lunes, 25 de mayo de 2015

El CI dado en pegatinas es inviable, dice un juzgado - DiarioMedico.com

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NUEVA SENTENCIA

El CI dado en pegatinas es inviable, dice un juzgado

El fallo censura al servicio navarro por esa práctica porque genera dudas de cuándo se estampó la firma del paciente, si antes o después de la cirugía.
Diego Carrasco. Madrid |diego.carrasco@diariomedico.com   |  25/05/2015 00:00
 
 
La jurisprudencia es cada vez más exigente en la salvaguarda de uno de los principales derechos de la autonomía del paciente como es el consentimiento informado (CI). Tanto es así que es abundante la casuística para demostrar que se ha informado de forma verbal o escrita al enfermo, aunque no vale cualquier medio material para probar el CI.
El Juzgado de Primera Instancia número 5 de Pamplona ha condenado a la aseguradora del Servicio Navarro de Salud (SNS) a pagar a un paciente una indemnización de 181.900,40 euros, más los intereses legales, por la mala praxis en una cirugía ocular que acabó con la pérdida del ojo. José Antonio de Arístegui, experto en Derecho Sanitario y abogado del reclamante, ha explicado a este diario que la indemnización total ha alcanzado los 400.000 euros, ya que a las cuantías anteriores hay que sumarle los 73.000 que el SNS abonó en vía administrativa.
  • El juzgado Civil recrimina al cirujano que perforase la pared lateral de la órbita del ojo izquierdo y causara la lesión del nervio óptico y de los pares craneales III, IV y VI
El fallo condena a la entidad gestora por tres aspectos fundamentales: la cirugía no resultaba absolutamente necesaria; la forma de recabar el CI a través de pegatinas autoadhesivas colocadas sobre la hoja del consentimiento es inviable y la técnica empleada por el cirujano no fue correcta porque "perforó la pared lateral de la órbita del ojo izquierdo".
Según se desprende de la demanda, en 2009 el paciente acudió a Urgencias de un hospital público por un traumatismo craneoencefálico provocado por una caída. Tras la realización de una TC se detectó que tenía la silla turca aumentada de tamaño con aspecto balonizado y paredes adelgazadas y con una aparente masa de tejido blando intraselar. Se emitió un diagnóstico de sospecha de "macroadenoma hipofisiario". Semanas más tarde acudió a la consulta de Neurocirugía tras un episodio de mareo y trastorno visual en su ojo izquierdo con sensación de opresión centrofacial. El neurólogo recomendó que valorase al paciente también el servicio de Oftalmología. Un mes después volvió a ser explorado por el neurológo, que decidió operarle y se programó la cirugía para semanas más tarde.
  • La sentencia señala que la cirugía no resultaba absolutamente necesaria ni era la única alternativa terapéutica al adenoma de hipófisis
Durante la intervención el médico se encontró con la dificultad de que el tabique nasal presentaba una desviación importante. Cuando llegó al seno esfenoidal el cirujano perforó la pared lateral de la órbita ocular causando graves lesiones yatrogénicas.
No era necesaria
La aseguradora del SNS reconoció la mala praxis prestada por el servicio sanitario público con la consiguiente responsabilidad patrimonial. En este sentido el juzgado Civil, aceptando uno de los informes periciales, señala que "la intervención quirúrgica no resultaba absolutamente necesaria ni era la única alternativa terapéutica al adenoma de hipófisis".
La sentencia también recrimina al cuadro médico la forma de recabar el CI del paciente mediante su firma en pegatinas autoadhesivas colocadas sobre la hoja del consentimiento. El juez considera que esta actitud es incorrecta e inviable porque "no prueba cuándo estampó la firma y genera la duda de si la pegatina pudo pegarse en la hoja con posterioridad a la intervención". Es más, tratándose de una intervención programada "hubo tiempo más que sobrado para que los médicos informaran al enfermo del diagnóstico, riesgos y alternativas" a la patología que sufría. Por tanto, lo correcto, dice el fallo, hubiera sido que médico y paciente "firmaran en la propia hoja".
Además, el cirujano incurrió en mala praxis al perforar la pared lateral de la órbita del ojo izquierdo y causara la lesión del nervio óptico y de los pares craneales III, IV y VI. "Dicha lesión sólo puede achacarse a una falta de cuidado".

No todo vale para probar la información

Los tribunales recuerdan una y otra vez que no todo vale para probar que un paciente ha recibido una información completa y suficiente. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid advirtió a la Administración autonómica que las anotaciones subjetivas recogidas en la historia no pueden sustituir el CI escrito del enfermo . Incluso los jueces insisten en que el hecho de que el enfermo posea conocimientos médicos o sanitarios tampoco excluya el consentimiento. Un juzgado de Toledo condenó al Sescam porque una paciente, ATS de un hospital, no fue informada de los riesgos quirúrgicos de una histeroscopia.

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