lunes, 23 de marzo de 2015

La geografía define la asistencia más que el grado de morbilidad - DiarioMedico.com

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PROYECTO 'ECHO'

La geografía define la asistencia más que el grado de morbilidad

El proyecto 'ECHO' concluye demostrando la alta variabilidad entre los sistemas europeos. La investigación continuará para saber cómo influyen las características organizativas.
Rosalía Sierra. Madrid | rsierra@diariomedico.com   |  23/03/2015 00:00
 
 
"En el nivel poblacional, la geografía, y no la morbilidad, es el principal determinante del uso de los recursos asistenciales y del gasto sanitario. Es más, las regiones con más gasto están fracasando en la consecución de mejores resultados". No se anda con medias tintas el editorial del último suplemento publicado por la revista European Journal of Public Health, firmado por Salvador Peiró, director del Área de Investigación en Servicios de Salud del Centro Superior de Investigación en Salud Pública de Valencia, y por Alan Maynard, profesor de Economía de la Salud en el Departamento de Ciencias de la Salud de la Universidad de York, en el Reino Unido.
El suplemento -Variaciones injustificadas en la atención sanitaria en Europa- refleja los resultados del proyectoEuropean Collaboration for Healthcare Optimization (ECHO), que analiza las inequidades de los sistemas sanitarios europeos, así como el acceso, el uso, la calidad y la eficiencia de éstos. La iniciativa tuvo un coste inicial de 3,5 millones de euros, de los que la Comisión Europea aportó 2,75 y los países participantes (España, Reino Unido, Dinamarca, Eslovenia y Portugal), los 750.000 restantes. El proyecto ha sido coordinado por Enrique Bernal, investigador del Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud y padre del Atlas de Variaciones de la Práctica Médica, origen de ECHO.
  • El proyecto pone en entredicho el uso de los comparadores habituales: una media nacional tiene escaso valor cuando existen variaciones entre las regiones de un país
Según explica a Diario Médico, con estos resultados pretenden "acrecentar la conciencia sobre lo que está pasando para que las autoridades se pongan manos a la obra. Es un camino largo pero que es preciso recorrer".
Variabilidad
Y es que el impacto sanitario de las variaciones es muy alto, "no tanto en la calidad como en la eficiencia", a juicio de Bernal. Según explica, "el benchmarking entre países refleja situaciones globales, pero el proyecto pone en entredicho el uso de los comparadores habituales. Por ejemplo, una media nacional tiene escaso valor cuando existen grandes variaciones entre las regiones de un mismo país".
  • 'ECHO II', al que se han sumado Países Bajos, Hungría y Bélgica, permitirá a los implicados crear una infraestructura de datos que ayudará a difundir y utilizar la información
Por ello, el proyecto ha arrojado varios productos -entre los que no se encontraba esta publicación, empeño personal de los científicos- que los investigadores se comprometieron a desarrollar para la Comisión Europea, como un atlas de variabilidad que incluye análisis específicos por países y una herramienta, denominada ECHO tool, que permitirá "hacer comparaciones entre los distintos países más allá de las que hemos realizado en el proyecto".
Continuidad
Entre los investigadores participantes "nadie quiere que acabe el proyecto", por lo que está en marcha una iniciativa, denominada Bridge Health, que "aúna 11 proyectos desarrollados en distintas convocatorias de programas marco y de Health programme, enfocados a definir cómo utilizar la información para mejorar las políticas de salud", entre los que hay un ECHO II, que ya "cuenta con financiación puente europea para continuar otros tres años más" y al que se han sumado, por ahora, Países Bajos, Hungría y Bélgica.
Esta continuidad permitirá, según Bernal, "crear una infraestructura de datos que ayudará a difundir y utilizar la información". Además, se analizarán no sólo datos fríos, "sino características organizacionales de los distintos sistemas sanitarios que ayuden a explicar las variaciones".

Lo primero, hablar el mismo idioma

Para desarrollar el proyecto, uno de los primeros pasos fue hablar todos el mismo idioma. Los investigadores se encontraron con gran diversidad de códigos, conceptos y definiciones de procedimientos en los distintos conjuntos mínimos básicos de datos (CMBD), principal fuente de información utilizada, de los diferentes países. Por ello, "hubo que realizar un mapeo de las fuentes de información para unificarlas y que los datos fueran comparables", explica a DM Salvador Peiró, director del Área de Investigación en Servicios de Salud del Centro Superior de Investigación en Salud Pública de Valencia.
El resultado es una enorme base de datos unificada común con información de múltiples países y una herramienta de automatización de datos que estará disponible para investigadores y decisores nacionales y regionales. En total, "unas 200 personas entre representantes de administraciones nacionales, regionales y locales, asociaciones de pacientes, organizaciones profesionales y científicos que han participado en el proyecto", explica Enrique Bernal, investigador del Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud.

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