domingo, 9 de junio de 2013

Preventing Chronic Disease | Increasing Physical Activity in Under-Resourced Communities Through School-Based, Joint-Use Agreements, Los Angeles County, 2010–2012 - CDC

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Preventing Chronic Disease | Increasing Physical Activity in Under-Resourced Communities Through School-Based, Joint-Use Agreements, Los Angeles County, 2010–2012 - CDC

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Increasing Physical Activity in Under-Resourced Communities Through School-Based, Joint-Use Agreements, Los Angeles County, 2010–2012

Mariah Lafleur, MPH; Eloisa Gonzalez, MD, MPH; Liz Schwarte, MPH; Rajni Banthia, PhD; Tony Kuo, MD, MSHS; Joanie Verderber, PhD; Paul Simon, MD, MPH

Suggested citation for this article: Lafleur M, Gonzalez E, Schwarte L, Banthia R, Kuo T, Verderber J, et al. Increasing Physical Activity in Under-Resourced Communities Through School-Based, Joint-Use Agreements, Los Angeles County, 2010–2012. Prev Chronic Dis 2013;10:120270. DOI: http://dx.doi.org/10.5888/pcd10.120270External Web Site Icon.
PEER REVIEWED

Abstract

Introduction
Few studies have examined how joint-use agreements between schools and communities affect use of school facilities after hours for physical activity in under-resourced communities. The objective of this study was to assess whether these agreements can increase community member use of these opened spaces outside of school hours.
Methods
Trained observers conducted school site observations after joint-use agreements were implemented in 7 Los Angeles County school districts. All 7 districts had disproportionately high adult and child obesity rates, and all had executed a joint-use agreement between schools and community or government entities from January 2010 through December 2012. To assess use, we adapted the System for Observing Play and Recreation in Communities (SOPARC) instrument to record the number, demographic characteristics, and physical activity levels of community members who used the joint-use school sites. To supplement observations, we collected contextual information for each location, including the existence of physical activity programs at the site and the condition of exercise equipment.
Results
We completed 172 SOPARC observations and related environmental assessments for 12 school sites. Observations made on 1,669 site users showed that most of them were Hispanic and nearly half were adults; three-quarters engaged in moderate to vigorous physical activity. Community member use of school sites was 16 times higher in joint-use schools that had physical activity programs than in schools without such programs.
Conclusion
Joint-use agreements are a promising strategy for increasing moderate to vigorous physical activity among adults and children in under-resourced communities. Providing physical activity programs may substantially increase after-hours use of school facilities by community members.

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Aumento de la actividad física en comunidades con pocos recursos mediante acuerdos de uso compartido de las escuelas, condado Los Ángeles, 2010–2012

Mariah Lafleur, MPH; Eloisa Gonzalez, MD, MPH; Liz Schwarte, MPH; Rajni Banthia, PhD; Tony Kuo, MD, MSHS; Joanie Verderber, PhD; Paul Simon, MD, MPH

Citación sugerida para este artículo: Lafleur M, Gonzalez E, Schwarte L, Banthia R, Kuo T, Verderber J, et al. Increasing Physical Activity in Under-Resourced Communities Through School-Based, Joint-Use Agreements, Los Angeles County, 2010–2012. Prev Chronic Dis 2013;10:120270. DOI: http://dx.doi.org/10.5888/pcd10.120270Aclaraci?n sobre los enlaces a sitios web externos.
REVISADO POR EXPERTOS

Resumen

Introducción
Pocos estudios han examinado la manera en que los acuerdos de uso compartido entre escuelas y comunidades afectan la utilización de instalaciones escolares después del horario de clases para actividades físicas en comunidades con pocos recursos. El objetivo de este estudio fue evaluar si estos acuerdos pueden aumentar el uso de estos espacios abiertos fuera del horario de clases por parte de los miembros de la comunidad
Métodos
Monitores capacitados realizaron observaciones en las escuelas luego de la implementación de los acuerdos de uso compartido en 7 distritos escolares del condado Los Ángeles. Los 7 distritos tenían tasas de obesidad desproporcionadamente altas en adultos y niños, y todos habían formalizado un acuerdo de uso compartido entre las escuelas y las comunidades o entidades gubernamentales entre enero del 2010 y diciembre del 2012. Para evaluar el uso, adaptamos el instrumento del Sistema para Observar el Juego y la Recreación en las Comunidades (SOPARC, por sus siglas en inglés) para registrar la cantidad, las características demográficas y los niveles de actividad física de los miembros de la comunidad que utilizaron los lugares de uso compartido de las escuelas. Para complementar las observaciones, recolectamos información contextual de cada lugar, incluida la existencia de programas de actividad física en el sitio y la condición en que se encontraba el equipo para hacer ejercicio.
Resultados
Completamos 172 observaciones SOPARC y evaluaciones del entorno pertinentes en los sitios de 12 escuelas. Las observaciones hechas a 1,669 usuarios del lugar mostraron que la mayoría de ellos eran hispanos y que casi la mitad eran adultos; tres cuartos de ellos participaron en actividades físicas moderadas a vigorosas. El uso de las escuelas por parte de miembros de la comunidad fue 16 veces más alto en escuelas de uso compartido que tenían programas de actividad física que en aquellas que no tenían dichos programas.
Conclusión
Los acuerdos de uso compartido son una estrategia prometedora para aumentar la actividad física moderada a vigorosa entre los adultos y niños en comunidades con pocos recursos. Proveer programas de actividad física puede aumentar considerablemente el uso de las instalaciones escolares después del horario de clases por parte de miembros de la comunidad.

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