"El médico está obligado a comunicar la sospecha de violencia doméstica"

María R. Lagoa. La Coruña | 11/12/2014 00:00

Hacer constar la sospecha del médico que atiende a una posible víctima de violencia doméstica en el parte médico judicial es, además de un compromiso moral, una obligación legal aunque la mujer no confiese cuál es el motivo de sus lesiones. Es el mensaje que transmitió ayer en el Colegio de Médicos de La Coruña la magistrada del Juzgado de Instrucción número 3 de Santiago de Compostela de Violencia contra la Mujer, Ana Rodríguez Piorno, durante una conferencia en la que dio recomendaciones prácticas a los profesionales de la salud y les ilustró sobre su papel desde el punto de vista jurídico si se encuentran en esta tesitura.

Rodríguez Piorno hizo hincapié en la trascendencia que tiene el parte médico judicial, pues más de la mitad de los procedimientos judiciales por violencia doméstica se inician a partir de la llegada de este informe al juzgado. "Es importantísimo porque en un número muy elevado de casos nos pone en alerta, proporciona el conocimiento de una posible situación de malos tratos a una mujer", explicó.

Sin embargo, según dijo, se observan carencias, fundamentalmente porque con frecuencia ese parte es demasiado escueto o sólo informa de las lesiones sin indicar la sospecha del médico de que pueden obedecer a un maltrato, básicamente porque la mujer no lo dice. Pero la Ley de Violencia de Género del 2003 plantea un abordaje multidisciplinar que afecta a distintos colectivos, entre ellos, a los médicos, por lo que explicitar la sospecha se convierte en "una obligación legal".

Sonsacar la verdad
La juez Rodríguez Piorno aclaró que el hecho de no señalar esa sospecha no acarrea responsabilidad penal y añadió que el procedimiento habitualmente no precisa de la declaración del médico: "Lo normal es que se pidan informes médicos de antecedentes o otras asistencias, no que el médico venga a declarar".

Explicó que los profesionales de la salud tienen una buena oportunidad para sonsacar la verdad de lo sucedido a las víctimas que son maltratadas porque acuden a los centros sanitarios en circunstancias especiales, con síntomas físicos y psíquicos. En este sentido, aseguró que las mujeres no suelen revelar cuál es su situación de manera espontánea: "Las víctimas esperan a que se les pregunte; espontáneamente no dicen nada, pero pueden hablar si se las tranquiliza y pregunta". Por tanto, la magistrada recomendó a los médicos que "el parte sea lo más detallado posible".