El plan de vacunas 2011-2020 avanza lento y es insuficiente

El presupuesto global de la organización para el periodo 2016-2017 será de 3.930 millones, 211 más que en 2014-2015, una subida de fondos del 5,4 por ciento; afronta muchos retos incompletos.

José A. Plaza. Madrid | japlaza@unidadeditorial.es | 25/05/2015 00:00

Cita marcada por el Ébola. Margaret Chan, en uno de sus discursos en la Asamblea, ha reconocido que el brote de Ébola "ha acelerado el proceso de reforma de la OMS y ha dado la máxima prioridad a la introducción de cambios en las operaciones de emergencia". (OMS)

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El Plan Global de Acción en Vacunas (GVAP) de la OMS quiere hacer del periodo 2011-2020 la Década de las Vacunas, progresando en universalidad de acceso y difundiendo la relevancia de su uso. El Grupo Estratégico de Expertos creado por el propio organismo para evaluar su plan señala que ha habido cierto éxito en la introducción de nuevas vacunas, pero lamenta que el progreso sea lento e insuficiente para cubrir expectativas.

Esta es una de las conclusiones del documento que se ha estudiado en la 68 Asamblea Mundial de la Salud de la OMS, que empezó, como contó diariomedico.com, el pasado lunes, y que concluye este martes.

Un informe pide a los países que impulsen su inversión para mejorar la información local y regional, y dice que no será posible sin más ayuda de las agencias técnicas

Cinco de los seis objetivos establecidos en el GVAP para cumplirse entre 2014 y 2015 están lejos de alcanzarse: interrupción de la transmisión del poliovirus, tétanos materno y neonatal, eliminación del sarampión y la rubeola, y establecer dianas de cobertura en DTP3 (difteria, tétanos y pertusis). De hecho, en la mayoría de estos objetivos apenas se ha avanzado, y algunos llevan tiempo sin mostrar avances.

El grupo de expertos pide que la OMS y los países miembro reexaminen su contribución al plan, y ve necesarias mejoras inmediatas para que sea posible cumplirlo. Entre los problemas que están dificultando los progresos, citan los siguientes. Poca información sobre vacunas, y mal utilizada; fallos en suministros y acceso, y escasa información al usuario por parte de los profesionales sanitarios de la necesidad de vacunarse.

Cinco objetivos
Bajo la premisa de que prevención, acceso, sostenibilidad e identificación de dianas deben dirigir cualquier acción, los expertos han establecido cinco objetivos para revertir esta situación: mejorar la educación, formación y comunicación para impulsar el conocimiento social; fomentar conocimientos y evidencias científicas a través de más investigación y evaluación; reducir las infecciones mediante medidas preventivas; optimizar el uso de antimicrobianos en salud humana y animal, y avanzar hacia la sostenibilidad de los sistemas sanitarios, para mejorar la financiación de nuevos fármacos, herramientas diagnósticas y vacunas.

Además, el informe pide a los países que impulsen su inversión para mejorar la información a escala local y regional. Matiza que este trabajo no será posible sin una mayor ayuda por parte de las agencias técnicas, que deben desarrollar más herramientas para mejorar la capacidad de optimizar la información existente en torno al uso de vacunas.

Dificultades para reunir recursos contra las resistencias antimicrobianas

La OMS también ha estudiado en su 68 Asamblea Mundial de la Salud un informe sobre resistencia antimicrobiana, que incluye la resistencia a antibióticos. Según recuerda el texto, para el bienio 2014-2015, la OMS estableció un presupuesto "que no refleja la actual prioridad que se le da "a este ámbito: algo más de 13 millones de euros para resistencia antimicrobiana, a los que se suman algunos fondos destinados a la estrategias en VIH, malaria y tuberculosis".

Además de esta mejorable previsión, el informe revela que "no ha sido posible reunir todo el personal y los recursos financieros disponibles", en parte debido a la crisis del Ébola, que asumió buena parte de los recursos de la OMS. El presupuesto para el bienio 2016-2017 mejora el actual y buena parte de las mejoras se fían a este incremento de fondos.

También se confía en la labor conjunta de la OMS, la Organización Mundial para la Salud Animal (OIE) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que firmaron hace cinco años un acuerdo para potenciar su colaboración, e incluyeron entre sus prioridades el abordaje de las resistencias antimicrobianas.

Pero la OMS considera que toda ayuda es poca, y que la actual es escasa. Por eso, ha solicitado a la Secretaría General de las Naciones Unidas una reunión para impulsar la lucha contra estas resistencias. La respuesta ha sido positiva, y ya se está trabajando más con países en desarrollo y para establecer nuevos partenariados entre Estados miembro.