"No es frecuente que un cuadro depresivo acabe en baja permanente"

Los expertos destacan lo "poco frecuente que es que un cuadro depresivo de un médico o personal sanitario finalice con la concesión de una incapacidad permanente para el ejercicio de la profesión".

D. Carrasco. Madrid | 10/11/2014 00:00

Expertos consultados por DM destacan lo "poco frecuente que es que un cuadro depresivo de un médico o personal sanitario finalice con la concesión de una incapacidad permanente para el ejercicio de la profesión". Antonio Domínguez, miembro del Cuerpo de Inspección Sanitaria de la Administración de la Seguridad Social, señala que "es difícil que una depresión acabe en una IPT porque esta patología es un trastorno psicoemocional para el que existen tratamientos farmacológicos muy eficaces". En su opinión, "la evolución normal es que tras unos meses o como máximo un año el afectado pueda regresar a su puesto de trabajo".

"La clave para determinar que un médico tiene una incapacidad laboral es la relación entre las limitaciones orgánicas y funcionales con su puesto de trabajo"

Para Domínguez, "la clave para determinar que una persona tiene una incapacidad laboral es la relación entre las limitaciones orgánicas y funcionales con los registros de su puesto de trabajo". Un ejemplo: "No es lo mismo el caso de un médico de cabecera que un piloto de avión".

Informes
Eugenio Laborda, presidente de la Sociedad Española de Valoración del Daño Corporal, considera que "es raro que una depresión finalice en una IPT porque la labor del médico, que está conviviendo a diario con el dolor ajeno y escuchando al paciente para aliviar su sufrimiento y buscarle la solución más adecuada, nos hace más fuertes".

"Un factor esencial en este tipo de patología es el impacto de los efectos secundarios que producen los fármacos en el ejercicio de la profesión habitual"

Según Laborda, "un factor esencial en este tipo de patología es el impacto de los efectos secundarios que producen los fármacos en la profesión habitual". Este experto reivindica que "hay que tener más en cuenta los informes elaborados por los especialistas de los equipos de valoración de incapacidades porque se evitan judicializaciones, retrasos en la resolución del conlficto y gastos al Estado y al paciente".