jueves, 12 de junio de 2014

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“Las insuficiencias de financiación del SNS no las puede resolver la gestión clínica”, defiende Rodríguez Sendín



Madrid (12/06/2014) - Silvia C. Carpallo

Expertos debaten sobre el futuro de la normativa en gestión clínica, mientras que el consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha adelanta que en su caso "las unidades de gestión clínica no tendrán personalidad jurídica propia", y se establecerán cuatro niveles de autonomía progresiva

"La gestión clínica debe de ser algo que motive a los profesionales", este era el discurso que Javier Castrodeza, director general de Ordenación Profesional del Ministerio de Sanidad, defendía durante la jornada FACME sobre "Los médicos y la gestión clínica", poco después de que el Foro de la Profesión Médica haya consensuado un documento sobre gestión clínica, que esperan pronto llegue al Consejo Interterritorial. Pese a estos avances, los médicos aún tenían sus quejas, y es que tal y como Juan José Rodríguez Sendín, presidente de la OMC quería manifestar en el este foro "la insuficiencia de financiación del SNS no la puede resolver la gestión clínica", en referencia al objetivo presupuestario de dedicar el 5,3 por ciento del PIB a Sanidad, "unas cifras que no son posibles". Así, Sendín quería dejar claro que "a la gestión clínica no se le puede pedir más, de hecho, desterraría la palabra ahorro del lenguaje de la gestión clínica, por cumplimiento de los objetivos de calidad".
En esta misma línea, Serafín Romero, secretario general de la OMC explicaba que aunque la profesión estaba esperanzada respecto a este nuevo documento en gestión clínica, quedaban por resolver los otros puntos que el Foro firmó con el Ministerio, y es que "para la gestión clínica del hoy y del mañana es necesario que definamos nuestro sistema, y que tengamos un Pacto por la Sanidad, y eso hoy sigue pareciendo imposible". Igualmente, en referencia a las reticencias de algunos profesionales a asumir el compromiso de la gestión clínica, Romero recordaba que "hacer gestión clínica no es voluntario, es una obligación deontológica del médico".
Desigualdad entre CC.AA.
Si bien Francisco Miralles, secretario general de CESM se mostraba satisfecho de que "parece que por primera vez el Ministerio esté dispuesto a apostar y establecer una normativa básica que nos dé garantías", Joaquín Estévez, presidente de SEDISA señalaba que a pesar de que los directivos sanitarios están "a favor de descentralizar y dar autonomía a la gestión, veo que hay problemas", ya que en su opinión "se ha hablado mucho de gestión clínica, pero no se ha desarrollado como debiera". Así apuntaba a que "fallamos en los periodos formativos", donde no se habla de gestión, o por ejemplo comunicación o investigación, lo que supone "un mal de origen". Además "es necesario cambiar las reglas del juego", explicando que si se quiere apostar por nuevos modelos de gestión es necesario revisar más profundamente la normativa ya que "seguimos con una legislación obsoleta que impide que haya una verdadera autonomía de gestión". Por último, Estévez hablaba de otro de los grandes problemas que además era también citado por el resto de expertos, y es que "hay una desigualdad en el desarrollo de la gestión clínica según Comunidades Autónomas".
Precisamente, como representante de las autonomías acudía a esta cita el consejero de Sanidad de Castilla y León, Antonio María Sáez Aguado, región en la que la gestión clínica ha tenido especial repercusión. El consejero adelantaba algunas de las líneas claves de su propia normativa respecto a las Unidades de Gestión Clínica resolviendo una de las grandes preguntas, y es que las mismas "no tendrán personalidad jurídica propia", lo que eliminará parte de los riegos por los que los diferentes actores del sector habían mostrado su preocupación. Así también citaba que "las unidades de gestión deberán de definir un contrato de gestión y elaborar un proyecto a cuatro años", además se establecerán cuatro niveles de autonomía progresiva, "que podrán llevar a la descentralización de competencias y posteriormente asignarlas a las unidades".
Finalmente el consejero pedía a todos los actores "mayor flexibilidad", en especial a los representantes sindicales, recordando que "a veces el inmovilismo pone en riesgo el sistema". También se dirigía a los propios profesionales mentando que en este cambio de modelo asistencial y organizativo "no todos los profesionales están por la labor, hay quien prefiere que les gobiernen y quienes prefieren el liderazgo" explicitando que este será otro de los retos a abordar en la implantación definitiva de la gestión clínica.

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