martes, 25 de junio de 2013

WHO | WHO report highlights violence against women as a ‘global health problem of epidemic proportions’

WHO | WHO report highlights violence against women as a ‘global health problem of epidemic proportions’

OMS | Informe de la OMS destaca que la violencia contra la mujer es “un problema de salud global de proporciones epidémicas”

Informe de la OMS destaca que la violencia contra la mujer es “un problema de salud global de proporciones epidémicas”

Nuevas guías de práctica clínica y de políticas lanzadas para orientar la respuesta del sector salud

Comunicado de prensa
La violencia física o sexual es un problema de salud pública que afecta a más de un tercio de todas las mujeres a nivel mundial, según un nuevo informe publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en colaboración con la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres y el Consejo de Investigación Médica de Sudáfrica.
El informe, Estimaciones mundiales y regionales de la violencia contra la mujer: prevalencia y efectos de la violencia conyugal y de la violencia sexual no conyugal en la salud, es el primer estudio sistemático de los datos mundiales sobre la prevalencia de la violencia contra las mujeres, ejercida tanto por la pareja como por otras personas. Cerca del 35% de todas las mujeres experimentarán hechos de violencia ya sea en la pareja o fuera de ella en algún momento de sus vidas. El estudio revela que la violencia de pareja es el tipo más común de violencia contra la mujer, ya que afecta al 30% de las mujeres en todo el mundo.
El estudio destaca la necesidad de que todos los sectores se comprometan en eliminar la tolerancia de la violencia contra las mujeres y en dar mejor apoyo a las mujeres que la experimentan. Las nuevas guías de práctica clínica de la OMS, presentadas junto a este informe, tienen por objetivo ayudar a los países a mejorar la capacidad de su sector de la salud en responder a la violencia contra las mujeres.

Impacto en la salud física y mental

El informe detalla el impacto de la violencia sobre la salud física y mental de mujeres y niñas. Este impacto puede ir desde huesos rotos hasta complicaciones vinculadas a embarazos, problemas mentales y un deterioro en el funcionamiento social.
"Estos hallazgos envían un mensaje poderoso: que la violencia contra las mujeres es un problema de salud mundial de proporciones epidémicas", señaló la doctora Margaret Chan, Directora General de la OMS. "También vemos que los sistemas de salud del mundo pueden y deben hacer más por las mujeres que sufren violencia", afirmó.
Las principales conclusiones del informe en cuanto a los impactos en la salud por la violencia ejercida por la pareja fueron:
  • Muerte y lesiones – El estudio encontró que a nivel mundial, el 38% de todas las mujeres asesinadas fueron asesinadas por sus parejas, y el 42% de las mujeres que han experimentado violencia física o sexual a manos de su pareja resultaron lesionadas.
  • Depresión – La violencia conyugal contribuye de manera importante a los problemas de salud mental de las mujeres, en tanto las mujeres que han sufrido violencia de pareja tienen casi el doble de probabilidades de sufrir depresión en comparación con las que no padecieron ningún tipo de violencia.
  • Problemas del uso alcohol – Mujeres que sufren violencia de pareja son casi dos veces más propensas a tener problemas con el uso del alcohol.
  • Infecciones de transmisión sexual – Mujeres que sufren violencia de pareja física y/o sexual tienen 1,5 veces más probabilidades de contraer sífilis, clamidia o gonorrea. En algunas regiones (incluida el África subsahariana) tienen 1,5 veces más probabilidades de contraer el VIH.
  • Embarazo no deseado y aborto – Tanto la violencia de pareja y la violencia sexual de personas que no son pareja se asocian con el embarazo no deseado. Según este informe, las mujeres que sufren violencia de pareja física y/o sexual tienen el doble de probabilidades de tener un aborto que las mujeres que no sufren este tipo de violencia.
  • Bebés con bajo peso al nacer – Las mujeres que sufren violencia de pareja tienen un 16% más de probabilidades de tener un bebé de bajo peso al nacer.
"Estos nuevos datos demuestran que la violencia contra las mujeres es extremadamente frecuente. Necesitamos invertir de manera urgente en la prevención para hacer frente a las causas subyacentes de este problema mundial de la salud de la mujer", dijo el profesor Charlotte Watts, de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres.

