lunes, 15 de junio de 2015

Participación: la gestión clínica es un principio - DiarioMedico.com

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IMPLICAR AL MÉDICO

Participación: la gestión clínica es un principio

Representantes de la profesión médica coinciden en la necesidad de llevar más allá la implicación profesional. Los médicos también tienen mucho que decir sobre el gobierno y la dirección de los centros sanitarios.
Carmen Fernández. Barcelona | carmenfer@diriomedico.com   |  15/06/2015 00:00
 
 

Un acuerdo en Cataluña para implicar a los médicos en el gobierno y la gestión de los centros sanitarios, subiendo así el listón de su participación por encima de la gestión clínica, abre el debate sobre los límites de la intervención de la profesión en el devenir de entidades en las que su conocimiento es fundamental.
"La participación tiene que ser más directa. Los criterios gerencialistas son de otra época", manifiesta Josep Basora, presidente de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc).
Jaume Padrós, presidente del Colegio de Médicos de Barcelona y del Consejo de Colegios de Médicos de Cataluña, que ha promovido el acuerdo de intenciones con el Gobierno autonómico, defiende acabar "con el divorcio entre gestores y profesionales" y "empoderar" más a los líderes clínicos. Aclara que participar no significa invitar a médicos a reuniones sino comprometerlos y corresponsabilizarlos de las decisiones y reconocérselo económicamente. A su juicio, la participación implica meritocracia, "y no todo el mundo está de acuerdo".
Ana Sánchez Atrio, vicepresidenta del Colegio de Madrid, explica que Padrós les informó en marzo de su objetivo. "El cien por cien de los colegios estamos absolutamente de acuerdo, y vemos una actitud positiva en los políticos. En la campaña electoral para la Comunidad de Madrid estuvimos con representantes de varios partidos y vimos que un apartado fundamental de todos era incrementar la participación en los niveles micro y macro", añade.
A su juicio, no es recibo que los facultativos se enteren de cambios o reformas cuando hay que implantarlos ni que las decisiones sobre salud se guíen por criterios economicistas exclusivamente. "Tenemos que aumentar la eficiencia pero se nos permite poca participación para decidir cómo hacerlo; cometen un error porque somos los que conocemos los problemas y las bolsas de ineficiencia. A los candidatos a la Comunidad de Madrid les dijimos que era fundamental contar con los médicos de base de todos los niveles y que ocupen los cargos de responsabilidad de los hospitales. Ahora en esos cargos hay políticos".
Un Real Decreto de 1987
Carlos Macaya, presidente de la Federación de Asociaciones Científico Médicas de España (Facme), recuerda que el Real Decreto 521/1987 por el que se aprobó el Reglamento sobre estructura, organización y funcionamiento de los hospitales permitía a los médicos participar no sólo en la gestión clínica sino también en cuestiones relativas al gobierno y la gestión de los centros a través de las juntas facultativas, que ahora se llaman juntas técnico-asistenciales, incluyen a otras profesiones y son órganos meramente consultivos.
"El poder total hoy es del gerente; la dirección médica está supeditada a él, y la participación de los médicos es menor. Nuestro poder está muy devaluado. Sólo nos queda el derecho a berrinche". Defiende que los médicos participen en la elección del director médicos y sus objetivos, en inversiones y compras y en la selección de personal y de mandos, aunque admite que en su caso (es jefe de Cardiología del Clínico de Madrid) ha podido elegir con quién trabaja.
Joaquín Estévez, presidente de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (Sedisa), está a favor de incrementar la participación de los médicos, pero sugiere hacer antes cambios en la legislación sobre el papel de los sindicatos y cuestiona que los facultativos puedan participar en la gobernanza de centros públicos que no tienen personalidad jurídica propia (consorcios, empresas o fundaciones públicas sí la la tienen). En su opinión, en los centros habría que comenzar por la participación democrática, incluyendo en órganos de gobierno a representantes también de pacientes, y por que los directivos fuesen seleccionados según sus méritos, actuasen de acuerdo a objetivos concretos y fuesen evaluados.
Comparte con Macaya que las juntas técnico-asistenciales se han desvirtuado y defiende recuperarlas "estableciendo un reglamento y unas funciones claras". Pero afirma que, con la crisis y los recortes, "los gerentes han perdido poder porque se ha concentrado en los servicios de salud autonómicos; ahora las compras están centralizadas, los centros no tiene planes de inversiones, los directivos no tiene capacidad de control de contratos y contrataciones...".
Ramón Morera, presidente de la Sociedad Española de Directivos de Atención Primaria (Sedap), dice que la gestión clínica implica que haya también canales de participación en órganos de gobierno y de dirección de los centros, incluyendo la elección de director médico hospitalario y director de equipo de primaria. La Sedap, informa, defiende que haya canales formales de participación de los profesionales y procesos claros y transparentes para que presenten candidaturas a órganos de dirección.
'Despotismo ilustrado'
Morera también cree que las juntas técnico-asistenciales, incluyendo las de primaria, "se han dejado morir", define de "despotismo ilustrado" la forma actual de gobierno y gestión de la sanidad y defiende que médicos y enfermeras participen en decisiones sobre organización, calidad y seguridad o inversiones.
Albert Tomàs, presidente de CESM, pone de relieve que el Foro de la Profesión Médica llegó a un acuerdo (en julio de 2013) con el Ministerio de Sanidad que incluía, entre otros objetivos, la gestión clínica. "En esto el ministerio querría una cosa y las comunidades autónomas van a lo suyo. Luego se nos presentó un borrador de real decreto en el que no quedaba nada claro que el liderazgo sea del médico y los incentivos económicos por el cumplimiento de objetivos se vinculaban al equilibrio presupuestario, y lo rechazamos". Desde su punto vista, los médicos son hoy "mano de obra".

