lunes, 22 de septiembre de 2014

Contra las pruebas innecesarias, formar a pacientes y profesionales - DiarioMedico.com

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PROTECCIÓN RADIOLÓGICA

Contra las pruebas innecesarias, formar a pacientes y profesionales

Un análisis estadounidense cifra la inadecuación del diagnóstico por imagen en al menos el 10% de los casos, cifra similar a la española. La solución pasa, según expertos, por conocer mejor indicaciones y riesgos.
Rosalía Sierra. Madrid | rsierra@diariomedico.com   |  22/09/2014 00:00
  

El Real Decreto 815/2001, sobre Justificación del uso de las radiaciones ionizantes para la protección radiológica de las personas con ocasión de exposiciones médicas, deja claro en su segundo artículo que "quedan prohibidas las exposiciones médicas que no puedan justificarse".
No obstante, entre un 10 y un 40 por ciento, según estudios analizados por la Sociedad Española de Radiología Médica (Seram), de las pruebas de diagnóstico por imagen realizadas en España se consideran inadecuadas por no conducir al establecimiento del diagnóstico clínico, cifras que coinciden con las de otros países, como Estados Unidos y el Reino Unido, con bastante más evidencia en este campo que la nuestra, donde "la mayor parte de los estudios de evaluación tecnológica se centran en medir la efectividad de las pruebas en condiciones ideales, no en hacer un seguimiento sobre qué se hace mal", según ha explicado a Diario Médico Francisco Kovacs, director de la Red Española de Investigadores en Dolencias de la Espalda (Reide).
En este sentido, Kovacs ha citado "dos estudios, uno realizado en un área de salud de Soria y otro en Segovia, que arrojaban que hasta el 80 por ciento de las resonancias magnéticas (RM) prescritas por dolor lumbar eran innecesarias"; en la misma línea concluye otro trabajo, financiado por la Fundación Kovacs y publicado en European Journal of Radiology, según el cual, de las 960.000 resonancias magnéticas (RM) lumbares que se hacen al año en España, "el 11,9 por ciento son, ya no inapropiadas, sino injustificables, un porcentaje que aumenta hasta el 27,8 por ciento entre pacientes sin dolor irradiado a la pierna". El porcentaje es más de dos veces mayor en la sanidad privada.
Consecuencias
Según la Seram, esta inadecuación tiene graves consecuencias, como la demora en la confirmación diagnóstica, iatrogenia y radiación innecesaria al paciente, incremento de gastos y el coste de oportunidad al no ofertar la prueba a otro paciente que podría beneficiarse de ella.
Además, pruebas no indicadas pueden conducir a descubrir patologías incidentales y a la realización de pruebas adicionales confirmatorias y tratamientos innecesarios: "El riesgo de ser operado del raquis tras haber sido sometido a una prueba no indicada aumenta entre el 400 y el 800 por ciento", alerta Kovacs.
A esto se suma la detección de lesiones no patológicas en personas sanas: "Muy a menudo se tratan los casos de desgaste de discos lumbares porque se detecta en alguna exploración, cuando se trata de algo que ocurre en prácticamente todas las personas".
Las causas de esta sobreprescripción, en opinión de Estanislao Arana, radiólogo de la Fundación Instituto Valenciano de Oncología, son múltiples. Por un lado, "tenemos unos sistemas de información inadecuados, que no permiten una buena coordinación entre niveles y áreas, de modo que es habitual que se repitan pruebas".
En este sentido, es una buena noticia la moción presentada por el Partido Popular en el Senado para mejorar la coordinación entre primaria y especializada y evitar este tipo de problemas.
Sin embargo, una de las principales razones está "en la propia demanda del paciente: la sobrecarga asistencial hace que el médico no tenga tiempo de explicarle adecuadamente la indicación de la prueba y la prescribe".
A estas causas Kovacs añade "la incertidumbre: ante la duda de si prescribir una prueba o no, normalmente gana el sí". Por ello, ambos expertos sostienen que las soluciones más eficaces son, por un lado, "educar al paciente" y, por otro, "establecer protocolos electrónicos de ayuda a la toma de decisiones" o, directamente, sistemas inteligentes de control de la indicación de pruebas. Asimismo, "los directivos de los hospitales deben amparar e implicar más al radiólogo, que tiene capacidad de decidir si una prueba es indicada o no".
También funcionan los programas de reducción del uso inapropiado, algo en que está trabajando activamente la Seram, según Gloria Gómez Mardones, responsable de Asuntos Profesionales de la sociedad científica: "Hemos elaborado una lista con 45 recomendaciones para reducir el sobreuso de las técnicas de imagen; de ellas, hemos seleccionado diez para enviárselas al Ministerio de Sanidad que, junto con otras sociedades científicas implicadas en el programa Compromiso con la calidad de las sociedades científicas, elegirá cinco para ponerlas en marcha como líneas de actuación".
A este proyecto, que estará listo antes de fin de año, se suma otra iniciativa de la Seram para formar a los pacientes: InfoRadiología, con la que trata de que "los pacientes conozcan más sobre la especialidad, sus pruebas y la función del radiólogo".
Nuevos médicos
Gómez Mardones rompe una lanza por los facultativos: "Hay abuso de las pruebas de imagen, pero poco a poco se va reduciendo. Vemos que los nuevos médicos, los residentes, llegan bien formados en este sentido y más concienciados".
Además, no hay que olvidar "la capacidad curativa de las propias pruebas: una exploración con una técnica como la ecografía, que no radia, quita ansiedad al paciente".

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