Necesidad de una mejor información y una mayor atención a la prevención

El miedo al estigma impide que muchas mujeres denuncien la violencia sexual fuera de la pareja. Otras barreras para la recolección de datos incluyen el hecho de que pocos países recopilan información sobre este tipo de violencia que sobre la violencia ejercida por la pareja. Además, muchas encuestas sobre la violencia sexual fuera de la pareja emplean enfoques de medición menos sofisticados que los utilizados en el monitoreo de violencia de pareja.
"Esta revisión pone de manifiesto la falta de datos sobre la violencia sexual por parte de personas que no son pareja, incluso en zonas de conflicto", indicó el doctor Naeemah Abrahams, del Consejo de Investigación Médica de Sudáfrica. "Necesitamos que más países midan la violencia sexual y utilicen los mejores instrumentos de medición que estén disponibles", agregó.
Pese a estos obstáculos, la revisión encontró que el 7,2% de las mujeres a nivel mundial reportó ser objeto de violencia fuera de la pareja sexual. Como resultado de esta violencia, estas mujeres fueron 2,3 veces más propensas a tener trastornos por el uso del alcohol y tuvieron 2,6 veces más probabilidades de tener depresión o ansiedad, probabilidades algo más altas que las mujeres que sufrieron violencia de pareja.
El informe aboga por incrementar los esfuerzos globales para prevenir todo tipo de violencia contra las mujeres, con un abordaje de los factores sociales y culturales que están detrás de esa violencia.

Recomendaciones para el sector salud

El informe también enfatiza la necesidad urgente de mejorar la atención a las mujeres que han experimentado. Estas mujeres a menudo buscan atención médica, sin revelar necesariamente la causa de sus lesiones o problemas de salud.
"Los resultados del informe muestran que la violencia aumenta la vulnerabilidad de las mujeres a una gama de problemas de salud a corto y largo plazo; ponen de relieve la necesidad de que el sector de la salud tome la violencia contra las mujeres como un problema más serio", sostuvo la doctora Claudia García-Moreno de la OMS. "En muchos casos, esto se debe a que los trabajadores de salud simplemente no saben cómo responder", explicó.
Nuevos lineamientos de la OMS para la práctica clínica y para políticas, publicados hoy, buscan abordar esta falta de conocimiento. Estas guías subrayan la importancia de la formación del personal de salud en todos los niveles para que puedan reconocer cuando las mujeres están en riesgo de violencia en la pareja y para puedan saber cómo brindar una respuesta adecuada.
También señalan que algunos establecimientos de salud, como los servicios de atención prenatal y los lugares de testeo del VIH, pueden proporcionar oportunidades para apoyar a las sobrevivientes de la violencia, si se cumplen ciertos requisitos mínimos:
  • Los proveedores de salud han sido capacitados sobre cómo preguntar acerca de la violencia.
  • Hay procedimientos establecidos.
  • La consulta se lleva a cabo en un lugar privado.
  • Se garantiza la confidencialidad.
  • Hay un sistema de referencia en funcionamiento para asegurar que las mujeres puedan acceder a los servicios necesarios.
  • En caso de abuso sexual, los centros de salud deben estar preparados para dar la respuesta integral que las mujeres necesitan, de manera de hacer frente a las consecuencias de la salud tanto física como mental.
Los autores del informe destacan la importancia de utilizar estas directrices para incorporar las cuestiones de la violencia en los programas médicos y de enfermería, así como durante la capacitación en el lugar de trabajo.
La OMS comenzará a trabajar a finales de junio con los países del sudeste asiático para implementar las nuevas recomendaciones. La Organización colaborará con los ministerios de salud, organizaciones no gubernamentales (ONG) y otras agencias de las Naciones Unidas para difundir las directrices, y apoyar su adaptación y uso.

Notas para los editores

En marzo de 2013, en la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer en Nueva York, la doctora Chan se unió al Secretario General y a los jefes de otras agencias de la ONU en un llamado a dar tolerancia cero a la violencia contra las mujeres.

Acerca del informe

El informe fue elaborado por la OMS, la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres y el Consejo de Investigación Médica de Sudáfrica. Es la primera revisión sistemática y síntesis de datos científicos sobre la prevalencia de dos formas de violencia contra la mujer - violencia por parte de su pareja y violencia sexual por parte de quien no es su pareja. Este informe muestra, por primera vez, estimaciones mundiales y regionales sobre la prevalencia de estas dos formas de violencia, generadas a partir de datos de la población de todo el mundo recopilados de manera sistemática. El informe documenta los efectos de la violencia en la salud física, mental, sexual y reproductiva de las mujeres. Se basó en revisiones sistemáticas de datos sobre la asociación entre las diferentes formas de violencia consideradas y los resultados específicos de salud.

