Colangiopancreatografía retrógrada
Vale el primer CI de una prueba repetida varios años
Un juez absuelve al Sergas porque la paciente estaba informada del riesgo de una CPRE a la que se había sometido en tres ocasiones anteriores.
Soledad Valle. Madrid | soledad.valle@unidadeditorial.es | 09/10/2013 00:00
La colangiopancreatografía retrógrada endoscópica, más conocida por sus siglas, CPRE, es un tratamiento que tiene entre sus posibles complicaciones la pancreatitis aguda. El grado de probabilidad es del 5,5 por ciento y esta complicación puede terminar en el fallecimiento del paciente, como ocurrió en el caso juzgado por el Contencioso-administrativo número 1 de Santiago de Compostela.
El juez ha desestimado la reclamación presentada por el marido de una paciente, pues considera probado que existió una buena praxis tanto en la indicación del CPRE para solucionar la coledocolitiasis de la fallecida, como en su ejecución, y, lo más novedoso del fallo, también admite que se dio la información de los riesgos inherentes a este tratamiento, entre ellos la pancreatitis.
Javier Moreno Alemán es el abogado de Asjusa-Letramed, que llevó la defensa de la compañía aseguradora del Servicio Gallego de Salud (Sergas), contra el que se interpuso la demanda, y que ha ganado el juicio.
El juez admite los argumentos de la defensa de la Administración, ya que, aunque la paciente no firmó ningún documento de consentimiento informado (CI) antes de someterse a la CPRE que le provocó la pancreatitis -un extremo que recoge la sentencia, como probado-, no era la primera vez que se sometía a esta prueba. Antes de 2005, que fue cuando ocurrieron los hechos que se demandaron, a la fallecida se le había sometido a la misma prueba en 2001 y en dos ocasiones más en el año 2002.
De este modo, el fallo concluye que "la paciente había sido sometida ya en fecha 10 de enero de 2001 a una primera CPRE previa obtención del CI donde consta con claridad las posibles complicaciones derivadas de la aplicación de este tratamiento y, particularmente, la posible aparición de pancreatitis aguda, pudiendo conducir en casos excepcionales a la muerte de la enferma". Además, dado que después se le volvió a hacer una CPRE, "no puede decirse que no tuviera cabal conocimiento de en qué consistía tal tratamiento y sus posibles complicaciones".
El juez también avala la celeridad con la que fue diagnosticada y tratada la complicación. Según se relata en el fallo, al día siguiente de realizarle la prueba, se solicitó una analítica urgente y una radiografía de tórax y abdomen, emitiéndose un diagnóstico de "probable pancreatitis aguda por CPRE". La resolución judicial no es firma, admite recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Galicia.
El juez ha desestimado la reclamación presentada por el marido de una paciente, pues considera probado que existió una buena praxis tanto en la indicación del CPRE para solucionar la coledocolitiasis de la fallecida, como en su ejecución, y, lo más novedoso del fallo, también admite que se dio la información de los riesgos inherentes a este tratamiento, entre ellos la pancreatitis.
- De las veces que se sometio a una CPRE, "no puede decirse que no tuviera cabal conocimiento de en qué consistía y sus posibles complicaciones"
Javier Moreno Alemán es el abogado de Asjusa-Letramed, que llevó la defensa de la compañía aseguradora del Servicio Gallego de Salud (Sergas), contra el que se interpuso la demanda, y que ha ganado el juicio.
El juez admite los argumentos de la defensa de la Administración, ya que, aunque la paciente no firmó ningún documento de consentimiento informado (CI) antes de someterse a la CPRE que le provocó la pancreatitis -un extremo que recoge la sentencia, como probado-, no era la primera vez que se sometía a esta prueba. Antes de 2005, que fue cuando ocurrieron los hechos que se demandaron, a la fallecida se le había sometido a la misma prueba en 2001 y en dos ocasiones más en el año 2002.
De este modo, el fallo concluye que "la paciente había sido sometida ya en fecha 10 de enero de 2001 a una primera CPRE previa obtención del CI donde consta con claridad las posibles complicaciones derivadas de la aplicación de este tratamiento y, particularmente, la posible aparición de pancreatitis aguda, pudiendo conducir en casos excepcionales a la muerte de la enferma". Además, dado que después se le volvió a hacer una CPRE, "no puede decirse que no tuviera cabal conocimiento de en qué consistía tal tratamiento y sus posibles complicaciones".
El juez también avala la celeridad con la que fue diagnosticada y tratada la complicación. Según se relata en el fallo, al día siguiente de realizarle la prueba, se solicitó una analítica urgente y una radiografía de tórax y abdomen, emitiéndose un diagnóstico de "probable pancreatitis aguda por CPRE". La resolución judicial no es firma, admite recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Galicia.
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