lunes, 3 de junio de 2013

OMS | Tabaco

OMS | Tabaco


Tabaco

Nota descriptiva n.° 339
Mayo de 2013


Datos y cifras

  • El tabaco mata hasta a la mitad de quienes lo consumen.
  • El tabaco mata a casi seis millones de personas cada año, de las cuales más de 5 millones son o han sido consumidores del producto, y más de 600 000 son no fumadores expuestos a humo de tabaco ajeno. A menos que se tomen medidas urgentes, la cifra anual de muertes podría ascender a más de ocho millones en 2030.
  • Casi el 80% de los mil millones de fumadores que hay en todo el mundo viven en países de ingresos bajos o medios.
  • El consumo de productos de tabaco está aumentando a nivel mundial, aunque está disminuyendo en algunos países de ingresos altos y de ingresos medios-altos.

Una de las principales causas de mortalidad, morbilidad y pobreza

El tabaco es una de las mayores amenazas para la salud pública que ha tenido que afrontar nunca el mundo. Mata a casi 6 millones de personas al año, de las cuales más de 5 millones lo consumen o lo han consumido, y más de 600 000 son personas no fumadoras expuestas al humo ambiental. Cada seis segundos aproximadamente muere una persona a causa del tabaco, lo que representa una de cada 10 defunciones de adultos. Hasta la mitad de los actuales consumidores de tabaco acabarán falleciendo por una enfermedad relacionada con el tabaco. Esa cifra podría elevarse a más de ocho millones en 2030 a menos que se tomen medidas urgentes para controlar la epidemia de tabaquismo.
Casi el 80% de los más de mil millones de fumadores que hay en el mundo viven en países de ingresos bajos o medios, donde mayor es la carga de morbilidad y mortalidad asociada al tabaco.
Los consumidores de tabaco que mueren prematuramente privan a sus familias de ingresos, aumentan el costo de la atención sanitaria y dificultan el desarrollo económico.
En algunos países, los niños de los hogares pobres trabajan con frecuencia en el cultivo de tabaco para aumentar los ingresos familiares. Esos niños son especialmente vulnerables a la enfermedad del tabaco verde, producida por la nicotina que absorbe la piel cuando se manipulan hojas de tabaco húmedas.

Un producto que mata progresivamente

Debido al desfase de varios años entre el momento en que la gente empieza a consumir tabaco y la aparición de problemas de salud, la epidemia de enfermedades y muertes relacionadas con el tabaco no ha hecho más que empezar.
  • El tabaco causó cien millones de muertes en el siglo XX. Si se mantiene la tendencia actual, en el siglo XXI se registrarán hasta mil millones de muertes.
  • Si no se les pone freno, las muertes relacionadas con el tabaco aumentarán hasta más de ocho millones al año para 2030. Más del 80% de esas muertes se producirán en los países de ingresos bajos y medios.

La vigilancia como factor clave

Una vigilancia eficaz permite determinar las dimensiones y la naturaleza de la epidemia de tabaquismo y la mejor manera de adaptar las políticas. Hay 59 países, casi la mitad de la población mundial, que han reforzado sus sistemas de vigilancia para que incluyan datos recientes o representativos sobre ambos, adultos y jóvenes, de modo que cada cinco años como mínimo se reúnan datos de ese tipo. Así y todo, más de cien países carecen de esos o de cualquier otro dato.

El humo ajeno mata

Se considera humo ajeno el que llena restaurantes, oficinas y otros espacios cerrados, cuando la gente quema productos de tabaco como cigarrillos, bidis y pipas de agua. No hay un nivel seguro de exposición al humo de tabaco ajeno.
Todo el mundo debería poder respirar aire sin humo. Las leyes contra el humo protegen la salud de los no fumadores, son bien acogidas, no perjudican a los negocios y animan a los fumadores a dejar el tabaco.[1]
  • Apenas un 11% de la población está protegida por leyes nacionales amplias contra el humo.
  • El número de personas protegidas del humo ajeno se ha más que duplicado hasta alcanzar los 739 millones en 2010, frente a 354 millones en 2008.
  • Casi la mitad de los niños respiran normalmente aire contaminado por humo de tabaco.
  • Más del 40% de los niños tienen al menos un progenitor que fuma.
  • El humo ajeno causa más de 600 000 muertes prematuras cada año.
  • En 2004 los niños representan el 28% de las muertes atribuibles al humo ajeno.
  • El humo del tabaco contiene más de 4000 productos químicos, de los cuales se sabe que al menos 250 son nocivos, y más de 50 causan cáncer.
  • En los adultos, el humo ajeno causa graves trastornos cardiovasculares y respiratorios, en particular coronariopatías y cáncer de pulmón. Entre los lactantes causa muerte súbita, y en las mujeres embarazadas, niños con bajo peso de nacimiento.

