viernes, 13 de junio de 2014

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El Congreso pide a Sanidad que clarifique la regulación en materia de sustitución de medicamentos biosimilares



Madrid (13/06/2014) - E.P.

La portavoz de CiU, Conxita Tarruella, autora de la propuesta, ha incidido en la singularidad de cada tipo de medicamento y la diferencia entre los medicamentos biosimilares respecto a los genéricos

La Comisión de Sanidad en el Congreso ha dado luz verde por unanimidad a una proposición no de ley que pedirá al Ministerio de Sanidad que se actualice y clarifique la regulación específica en materia de sustitución e intercambiabilidad de los medicamentos biosimilares, en línea con lo establecido en la Unión Europea.
La portavoz de Sanidad de CiU, Conxita Tarruella, autora de la propuesta, ha incidido en la singularidad de cada tipo de medicamento y la diferencia entre los medicamentos biosimilares respecto a los genéricos ya que no son intercambiables y no tienen el mismo principio activo que el original. "Son similares pero no idénticos", ha afirmado.
Por ello, ha agregado, es conveniente por la seguridad de los pacientes que se regule de forma específica los medicamentos biosimilares.
"No estamos en contra de los medicamentos biosimilares, creemos que son importantes y representan un arsenal terapéutico para el Sistema Nacional de Salud, pero queremos que se aclare que no es un genérico y que no son intercambiables y no se pueden sustituir", ha insistido.
El diputado del PP José María Alonso ha pedido "cautela" al decir que no son fármacos equivalentes y pueden provocar cambios de seguridad y eficacia, y ha recordado que son fármacos que cuentan con la autorización de las autoridades reguladoras europeas que han probado que la variabilidad que presentan "no tiene efectos sobre su seguridad y eficacia del producto".
Asimismo, reconoce que actualmente el marco regulatorio que hay en España es "suficiente" ya que por ejemplo no está permitido que estos medicamentos sean sustituibles por parte del farmacéutico en el acto de dispensación sin autorización expresa del médico. "No obstante, como hay dudas es importante que se aclaren", ha defendido.
Por su parte, el diputado socialista Guillem García ha pedido agilizar la legislación sobre biosimilares y ha criticado que la estabilidad presupuestaria siga siendo "una excusa para hurtar a los ciudadanos de los mejores tratamientos posibles".
Sensibilidad química múltiple
Por otra parte, la Comisión de Sanidad del Congreso ha aprobado por unanimidad una proposición no de ley en la que piden al Gobierno que incluya la sensibilidad química múltiple, provocada por una respuesta fisiológica frente a multitud de agentes y compuestos químicos que se pueden encontrar en el medio ambiente, en la clasificación internacional de enfermedades de la OMS.
La iniciativa fue presentada por el Grupo Popular, que ha acordado una transaccional con el PSOE, ya que se estima que dicho síndrome podría afectar a entre un 0,5 y un 12 por ciento de la población española en función de los distintos grados, limitando de forma notable la calidad de vida de quienes la padecen.
"Son gente que hacia vida normal y de la noche a la mañana tuvieron que aislarse tras empezar a tener verdaderos problemas", ha defendido la diputada 'popular' María del Carmen Quintanilla, que recuerda que muchos de los afectados se ven incluso "obligados a dejar su trabajo".
Además, ha recordado que el número de afectados aumenta de forma exponencial, cada vez en edades más tempranas, y que incluso el Parlamento Europeo la incluye dentro del número creciente de enfermedades vinculadas a factores medioambientales, mientras que otros países como Alemania o Japón ya han creado términos de entrada que favorezcan su inclusión en la citada clasificación de enfermedades de la OMS.
Su falta de catalogación está propiciando, ha defendido la diputada, que las personas que la padecen se encuentren en una situación de "completa indefensión", puesto que "más allá de sufrir dolorosos efectos, no pueden recibir por parte de los sistemas públicos de salud la atención que merecen".
Por ello, confían en que su reconocimiento permita a sus afectados disfrutar de los derechos básicos en materia de salud, asistencia y demás derechos derivados reconocidos por la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y por las cartas magnas de todos los países democráticos. "Su reconocimiento facilitaría mucho el diagnóstico y tratamiento de quienes la padecen", ha defendido.
Código específico
"España debería adaptar su clasificación internacional utilizando un código específico que se ajuste a la naturaleza de este problema de carácter tóxico ambiental. Con el fin de dar un reconocimiento a esta enfermedad física asociada a la exposición de sustancias químicas tóxicas y facilitar de este modo el manejo clínico y jurídico de la misma", defienden los 'populares'.
La iniciativa ha contado con el respaldo del Grupo Socialista, cuya diputada Gracia Fernández confía en que la inclusión de este síndrome como enfermedad pueda llevarse a cabo en el nuevo listado que está preparando el organismo de Naciones Unidas y que también se favorezca la inclusión de otras patologías similares.
Por otro lado, la Comisión ha rechazado dos proposiciones no de ley del Grupo Socialista para incluir la especialidad de fisioterapia en el Cuerpo Militar de Sanidad y otra para mejorar la atención de los afectados por el amianto, y otra de la Izquierda Plural contra la falta de ayudas a afectados por la talidomida.

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