lunes, 14 de octubre de 2013

Pacto Sanidad-Foro: la falsilla para evaluar la política sanitaria de Rajoy - DiarioMedico.com

Pacto Sanidad-Foro: la falsilla para evaluar la política sanitaria de Rajoy - DiarioMedico.com

debate sobre el acuerdo

Pacto Sanidad-Foro: la falsilla para evaluar la política sanitaria de Rajoy

OMC y CESM confían en la voluntad del Gobierno de desarrollar sus compromisos, pero CCOO y CSI-F rechazan un acuerdo "excluyente" que no suma a regiones, sindicatos y oposición política.
Álvaro Sánchez León. Madrid | alvaro.sanchez@colaboradoresunidadeditorial.es   | 14/10/2013 00:00

Antonio Cabrera,  Carlos Moreno, Fernando Molina, Francisco Miralles y Serafín Romero
Antonio Cabrera, secretario general de Sanidad de CCOO; Carlos Moreno, subdirector de Recursos Humanos del Ministerio de Sanidad; Fernando Molina, presidente de Sanidad de CSI-F; Francisco Miralles, secretario general de CESM, y Serafín Romero, secretario general de la OMC, en un momento del debate en la sede de Diario Médico. (José Luis Pindado)
 
 
El 30 de julio de 2013, mientras España ultimaba sus maletas para la Operación Salida, los telediarios abrieron con una noticia: el Gobierno de España y el Foro de la Profesión Médica firmaban un acuerdo básico en el que se ponían negro sobre blanco los debe y las buenas intenciones sanitarias del Ejecutivo de Mariano Rajoy.

Poco después del flash de la foto del presidente del Gobierno y Ana Mato con los representantes del Foro (Organización Médica Colegial, CESM, Facme, Consejo Nacional de Especialidades, Conferencia de Decanos de Medicina, Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina), el universo digital primero, y el periodístico, después, arrancó el camino de los parabienes, las críticas, las dudas... Y según el nivel de la perplejidad o desconfianza, el grito, la impugnación, el rechazo, o el rompemos-la-baraja.

En este contexto, y antes de que el 21 de octubre el Ministerio de Sanidad explique este acuerdo en la conferencia conjunta, Diario Médico ha reunido a cinco protagonistas del acuerdo y del debate en los medios para analizar la gestación, el contenido, el futuro, las lagunas y las condiciones para determinar si este pacto se queda en una foto de verano o si se convierte en la primera piedra de lo que la gran mayoría de los agentes sanitarios llevan pidiendo desde hace años: el ansiado Pacto de Estado por la Sanidad, casi el único sintagma preposicional que une a todas las sensibilidades y a todos los intereses sanitarios del país.

Se convoca para la ocasión a Serafín Romero, secretario general de la OMC; Francisco Miralles, secretario general de CESM; Antonio Cabrera, secretario general de Sanidad de CCOO; Fernando Molina, presidente de Sanidad de CSI-F, y Carlos Moreno, subdirector de Recursos Humanos del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales, e Igualdad. La intención era contar también con José Martínez Olmos, portavoz de Sanidad en el Grupo Socialista del Congreso de los Diputados, pero el protagonista principal de la oposición política sanitaria prefiere no participar. La primera palabra del debate fue una elocuente ausencia.

Después de escuchar sus opiniones a favor y en contra, sus avisos, sus recomendaciones, sus análisis, sus propuestas y sus profecías, se puede llegar a la conclusión de que hoy el pacto liderado por el propio Mariano Rajoy es sólo un acuerdo de intenciones. Los asistentes consideran que si de este texto, solemnemente rubricado, no sale el Pacto de Estado de la Sanidad sumando a todos; si no logra avanzar en las políticas "paralizadas" de recursos humanos; si no consigue que las unidades de gestión clínica sean la fórmula ideal "contra las privatizaciones y las externalizaciones", y si no se va ejecutando punto por punto cada compromiso, al final esas once páginas serán un pacto de intenciones frustradas.

Sin embargo, los firmantes consideran que si sobrevive a los prejuicios y a sus defectos de fábrica, si de verdad este es el brote verde de la sanidad española, entonces puede ser un guión para la reactivación y no una foto oportunista.


Criticar o sumar
En el debate hay dos corrientes: en la primera, los presentantes del ministerio, la OMC y CESM, que quieren que el pacto prospere, aunque cada cual tiene sus propios matices sobre su gestión, su contenido, su viabilidad y sus claves del éxito. En la segunda, los sindicatos de clase representados por CCOO y CSI-F: ambos han anunciado que impugnarán el pacto, y con eso ya está dicho casi todo.

Cabrera lo ve "efectista, pero no efectivo". Para él, el acuerdo es excluyente y no aglutina los tres pilares que considera esenciales: el pacto político, el social, y el institucional". Para él, un pacto sin PSOE, CCOO, UGT, CEOE y Cepyme "adolece de legitimidad. Firmar un pacto conmigo y con mis amigos excluyendo a los demás es difícil que busque el consenso".