Información regional

El informe presenta datos regionales de acuerdo a las regiones de la OMS.
En cuanto a la violencia de pareja, el tipo de violencia contra la mujer sobre el que hay más datos, las regiones más afectadas fueron:
  • Asia Sudoriental – Con 37,7% de prevalencia. Basado en datos agregados de Bangladesh, Timor-Leste (Timor Oriental), India, Myanmar, Sri Lanka, Tailandia.
  • Mediterráneo Oriental – 37% de prevalencia. Basado en datos agregados de Egipto, Irán, Iraq, Jordania, Palestina.
  • África – 36,6% de prevalencia. Basado en datos agregados de Botswana, Camerún, la República Democrática del Congo, Etiopía, Kenya, Lesotho, Liberia, Malawi, Mozambique, Namibia, Ruanda, Sudáfrica, Swazilandia, Uganda, la República Unida de Tanzania, Zambia, Zimbabwe.
Para la combinación entre violencia sexual ejercida por la pareja y por alguien fuera de la pareja o ambas entre todas las mujeres de 15 años o más, las tasas de prevalencia fueron los siguientes:
  • África – 45.6%
  • Américas – 36.1%
  • Asia Sudoriental – 40.2%
  • Europa – 27.2%
  • Mediterráneo Oriental – 36.4% (no había datos disponibles para violencia sexual fuera de la pareja en esta región)
  • Pacífico Occidental – 27.9%
  • Países de altos ingresos – 32.7%

Contactos para los medios informativos:

Fadéla Chaib
OMS
Tel: +41 22 791 3228
Mobile: +41 79 475 5556
Email: chaibf@who.int
Jenny Orton/Katie Steels
London School of Hygiene & Tropical Medicine
Tel: +44 (0)20 7927 2802
Email: press@lshtm.ac.uk
Keletso Ratsela
South African Medical Research Council
Tel: +27 12 339 8500, +27 82 804 8883
Email: Keletso.Ratsela@mrc.ac.za



WHO report highlights violence against women as a ‘global health problem of epidemic proportions’

New clinical and policy guidelines launched to guide health sector response

News release
Physical or sexual violence is a public health problem that affects more than one third of all women globally, according to a new report released by WHO in partnership with the London School of Hygiene & Tropical Medicine and the South African Medical Research Council.
The report, Global and regional estimates of violence against women: Prevalence and health effects of intimate partner violence and non-partner sexual violence, represents the first systematic study of global data on the prevalence of violence against women – both by partners and non-partners. Some 35% of all women will experience either intimate partner or non-partner violence. The study finds that intimate partner violence is the most common type of violence against women, affecting 30% of women worldwide.
The study highlights the need for all sectors to engage in eliminating tolerance for violence against women and better support for women who experience it. New WHO guidelines, launched with the report, aim to help countries improve their health sector’s capacity to respond to violence against women.

Impact on physical and mental health

The report details the impact of violence on the physical and mental health of women and girls. This can range from broken bones to pregnancy-related complications, mental problems and impaired social functioning.
“These findings send a powerful message that violence against women is a global health problem of epidemic proportions,” said Dr Margaret Chan, Director-General, WHO. “We also see that the world’s health systems can and must do more for women who experience violence.”
The report’s key findings on the health impacts of violence by an intimate partner were:
  • Death and injury – The study found that globally, 38% of all women who were murdered were murdered by their intimate partners, and 42% of women who have experienced physical or sexual violence at the hands of a partner had experienced injuries as a result.
  • Depression – Partner violence is a major contributor to women’s mental health problems, with women who have experienced partner violence being almost twice as likely to experience depression compared to women who have not experienced any violence.
  • Alcohol use problems – Women experiencing intimate partner violence are almost twice as likely as other women to have alcohol-use problems.
  • Sexually transmitted infections – Women who experience physical and/or sexual partner violence are 1.5 times more likely to acquire syphilis infection, chlamydia, or gonorrhoea. In some regions (including sub-Saharan Africa), they are 1.5 times more likely to acquire HIV.
  • Unwanted pregnancy and abortion – Both partner violence and non-partner sexual violence are associated with unwanted pregnancy; the report found that women experiencing physical and/or sexual partner violence are twice as likely to have an abortion than women who do not experience this violence.
  • Low birth-weight babies – Women who experience partner violence have a 16% greater chance of having a low birth-weight baby.
“This new data shows that violence against women is extremely common. We urgently need to invest in prevention to address the underlying causes of this global women’s health problem.” said Professor Charlotte Watts, from the London School of Hygiene & Tropical Medicine.

