero "ahora, por ejemplo, se intenta que la industria se incorpore a los proyectos. De hecho, que éstos se concedan depende mucho de que haya partners. Las situaciones duras obligan".

Por eso se podría esperar que cuando pase la crisis -porque hay que confiar en que ocurrirá algún día-, se podría volver a la errónea vía anterior en la que la sostenibilidad no era clave, algo que el coordinador de RIC no descarta: "Esperamos haber aprendido. Los investigadores, incluso los básicos, que han tenido una evolución impresionante, creo que sí han aprendido. Y quienes invierten en biomedicina han sido sensibles al cambio. En cambio, no tengo tan claro que los responsables del Sistema Nacional de Salud hayan entendido que su plataforma se deba dedicar a eso y que la investigación no sólo es prestigio, sino también retorno de la inversión. Lo dicen, pero luego no lo hacen; quizás sea porque no tienen buen asesoramiento".

Se presenta RIC, la red del Carlos III que fusiona Recava, Redinscor y Heracles

Evolución lógica
El planteamiento del Instituto de Salud Carlos III para las redes de investigación incluía tres estapas. Tras el contacto entre investigadores y el inicio de las colaboraciones, ahora toca producir salud y prosperidad.
Problema global
La falta de preocupación acerca del retorno de la inversión en investigación ha sido un problema en toda Europa, no sólo España.
Deberes para la SEC
Las redes no han estado muy conectadas con la Sociedad Española de Cardiología, en parte por falta de sensibilidad de la SEC al promover la investigación biomédica, pese a que los miembros de la red también lo son de la SEC.

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