Los consumidores de tabaco necesitan ayuda para dejarlo

Diversos estudios muestran que son pocas las personas que comprenden los riesgos específicos para la salud que entraña el consumo de tabaco. Por ejemplo, un estudio realizado en China en 2009 reveló que solo un 37% de los fumadores sabía que el tabaco es causa de cardiopatía coronaria, y solo un 17% sabía que causa accidentes cerebrovasculares. [2]
Entre los fumadores que son conscientes de los peligros del tabaco, la mayoría desean dejarlo. El asesoramiento y la medicación pueden duplicar con creces la probabilidad de abandonar el tabaco entre quienes intentan hacerlo.
  • Solo 19 países, que representan el 6% de la población mundial, han logrado aplicar el máximo nivel de prohibición de la publicidad, la promoción y el patrocinio del tabaco.
  • En el 28% de los países de ingresos bajos y el 7% de los de ingresos medios no se ofrece asistencia alguna para abandonar el tabaco.

Las advertencias gráficas funcionan

Las advertencias textuales y gráficas impactantes –en especial las que incluyen imágenes- causan una disminución del número de niños que empiezan a fumar y un aumento del número de fumadores que dejan el tabaco.
Los estudios llevados a cabo tras implantarse las advertencias gráficas en el Brasil, el Canadá, Singapur y Tailandia muestran sistemáticamente que esas advertencias fomentan considerablemente la toma de conciencia de la gente acerca de los peligros del consumo de tabaco.

Las campañas emprendidas en los medios de información también pueden reducir el consumo de tabaco, motivando a la gente para que proteja a los no fumadores y convenciendo a los jóvenes para que abandonen el tabaco.

  • Solo hay 19 países, un 15% de la población mundial, que cumplan las mejores prácticas sobre las advertencias gráficas, que comprenden la inclusión de advertencias en el idioma local y la exigencia de que ocupen como promedio al menos la mitad del anverso y el reverso de los paquetes de cigarrillos. Ningún país de ingresos bajos satisface ese nivel exigido por las prácticas óptimas.
  • Hay en total 42 países, un 42% de la población mundial, que obligan a insertar advertencias gráficas
  • Las advertencias gráficas pueden convencer a los fumadores de la necesidad de proteger a los no fumadores evitando el consumo de tabaco en el hogar y cerca de los niños.
  • Más de 1900 millones de personas, el 28% de la población mundial, viven en los 23 países que han emprendido al menos una gran campaña contra el tabaco en los medios de información en los últimos dos años.

La prohibición de la publicidad reduce el consumo

La medidas de prohibición de la publicidad, la promoción y el patrocinio del tabaco pueden reducir el consumo.
  • La prohibición general de todas las formas de publicidad, promoción y patrocinio del tabaco permitiría reducir el consumo de tabaco en un 7% aproximadamente como media, pero en algunos países se podría lograr una disminución de hasta el 16%.
  • Solo 19 países, que representan el 6% de la población mundial, han implantado medidas generales de prohibición de la publicidad, la promoción y el patrocinio del tabaco.
  • El 46% de la población mundial vive en países que no prohíben la distribución gratuita de productos de tabaco.

Los impuestos tienen un efecto disuasorio

Los impuestos al tabaco son la opción más eficaz para reducir su consumo, especialmente entre los jóvenes y los pobres. Un 10% de aumento de esos impuestos reduce el consumo de tabaco aproximadamente un 4% en los países de ingresos altos y un 8% en los países de ingresos bajos o medios.
  • Solo 27 países -menos del 8% de la población mundial- aplican impuestos sobre el tabaco que superen el 75% del precio minorista.
  • En los países sobre los que se dispone de información al respecto, los ingresos obtenidos mediante los impuestos al tabaco equivalen a 154 veces el gasto realizado en medidas de control del tabaco.

Respuesta de la OMS

La OMS ha contraído el compromiso de contribuir a la lucha mundial contra el consumo de tabaco. El Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco entró en vigor en febrero de 2005. Desde entonces se ha convertido en uno de los tratados más ampliamente adoptados en la historia de las Naciones Unidas, suscrito por más de 170 Partes que representan el 87% de la población mundial. El Convenio es el instrumento más importante de control del tabaco de que dispone la OMS y marca un hito en la promoción de la salud pública. Es un tratado basado en la evidencia que reafirma el derecho de la gente al nivel más alto posible de salud, dota de dimensiones jurídicas a la cooperación sanitaria internacional, y establece criterios estrictos para vigilar el cumplimiento.
En 2008 la OMS introdujo un conjunto de medidas encaminadas a combatir el consumo de tabaco y ayudar a los países a aplicar el Convenio Marco de la OMS. Conocidas por su acrónimo, MPOWER, las medidas se consideran «buenos productos» y «productos óptimos» en el ámbito del control del tabaco. Cada medida corresponde por lo menos a una disposición del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco.
  • Vigilar el consumo de tabaco y las medidas de prevención
  • Proteger a la población del humo de tabaco
  • Ofrecer ayuda para el abandono del tabaco
  • Advertir de los peligros del tabaco
  • Hacer cumplir las prohibiciones sobre publicidad, promoción y patrocinio
  • Aumentar los impuestos al tabaco.
Para mayor información, favor de contactar:
WHO Media centre
Teléfono: +41 22 791 2222
E-mail: mediainquiries@who.int

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