Need for better reporting and more attention to prevention

Fear of stigma prevents many women from reporting non-partner sexual violence. Other barriers to data collection include the fact that fewer countries collect this data than information about intimate partner violence, and that many surveys of this type of violence employ less sophisticated measurement approaches than those used in monitoring intimate partner violence.
“The review brings to light the lack of data on sexual violence by perpetrators other than partners, including in conflict-affected settings,” said Dr Naeemah Abrahams from the SAMRC. “We need more countries to measure sexual violence and to use the best survey instruments available.”
In spite of these obstacles, the review found that 7.2% of women globally had reported non-partner sexual violence. As a result of this violence, they were 2.3 times more likely to have alcohol disorders and 2.6 times more likely to suffer depression or anxiety – slightly more than women experiencing intimate partner violence.
The report calls for a major scaling up of global efforts to prevent all kinds of violence against women by addressing the social and cultural factors behind it.

Recommendations to the health sector

The report also emphasizes the urgent need for better care for women who have experienced violence. These women often seek health-care, without necessarily disclosing the cause of their injuries or ill-health.
“The report findings show that violence greatly increases women’s vulnerability to a range of short- and long-term health problems; it highlights the need for the health sector to take violence against women more seriously,” said Dr Claudia Garcia-Moreno of WHO. “In many cases this is because health workers simply do not know how to respond.”
New WHO clinical and policy guidelines released today aim to address this lack of knowledge. They stress the importance of training all levels of health workers to recognize when women may be at risk of partner violence and to know how to provide an appropriate response.
They also point out that some health-care settings, such as antenatal services and HIV testing, may provide opportunities to support survivors of violence, provided certain minimum requirements are met.
  • Health providers have been trained how to ask about violence.
  • Standard operating procedures are in place.
  • Consultation takes place in a private setting.
  • Confidentiality is guaranteed.
  • A referral system is in place to ensure that women can access related services.
  • In the case of sexual assault, health care settings must be equipped to provide the comprehensive response women need – to address both physical and mental health consequences.
The report’s authors stress the importance of using these guidelines to incorporate issues of violence into the medical and nursing curricula as well as during in-service training.
WHO will begin to work with countries in South-East Asia to implement the new recommendations at the end of June. The Organization will partner with ministries of health, non-governmental organizations (NGOs) and sister United Nations agencies to disseminate the guidelines, and support their adaptation and use.

Notes to Editors:

In March 2013, Dr Chan joined the UN Secretary General and the heads of other UN entities in a call for zero tolerance for violence against women at the Commission on the Status of Women in New York. During the Sixty-sixth World Health Assembly in May 2013, seven governments - Belgium, India, Mexico, Netherlands, Norway, United States of America, and Zambia - declared violence against women and girls "a major global public health, gender equality and human rights challenge, touching every country and every part of society" and proposed the issue should appear on the agenda of the Sixty-seventh World Health Assembly.

For more information please contact:

Fadéla Chaib
WHO
Telephone: +41 22 791 3228
Mobile: +41 79 475 5556
E-mail: chaibf@who.int

Jenny Orton/Katie Steels
London School of Hygiene & Tropical Medicine
Telephone: +44 (0)20 7927 2802
E-mail: press@lshtm.ac.uk

Keletso Ratsela
South African Medical Research Council
Telephone: +27 12 339 8500, +27 82 804 8883
E-mail: Keletso.Ratsela@mrc.ac.za

About the report

The report was developed by WHO, the London School of Hygiene & Tropical Medicine and the South African Medical Research Council. It is the first systematic review and synthesis of the body of scientific data on the prevalence of two forms of violence against women – violence by an intimate partner and sexual violence by someone other than an intimate partner. It shows for the first time, aggregated global and regional prevalence estimates of these two forms of violence, generated using population data from all over the world that have been compiled in a systematic way. The report documents the effects of violence on women’s physical, mental, sexual and reproductive health. This was based on systematic reviews looking at data on the association between the different forms of violence considered and specific health outcomes.

