miércoles, 8 de abril de 2015

La tragedia de Germanwings desata un debate sobre la confidencialidad médica en Alemania

La tragedia de Germanwings desata un debate sobre la confidencialidad médica en Alemania

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La tragedia de Germanwings desata un debate sobre la confidencialidad médica en Alemania

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Políticos y médicos discuten si unas reglas de confidencialidad más laxas hubieran podido evitar el desastre.
En la discusión mediática, la posibilidad de reducir el ámbito de la confidencialidad médica en pacientes que ocupan puestos de trabajo denominados “sensibles” está ganando adeptos entre la clase política. Un político experto en la materia ha sugerido que sean facultativos designados por la empresa y por la Oficina Federal de Aviación Civil (OFAC) los que se encarguen de la atención sanitaria de los pilotos y que aquéllos queden desvinculados del deber de confidencialidad.
El presidente del Colegio Médico Federal, Frank Ulrich Montgomery, se ha manifestado en contra de esta prerrogativa, advirtiendo del riesgo de decisiones políticas precipitadas. En su opinión, la confidencialidad médica forma parte de los derechos humanos y está protegida por la constitución. El problema no residiría en la confidencialidad, sino en la capacidad de reconocer una amenaza para el prójimo, como indica Rainer Richter, presidente del Colegio Federal de Psicoterapeutas. Desafortunadamente, no existe ningún método fiable para determinar este riesgo, concluye Richter. Otros representantes del gremio de la psicoterapia puntualizan que la psicoterapia está basada en la confianza entre paciente y terapeuta y que una relajación de la confidencialidad conduciría inevitablemente a la autoexclusión de ciertos grupos profesionales de la ayuda psicológica por temor a posibles consecuencias laborales.
Por otro lado, el presidente de la Asociación de Medicina Aeronáutica está favor de que el facultativo informe a la OFAC, pero no a la aerolínea en la que el paciente es empleado. Algunos expertos en derecho laboral apoyan esta opinión, argumentando que una agencia estatal independiente debe tener conocimiento del estado de salud psíquico de los trabajadores que desarrollan su actividad en áreas en las que la seguridad es relevante.

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