Molina, de CSI-F, cree que el pacto entre el Gobierno y el Foro de la Profesión Médica es "un buen guión" para el verdadero acuerdo global, pero disiente "en la forma y en su gestión. A nosotros nadie nos ha consultado nada en ningún momento".

El subdirector de Recursos Humanos de Sanidad ha querido remarcar durante el encuentro que la voluntad de Mato es sumar a todos. Admite que "este pacto no es fácil, pero había que empezar por algún sitio". Según dice varias veces, la subtrama del ministerio cuenta con incorporar nuevos firmantes en varias fases adicionales: en primer lugar, contar con todas las comunidades. En su opinión, la reunión informal de consejeros de Sanidad en Barcelona del pasado mes de septiembre fue el pistoletazo de salida para intentar conquistar sus voluntades. CSI-F piensa otra cosa. Su presidente de Sanidad considera que "allí se les vendió un acuerdo cerrado y no todas están dispuestas a tragar".

Después, Sanidad cuenta con transmitir bien la idea del acuerdo para sumar el apoyo del PSOE y del resto de fuerzas políticas, a pesar del escepticismo del resto de la mesa, que ya han escuchado los titulares contrarios de una oposición que "no quiere respaldar pactos partidistas".

Y la intención del ministerio es aglutinar también en los abajo firmantes a los pacientes: "Ellos son el centro del sistema sanitario, y contaremos con ellos, como no puede ser de otra manera, para incluir la voz de los enfermos y de la sociedad en un acuerdo que quiere ser columna vertebral del futuro de la sanidad española".


Compromiso global
Romero y Miralles animan a sumar voluntades. Para el secretario general de la OMC, "firmar este pacto para nosotros no es un acuerdo con el ministerio. Es firmar un compromiso público del Gobierno. Y si no se cumple, lo denunciaremos". Contra los críticos, subraya con fuerza que "es importante que quede claro que esto no es el Pacto de Estado. Esto es un acuerdo entre el Gobierno y la profesión médica. Y que cada cual opine lo que quiera sobre el texto y su legitimidad, pero que se sepa que la OMC representa por ley a toda la profesión médica".

El secretario general de CESM ve en el texto "las guías para consolidar la sanidad pública y la gestión pública". Además, espera que ésta sea la primera piedra "del pacto político por la Sanidad".
Las dos voces más destacadas del Foro de la Profesión Médica coinciden en que, aunque el texto firmado no incluye todas sus demandas, "recoge la esencia de lo que consideramos como nuestro modelo del Sistema Nacional de Salud".

CCOO -y previsiblemente UGT- no comulga con el texto, ni lo hará, aunque Sanidad le facilite un acercamiento colateral. Su secretario general de Sanidad espera a que llegue el Pacto de Toledo del sistema sanitario con todos los protagonistas necesarios en el pie de foto. Si no, nada y nunca. Como cuenta Cabrera, "ya tuvimos la posibilidad de un pacto más audaz con Trinidad Jiménez, pero no lo suscribimos precisamente porque no hubo forma de lograr el consenso, a pesar de que hubo hasta una comisión parlamentaria en el Congreso y propuestas también de los representantes de la profesión médica. Pero ni PP ni PNV quisieron al final firmar el texto, y entonces entendimos que había que dar marcha atrás. Si antes hicimos algo así, ahora la desconfianza es mucho mayor".

Aunque el Ministerio de Sanidad y los representantes de la profesión médica creen que las divergencias nacen de un problema de comunicación y confían en superar los prejuicios con la jornada del 21 de octubre, las voces discordantes, como la de Molina, insisten en que este acuerdo es "un desprecio al resto de categorías profesionales sanitarias".

De momento, lo único que puede provocar el vuelco en la intención de apoyo serán los hechos.