Regional data

The report represents data regionally according to WHO regions*.
For intimate partner violence, the type of violence against women for which more data were available, the worst affected regions were:
  • South-East Asia - 37.7% prevalence. Based on aggregated data from Bangladesh, Timor-Leste (East Timor), India, Myanmar, Sri Lanka, Thailand.
  • Eastern Mediterranean - 37% prevalence. Based on aggregated data from Egypt, Iran, Iraq, Jordan, Palestine.
  • Africa – 36.6% prevalence. Based on aggregated data from Botswana, Cameroon, Democratic Republic of Congo, Ethiopia, Kenya, Lesotho, Liberia, Malawi, Mozambique, Namibia, Rwanda, South Africa, Swaziland, Uganda, United Republic of Tanzania, Zambia, Zimbabwe.
For combined intimate partner and non-partner sexual violence or both among all women of 15 years or older, prevalence rates were as follows:
  • Africa – 45.6%
  • Americas – 36.1%
  • Eastern Mediterranean – 36.4%* (No data were available for non-partner sexual violence in this region)
  • Europe – 27.2%
  • South-East Asia – 40.2%
  • Western Pacific – 27.9%
  • High income countries – 32.7%

*WHO regions

WHO Africa Region: Algeria, Angola, Benin, Botswana, Burkina Faso, Burundi, Cameroon, Cape Verde, Central African Republic, Chad, Comoros, Congo, Côte d’Ivoire, Democratic Republic of the Congo, Equatorial Guinea, Eritrea, Ethiopia, Gabon, Gambia, Ghana, Guinea, ,Guinea Bissau, Kenya, Lesotho, Liberia, Madagascar, Malawi, Mali, Mauritania, Mauritius, Mozambique, Namibia, Niger, Nigeria, Rwanda, Sao Tome and Principe, Senegal, Seychelles, Sierra Leone, South Africa, Swaziland, Togo, Uganda, United Republic of Tanzania, Zambia, Zimbabwe.
WHO Region of the Americas: Antigua and Barbuda, Argentina, Bahamas, Barbados, Belize, Bolivia (Plurinational State of), Brazil, Canada, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Dominica, Dominican Republic, Ecuador, El Salvador, Grenada, Guatemala, Guyana, Haiti, Honduras, Jamaica, Mexico, Nicaragua, Panama, Paraguay, Peru, Saint Kitts and Nevis, Saint Lucia, Saint Vincent and the Grenadines, Suriname, Trinidad and Tobago, United States of America, Uruguay, Venezuela (Bolivarian Republic of).
WHO Eastern Mediterranean Region: Afghanistan, Bahrain, Djibouti, Egypt, Iran (Islamic Republic of), Iraq, Jordan, Kuwait, Lebanon, Libya, Morocco, Oman, Pakistan, Qatar, Saudi Arabia, Somalia, South Sudan, Sudan, Syrian Arab Republic, Tunisia, United Arab Emirates, Yemen.
WHO European Region: .Albania, Andorra, Armenia, Austria, Azerbaijan, Belarus, Belgium, Bosnia and Herzegovina, Bulgaria, Croatia, Cyprus, Czech Republic, Denmark, Estonia, Finland, France, Georgia, Germany, Greece, Hungary, Iceland, Ireland, Israel, Italy, Kazakhstan, Kyrgyzstan, Latvia, Lithuania, Luxembourg, Malta, Monaco, Montenegro, Netherlands, Norway, Poland, Portugal, Republic of Moldova, Romania, Russian Federation, San Marino, Serbia, Slovakia, Slovenia, Spain, Sweden, Switzerland, Tajikistan, The former Yugoslav Republic of Macedonia, Turkey, Turkmenistan, Ukraine, United Kingdom, Uzbekistan.
WHO South-East Asia Region: Bangladesh, Bhutan, Democratic People's Republic of Korea, India, Indonesia, Maldives, Myanmar, Nepal, Sri Lanka, Thailand, Timor-Leste.
WHO Western Pacific Region: Australia, Brunei Darussalam, Cambodia, China, Cook Islands, Fiji, Japan, Kiribati, Lao People's Democratic Republic, Malaysia, Marshall Islands, Micronesia (Federated States of), Mongolia, Nauru, New Zealand, Niue, Palau, Papua New Guinea, Philippines, Republic of Korea, Samoa, Singapore, Solomon Islands, Tonga, Tuvalu, Vanuatu, Viet Nam.


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