lunes, 23 de diciembre de 2013

La tecnología, casi obsoleta - DiarioMedico.com

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CATÁLOGO NACIONAL DE HOSPITALES

La tecnología, casi obsoleta

La renovación de equipos ha caído entre un 60 y un 75% en los últimos cinco años, lastrada por los recortes. Ninguna familia tecnológica cumple la recomendación internacional sobre la antigüedad de los equipos.
Laura G. Ibañes. Madrid | laura.gutierrez@diariomedico.com   |  23/12/2013 00:00

El Ministerio de Sanidad ha publicado el Catálogo Nacional de Hospitales, que muestra cómo los equipos de alta tecnología instalados en hospitales públicos y privados han crecido notablemente, un 8 por ciento, en 2013 respecto al año anterior, con caídas tan sólo del número de gammacámaras, bombas de cobalto y equipos de hemodiálisis. Pero las cifras globales ministeriales reflejan con dificultad la realidad de lo que está ocurriendo con la tecnología sanitaria en el país. Aunque en cómputo global la tomografía axial computarizada (TC) pueda presumir de tener un 3 por ciento más de quipos que el año anterior o la resonancia magnética (RM) de tener hasta un 16 por ciento más, el crecimiento se debe tan sólo a la dotación de nuevos hospitales y está lejos de compensar el envejecimiento que sufre el parque tecnológico sanitario español y, en especial, el público.
Así lo cree al menos la patronal de empresas fabricantes de productos y tecnología sanitaria Fenin, que acaba de lanzar una encuesta para tratar de medir la obsolescencia de la tecnología sanitaria en cada comunidad autónoma tras haber constatado ya con los datos globales de todo el país que desde 2007 el nivel de renovación de la tecnología hospitalaria ha caído entre un 60 y un 75 por ciento.
A la espera de los datos desagregados por autonomías, las cifras globales dejan poco lugar a dudas: ninguna familia tecnológica cumple en España las recomendaciones internacionales del informe Cocir, que concluyó que al menos el 60 por ciento del equipamiento médico debía tener una antigüedad inferior a 5 años, menos del 30 por ciento debía tener entre 6 y 10 años, y como máximo el 10 por ciento de los equipos debía tener más de 10 años.
Concretamente, los sistemas de monitorización y las resonancias magnéticas serían las tecnologías que estarían más obsoletas, con un 26 por ciento del total de equipos instalados hace más de diez años, en ambos casos. Les seguirían los ecógrafos, que arrastran más de un 22 por ciento de equipos con más de diez años y las salas de intervencionismo.
Recorte presupuestario
El porqué de este envejecimiento tiene mucho que ver con las restricciones presupuestarias vividas en los últimos cinco años, en los que, según las estimaciones de CCOO, el capítulo VI de los presupuestos sanitarios, el dedicado a inversiones reales y por tanto a compra de tecnología, se ha reducido en el conjunto de autonomías un 67,4 por ciento, con caídas en todas las autonomías a excepción de La Rioja, donde estas partidas se han mantenido congeladas. A esta caída de las inversiones públicas en tecnología sanitaria se añade, según explica Ignacio López, presidente del Sector de Tecnología y Sistemas de Información Clínica de Fenin, "que las inversiones que se han realizado lo han sido para dotar nuevos hospitales, no para renovar la tecnología que se va quedando obsoleta".
Y las perspectivas para los próximos años no son mejores: "Con los presupuestos previstos para 2014, que tampoco contemplan nuevas inversiones, veremos cómo en un solo año muchas de las tecnologías que todavía estaban en la franja de 5 a 10 años de antigüedad saltan a la de más de 10 años; España se quedará por completo desligada de los países europeos de su entorno, porque estas caídas de la inversión en tecnología sólo se han dado en Grecia y Portugal y muy tímidamente en Italia y Francia, pero con caídas menores del 10 por ciento, no tan pronunciadas como las de España, donde el mercado ha caído un 50 por ciento".
En su opinión, esta situación requiere "una acción decidida de las administraciones para mejorar la planificación de la renovación y compra de tecnología sanitaria modificando algunas leyes demasiado rígidas sobre la forma de los contratos de compra, porque observamos que las compañías privadas sí planifican mejor a largo plazo su renovación tecnológica, al tenerla prevista cada 8 o 10 años en lugar de verla, de pronto, un año como un imprevisto".
'Plan Renove'
En línea muy parecida se expresa Fernando Gilsanz, presidente de la Sociedad Española de Anestesia y Reanimación, una de las áreas más afectadas por la obsolescencia tecnológica, con más de un 70 por ciento de los equipos de ventilación mecánica y anestesia con más de 5 años de antigüedad y un 40 por ciento con más de 10 años.
Según Gilsanz, "los equipos electromecánicos duran más de 10 años, pero la tecnología queda obsoleta en 3 o 4 años. Pueden funcionar, como lo hace un coche viejo, pero están obsoletos en prestaciones, en software y en precisión. Con los recortes está empeorando mucho la situación y por eso creo que es hora de que se haga un Plan Renove de tecnología sanitaria implantando sistemas de leasing, de renting o de lo que haga falta para que la tecnología se vaya renovando periódicamente y para que el mantenimiento lo haga un experto en esa tecnología, no cualquier empresa subcontratada".
La Sociedad de Medicina Nuclear e Imagen Molecular tiene la misma preocupación. Su presidente, Enrique Prats, explica que la sociedad ha iniciado una encuesta para conocer la antigüedad del parque tecnológico sanitario "porque estamos observando que muchos equipos superan los diez años y, aunque eso no entraña riesgo para el paciente, es urgente que se emprenda un proceso de renovación de la tecnología. En nuestro caso es difícil compartirla entre hospitales por lo que las soluciones tendrán que venir de negociación con las empresas".

Una ley para las compras públicas demasiado rígida

Las restricciones presupuestarias no son las únicas responsables de la obsolescencia en la que se está embarcando a marchas aceleradas la tecnología en España. En opinión de la patronal Fenin lo es también la rigidez de las normas de contratación y compras públicas que impiden una planificación a medio plazo. Ignacio López, de Fenin, explica al respecto que "los presupuestos son anualizados, por lo que no se puede imputar el gasto de una compra a varios años y, a la vez, la ley de contratos públicos limita a 4 años los contratos de servicios, lo que provoca que se separe el mantenimiento de los equipos de la compra del equipo. Con esa rigidez normativa es muy difícil que el sistema público pueda planificar la renovación de tecnologías. La prueba es que comprobamos que el sector privado sí planifica mejor gracias a una visión más empresarial y a normas menos rígidas, con renovaciones periódicas y compras de la tecnología punta de las áreas que más le interesa que, en algunos campos, supera con creces a la del sector público".

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