jueves, 13 de noviembre de 2014

"Los fármacos inyectables de liberación prolongada aumentan adherencia al tratamiento de los pacientes con esquizofrenia, reduciendo recaídas y hospitalizaciones" :: El Médico Interactivo :: "Los fármacos inyectables de liberación prolongada aumentan adherencia al tratamiento de los pacientes con esquizofrenia, reduciendo recaídas y hospitalizaciones"

:: El Médico Interactivo :: "Los fármacos inyectables de liberación prolongada aumentan adherencia al tratamiento de los pacientes con esquizofrenia, reduciendo recaídas y hospitalizaciones"



"Los fármacos inyectables de liberación prolongada aumentan adherencia al tratamiento de los pacientes con esquizofrenia, reduciendo recaídas y hospitalizaciones"



Madrid (13/11/2014) - Nerea Garay

• En opinión del doctor José Manuel Olivares, jefe de Servicio de Psiquiatría EOXI de Vigo, "estas nuevas  formulaciones posibilitarán la reintegración del paciente en la comunidad"

• "Los medicamentos de liberación prolongada no solo evitan los nuevos brotes, sino que también reducen costes"

• Hay estudios que indican que entre un 50% hasta un 90% de los pacientes con esquizofrenia no toma correctamente su medicación. En España aproximadamente 400.000 personas padecen esta patología