Claves del éxito: corregir el RD 16/2012, el foro médico exclusivo y sumar a más

¿Cuáles serán las claves para considerar que este pacto ha sido un éxito? Las respuestas en positivo a esta pregunta las acaparan principalmente los representantes de las instituciones firmantes participantes en el debate: Serafín Romero, secretario general de la OMC, y Francisco Miralles, secretario general de CESM.
Romero remarca que parte de este pacto es enmendar errores del real decreto 16/2012, que ha supuesto una revolución en el rediseño del sistema sanitario. En concreto, destaca una cuestión irrenunciable para que este acuerdo sea un éxito: "Consolidar que el Sistema Nacional de Salud sea realmente universal volviendo a acoger a los inmigrantes irregulares". En esa demanda hay, muy posiblemente, un punto de encuentro con otras instituciones, y con otras sensibilidades. Aunque el resto de participantes no han puesto esas mismas palabras en su boca, muchos han asentido con la cabeza y con los gestos ante esa iniciativa.
El secretario general de la OMC pone también el acento en todos los temas profesionales históricos que lleva reivindicando su organización: el desarrollo del decreto de troncalidad y la puesta en marcha de registro de profesionales, que estará en vigor en el primer cuatrimestre de 2014, según Carlos Moreno.
Foro médico y APD
Miralles ha recalcado el compromiso de instaurar,"antes de los seis meses estipulados", un foro de diálogo propio para los médicos, con la oportuna modificación de la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias que eso conlleva". Y subraya que otra piedra de toque del éxito de este pacto será "que antes del 31 de diciembre se pacte una solución uniforme para los APD y los médicos de cupo y zona, como recoge el texto. Una solución que se negocie y que satisfaga a todos".
Para Sanidad, la clave principal del éxito es conseguir sumar al máximo número de protagonistas posibles.
Al otro lado de la mesa, el secretario general de Sanidad de CCOO ha destacado sus críticas: "En el texto firmado falta todo. En un contexto de pérdida de 52.500 puestos de trabajo sanitarios en dos años, no hay ningún compromiso real en materia de empleo. Tampoco hay un compromiso económico que haga viable lo que es una foto amable para Rajoy en pleno Caso Bárcenas".


VOZ EN ON: Entre el 'paripé' y las esperanzas de los 'e-lectores'

El debate sobre la firma del pacto entre el Ministerio de Sanidad y la Profesión Médica el pasado mes de julio ha cuajado con fuerza en las organizaciones profesionales, y en las instituciones sanitarias. Pero al final, como todos los temas que afectan a un gran colectivo profesional, las opiniones se deslizan por las redes sociales desde el 30 de julio.
Para enriquecer este debate, Diario Médico ha querido poner el micrófono en el ágora de internet, sobre todo en www.diariomedico.com, en Ippok -la red social de los profesionales sanitarios-, en twitter y en facebook.
Las opiniones de los e-lectores de este periódico son diversas, aunque la balanza de los mensajes recibidos se posiciona notablemente en contra del acuerdo.
Pedro Ayala destaca que no espera nada de este pacto, lo mismo que opina Juan José Tirado, que lo califica de "partidista y falso", y subraya que para que sea la base del Pacto de Estado por la Sanidad "debe contar con los profesionales y aquí no se ha hecho". Se entiende que los profesionales de a pie, los que no se sienten representados en las organizaciones habituales.
Tomás de Artaza, Alberto Hernández, y Antonio Díaz-Prieto coinciden en que es "una pacto de intereses", y Miguel Gallardo añade que "de los intereses propios de los dirigentes de los colegios profesionales".
Para Bárbara Menéndez, el acuerdo no es más que "un pacto político disfrazado de buenas intenciones". Y Salvador Casado puntualiza que "este tipo de pactos suelen ser papel mojado ante la enorme crisis de representatividad del sector sanitario".
Arturo Ortiz duda de que el acuerdo tenga el recorrido anunciado por la Administración y alentado por el Foro de la Profesión Médica, porque "no se ha contado con las autonomías".
Francesc Vallory duda del éxito del acuerdo, porque "es un pacto político entre personas de la misma familia", y critica que muchos de sus firmantes sean "del mismo color".
Ramón Echezarreta sí espera que el texto firmado por los representantes oficiales de los médicos de España suponga "una mejora en la atención sanitaria de la población", aunque señala que será difícil "sin una participación más amplia". En esta línea, Óscar Ros desea que la puesta en marcha de lo recogidos en el documento sirva para que "garanticemos, con el compromiso de todos los profesionales de la salud, un sistema sanitario universal". Él sí opina que este acuerdo "es un buen principio" para reconstruir el Sistema Nacional de Salud adaptándolo a las necesidades, oportunidades y debilidades propias del siglo XXI.
Arturo Ortiz considera que esta primera piedra debería ser la base del Pacto de Estado por la Sanidad, pero "si se lleva al Consejo Interterritorial".


Conclusiones

Si el acuerdo no lleva al pacto de estado, será papel mojado
Sus firmantes esperan que sea la primera piedra, y piden a Sanidad que haga todos los esfuerzos para lograrlo.
Unidades de gestión clínica sin reconversión profesional
Las unidades de gestión clínica deben ser una alternativa contra privatizaciones y 'externalizaciones' y no supondrán, en ningún caso, ni cambio de régimen laboral, ni tendrán entidad jurídica propia.
Compromiso de rajoy
Los firmantes ven el acuerdo entre Sanidad y los profesionales como el compromiso del presidente del Gobierno para garantizar la sostenibilidad y calidad del SNS
Diálogo y negociación
El pacto prevé la creación de un foro exclusivo de médicos, pero las cuestiones laborales seguirán siendo ratificadas por los ámbitos de negociación.
Financiación finalista
Aunque el texto habla de financiación suficiente y adecuada, los firmantes prefieren que subraye que será finalista y que tendrá el visto bueno regional.

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