La gestión clínica se extiende a trompicones

PRINCIPADO DE ASTURIAS
3.131 profesionales implicados
Asturias apostó en 2009 por dar más participación y responsabilidad al profesional en la toma de decisiones a través de un modelo de gestión clínica que arrancó no sin dificultad y que ha ido extendiéndose hasta alcanzar a 64 unidades y áreas de gestión autorizadas, de las cuales 42 están en funcionamiento y 27 tienen contrato-programa vigente. En los próximos meses esta cifra se verá incrementada con la previsible firma del contrato con el Sespa de las ocho áreas del HUCA que el año pasado prefirieron no hacerlo por estar inmersas en todo el proceso de traslado del viejo centro al nuevo hospital. En áreas y unidades funcionantes están implicados 3.131 profesionales.
La esencia del modelo, según Carlos Díaz, jefe de Servicio de Gestión Clínica y Calidad del Sespa, es que es cien por cien público y traslada al profesional la capacidad de decisión en el día a día sobre cuestiones que hasta entonces competían a las gerencias, informa Covadonga Díaz.
GALICIA
Pendientes del Supremo
El Servicio Gallego de Salud (Sergas) ha apostado por la gestión clínica, aunque se ha encontrado con obstáculos que han derivado en una paralización del proceso. Desde que en marzo del 2014 se publicó en el Diario Oficial de Galicia el decreto, no se ha constituido ninguna unidad, pese a que las previsión era de 21. Las dudas suscitadas en el colectivo de profesionales tanto sobre sus condiciones laborales como sobre el alcance de la autonomía que tendrán las futuras áreas, la presión de sindicatos y partidos de la oposición, y el hecho de que 2015 sea año electoral, ralentizaron la implementación. El recurso judicial de la coalición CESM-Omega dio lugar a una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Galicia que puso la puntilla, ya que anuló la libre designación de directores de unidades de gestión clínica. Ahora se espera la resolución del Supremo . Tras conocerse el dictamen del alto tribunal gallego, el gerente del Sergas, Antonio Fernández-Campa, dejó claro que la Administración optaría por la prudencia y que se pondría el foco en unas pocas unidades, las más proactivas, para conseguir así vencer la resistencia general, informa María Lagoa.
COMUNIDAD DE MADRID
El Clínico San Carlos como único referente

El Clínico San Carlos de Madrid es un referente en nuevas fórmulas de gestión interna. Hace 15 años rompía el rígido molde organizativo de los hospitales tradicionales con la creación del Instituto Cardiovascular, y ahora cuenta con otros 5 y con 13 unidades de gestión clínica. Sólo servicios centrales como laboratorio quedan fuera del modelo.
ANDALUCÍA
Una década avanzando en la corresponsabilidad
Andalucía lleva trabajando hace más de una década en un modelo de gestión que avanza en la corresponsabilidad de los profesionales en la gestión de las unidades y centros para incrementar la calidad y la eficiencia. Este modelo ha llevado a las unidades de gestión clínica, con equipos multiprofesionales y multidisciplinares, un elevado nivel de descentralización de la gestión y autonomía de las actividades profesionales, de acuerdo a diferentes objetivos entre los que destacan: fomentar la implicación de los profesionales sanitarios en la gestión de los centros, reforzar la continuidad asistencial, mejorar la organización del trabajo y elevar la satisfacción de los pacientes, informa Carmen Cáceres.
CASTILLA Y LEÓN
El proyecto estrella

Las Unidades de Gestión Clínica de Castilla y León se habían convertido en el proyecto estrella de la legislatura 2011-2015 para Sacyl, pero se han retrasado. En abril, el consejero de Sanidad, Antonio María Sáez Aguado, que podría seguir siéndolo en esta nueva legislatura, confirmó que se paralizaba el proyecto hasta que pasaran las elecciones municipales y autonómicas. En 2011 se comienza a hablar de la autogestión de los servicios para huir del carácter gerencialista. Los sindicatos se opusieron desde el principio y judicializaron el asunto tras ver que se pusieron en marcha dos unidades de forma piloto en el Clínico de Valladolid y en Zamora. En mayo de 2014 una sentencia de Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León bloqueó la Resolución del Director Gerente de la Gerencia Regional de Salud por la que se aprobó el Programa Especial de Gestión Clínica puestos en marcha en estos dos servicios de forma experimental por considerar que existía "omisión de un trámite procedimental".
El motivo fundamental para tomar esta decisión es que la Administración no negoció dentro de la mesa sectorial "una medida de planificación de recursos humanos que afecta a las condiciones de trabajo de los mismos pues se crean nuevos puestos de trabajo y/o se modifican las funciones de los existentes". Sacyl dio un paso atrás y tuvo en cuenta las opiniones de los sindicatos para "salvar" los defectos de forma y en diciembre de 2014 aprobó el decreto. Sacyl esperaba ponerlo en marcha en los primeros meses de este año con unos 50 servicios en toda la comunidad. Los equipos profesionales podrán crear "islas" de gestión independiente a partir de la presentación de un proyecto de cuatro años que será evaluado, antes y después de su creación, según la Consejería de Sanidad, que insistió en que incentivará al equipo y también a los profesionales de forma individualizada si cumplen unos objetivos marcados y relacionados con la calidad asistencial, que no radican sólo en el ahorro, sino también en un seguimiento de su actividad y de sus méritos. Sáez Aguado insiste en que un aspecto importante de este programa es que la participación en las unidades será voluntaria y los profesionales que pasen a conformar una unidad de gestión clínica seguirán en la misma situación administrativa, informa Alejandro Segalás.

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