La esquizofrenia continúa siendo una de las diez principales causas de discapacidad en el mundo. Tan solo en España la sufren cerca de 400.000 personas, aunque los expertos están convencidos de que la cifra es muy superior, ya que existen muchos casos sin diagnosticar. "El reto es conocer las bases genéticas de los distintos trastornos que hoy agrupamos dentro del espectro de la esquizofrenia y conocer qué factores –biológicos y ambientales- activan los genes implicados. Esto nos permitirá prevenir y diseñar tratamientos más tempranos y específicos", afirma a EL MÉDICO INTERACTIVO el doctor José Manuel Olivares Díez, jefe de Servicio de Psiquiatría EOXI de Vigo y director del Área de Neurociencias del Instituto Biomédico de Vigo.
Los costes asociados a la esquizofrenia son directos (en el 30-35 por ciento del total de los casos) e indirectos (pueden superar los dos tercios). "El económico -aparte del drama familiar que supone- es inmenso. Hay que tener en cuenta que hablamos de personas que desde muy jóvenes requieren un importante cuidado desde un punto de vista sanitario y social", subraya.
Costes que se van incrementando cada vez que el paciente con esquizofrenia experimenta un nuevo brote ya que en cada recaída empeora el pronóstico a largo plazo de la enfermedad y su calidad de vida. Por ello, el objetivo que se fijan los especialistas es lograr reducirlas al máximo; para ello se marcan también como reto es que los pacientes cumplan los tratamientos pautados.
Porque el problema fundamental de las personas con esquizofrenia es su escasa adherencia a las terapias. "Sin duda es uno de los mayores handicap a los que debemos de enfrentarnos los psiquiatras", reconoce el Dr. Olivares Díez. "Un paciente bien tratado, medicado, con un correcto seguimiento del especialista puede llevar una vida normal a todos los niveles: familiar, personal y social", sostiene.
Cada recaída, una ventaja terapéutica perdida
Hasta nueve de cada diez pacientes con esquizofrenia puede recaer en los primeros cinco años y acabar ingresado en el centro hospitalario ya que no cumplen con el tratamiento. No lo hacen porque no son conscientes de que están enfermos, o bien porque temen o sufren los efectos secundarios de la medicación. En este sentido, los psiquiatras consideran que es fundamental que los enfermos se sientan cómodos con el tratamiento que se les prescribe, "que deben ser bien tolerados para lograr una mayor adherencia", recalca hasta la saciedad Olivares.
En opinión del jefe de Servicio de Psiquiatría EOXI de Vigo, cada recaída representa una ventaja terapéutica perdida, porque al cabo de unos años pueden aparecer resistencias al tratamiento. "Hay estudios que nos indican que desde entre el 50-90 por ciento no toma correctamente la medicación, que es la principal causa de recaída y de hospitalización", advierte Olivares.
La investigación farmacológica para esta dolencia, apunta el especialista a EL MÉDICO INTERACTIVO, va encaminada a desarrollar nuevas moléculas con escaso riesgo asociado, bien toleradas, que actúen rápidamente, que sean activas en el control de los síntomas positivos, pero que demuestren asimismo efectividad en los síntomas negativos, afectivos y cognitivos de la patología, que aseguren una tasa inferior de recaídas; fármacos, en definitiva, que posibiliten la reducción o remisión de la morbilidad acumulada.
Si los fármacos no logran la adherencia, la respuesta a la terapia antipsicótica  disminuye y el control de los síntomas es cada vez menor. "Por este motivo, lo que perseguimos es poner las cosas lo más sencilla posibles; los medicamentos actuales se toleran claramente mucho mejor que los de hace unos años. Por otro lado, y en la medida de lo posible, hay que adaptar el tratamiento a las características del paciente, sus preferencias y su estilo de vida. Es cierto que estos pacientes tienen miedo a que la medicación les haga aumentar de peso. Éste es un factor no solo de falta de adherencia sino de complicaciones médicas y de pérdida de calidad de vida", remata el doctor Olivares.
Fármacos más eficaces frente a las recaídas y hospitalizaciones
En el último encuentro científico de la American Psychiatric Association (APA) se dieron a conocer datos sobre la eficacia de los medicamentos de liberación prolongada que evitan las recaídas y las hospitalizaciones. Estos fármacos, como los inyectables mensuales, hacen aumentar la adherencia para evitar las recaídas y lograr ahorrar costes. "Hoy por hoy no tenemos un fármaco que cure la enfermedad, pero sí esta serie de fármacos que nos permiten controlarla y evitar su progresión. El ideal para cada paciente es el que le permite lograr esos objetivos mejorando su calidad de vida".
A juicio de los expertos, los fármacos deben ser lo menos agresivos posibles para mejorar la relación coste-eficacia. "Además un tratamiento que no se tolera bien no se va a tomar, con todas las consecuencias que eso supone, también desde el punto de vista económico. Los nuevos tratamientos aportarán no solo una mayor eficacia, sino también una mejor tolerabilidad y mayor adherencia para la prevención de las recaídas", insiste en señalar Olivares Díez.
Psicoeducación como complemento a los fármacos
En esta línea, continúa explicando el experto del Instituto Biomédico de Vigo, es clave que los pacientes continúen una terapia de psicoeducación complementaria al tratamiento farmacológico, así dispondrán de un mayor conocimiento de su propia patología y de este modo mejorará la adherencia y la eficacia. "La psicoeducación a pacientes y familiares y la implicación de las familias en el proceso terapéutico son parte del tratamiento de la esquizofrenia. El tratamiento no sería correcto sin esto".
Los expertos subrayan que no todos los antipsicóticos son iguales al valorar la tolerabilidad y la disminución del número de recaídas y de hospitalizaciones. Es preciso que además de controlar los síntomas positivos -alucinaciones o delirios- actúen sobre los síntomas negativos y cognitivos, y potencien la adherencia para evitar costes indirectos. Por eso es importante la primera medicación que se pauta en un paciente con esquizofrenia. "Una percepción desagradable del tratamiento no va a favorecer la adherencia a largo plazo". Y esto es importante ya que estos pacientes viven de media 20 años menos que las personas sanas, debido a  sus problemas de salud física."Esto lo dice todo", sentencia el doctor Olivares Díez.
En relación a lo que aportan al paciente y al sistema sanitario los nuevos tratamientos en fase de aprobación –los ILP (Inyectables de Liberación Prolongada)-, el Director del Área de Neurociencias del Instituto Biomédico de Vigo es contundente al señalar que  "El disponer de los nuevos medicamentos en formulaciones como las inyectables de liberación prolongada facilita la adherencia al tratamiento, disminuyen las hospitalizaciones y facilitan la reintegración del paciente en la comunidad", concluye a EL MÉDICO, al tiempo que destaca que "los síntomas cognitivos siguen siendo un reto, tanto en la prevención como en el tratamiento de la esquizofrenia".

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