martes, 3 de noviembre de 2015

“La Farmacia ha contribuido y contribuye de manera importantísima al mantenimiento de la Sanidad” :: El Médico Interactivo :: “La Farmacia ha contribuido y contribuye de manera importantísima al mantenimiento de la Sanidad”

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“La Farmacia ha contribuido y contribuye de manera importantísima al mantenimiento de la Sanidad”



Octubre de 2015 - Silvia C. Carpallo

Jesús Aguilar, presidente del Consejo General de Colegios Farmacéuticos, ha concedido una entrevista a EL MÉDICO

¿Cuál cree que es actualmente la situación de la Sanidad Española?
En estos momentos la Sanidad española tiene un problema de financiación importante, y es que seguimos sin resolver problemas como que tenemos que dedicar más porcentaje de nuestro PIB, o que tiene que haber partidas que sean finalistas. Así, hemos acabado en un bucle en el que terminamos discutiendo qué es lo más o menos importante, pero aquí no hay más importante ni menos importante. Me explico. Es importante, por ejemplo, que tengamos las herramientas y los medios necesarios para que los pacientes sean perfectamente atendidos y se llegue a diagnósticos correctos en un breve periodo de tiempo. Pero de poco vale que estos diagnósticos se hagan si luego no tenemos dinero para tratar a los pacientes. Y no me estoy refiriendo solo a los productos que llaman innovadores, me estoy refiriendo a todos los medicamentos. Porque lo que no puede ser es que los pacientes encuentren restricciones o dificultades de acceso en su medicación. Hemos llegado a un punto en el que existe un debate entre pagar a los profesionales o pagar los medicamentos que los profesionales prescriben. Y es que dos puntos importantes de los recortes han sido el capítulo I y el gasto farmacéutico.
Y en este entorno, ¿cuál la situación de los farmacéuticos?
Aunque los farmacéuticos trabajamos en muchas áreas, es cierto que hay una mayoritaria, que es la oficina de farmacia. Para poner cifras, de 65.000 colegiados, en torno a un 80 por ciento forma parte de esa oficina de farmacia, y luego hay otro 20 por ciento que se reparte entre hospitales, Atención Primaria, en la distribución, en la industria farmacéutica, en análisis clínicos o en otro tipo de actividades. Centrándonos en ese 80 por ciento, lo que hay que destacar actualmente es que es un colectivo en una situación muy delicada, ya que sufre un ahogo económico muy importante. Si bien se considera que el gasto farmacéutico ambulatorio es el 15 por ciento del gasto sanitario, de esta partida ha salido el 42 por ciento de los ahorros del sistema público de salud. La Farmacia ha contribuido y contribuye de una manera importantísima al mantenimiento de la Sanidad, pero también a generar grandes ahorros en un momento de crisis económica para todo el país. No se puede seguir incidiendo en esta partida, porque el resultado será que los pacientes al final vean en riesgo el acceso a su medicación.
¿Se ha llegado a poner en riesgo el sistema de Farmacia?
La realidad es que ya hemos asistido al momento de ver a una cantidad considerable de farmacias en concurso de acreedores. Lo que se ha tenido que hacer es trabajar sobre un conjunto de un 10 por ciento de las farmacias, es decir, sobre unas 2.000 de las más o menos de 22.000 existentes, para que pudieran tener un índice inverso en el margen para poder sobrevivir.
Y en esta época de crisis, ¿cuál es papel que ha tenido el farmacéutico? ¿Ha estado suficientemente reconocido?
Para los ciudadanos sí, y es algo que no sólo se refleja en el día a día, sino también en las encuestas, pero a nivel de otros profesionales, la verdad, habría que preguntárselo a ellos. Si ya hablamos de las Administraciones, desde mi opinión creo que también lo reconocen, y lo reconocen de hecho a todos los niveles, pero no se acaba de dar el paso de que ese reconocimiento a ese papel tan importante se plasme realmente en lo que se tiene que plasmar. Es decir, contar con la farmacia para trabajar junto con el paciente, por el bien de la salud de los ciudadanos. Al final, las Administraciones, endogámicamente, trabajan entre sus profesionales, como si el resto de los profesionales del sistema no formase parte o no estuviera al servicio también de los ciudadanos.
¿Ha cambiado la labor del farmacéutico como agente de salud en los últimos años?
El farmacéutico ha tenido distintas fases, pero en estos últimos años lo que hemos logrado es no tener solo dispensarios, sino unos centros sanitarios que atienden a los ciudadanos los 365 días del año. Se calcula que dos millones de personas entran todos los días en las farmacias, y en un porcentaje elevado -uno de cada tres- no se lleva ningún producto, sino que se lleva un consejo de un profesional sanitario. El farmacéutico también ha avanzado en entender ese papel que puede llevar a cabo desde el punto de vista asistencial, para ayudar tanto al paciente como al sistema.
Se le pide por tanto más responsabilidad y más esfuerzo, ¿a cambio de qué? ¿Realmente se le puede pedir más de la labor que ya hace?
Ese es el juego. Nosotros decimos que podemos hacer más cosas, y que cuanto las asumimos lo hacemos bien, porque en nuestro día a día vemos cosas que los ciudadanos están demandando; y todo esto tiene que tener un equilibrio, lógicamente, en la parte profesional y en la parte económica.
Ese papel asistencial es aún más clave en el entorno rural, ¿qué labor desempeña o puede desempeñar el farmacéutico en cuestión de salud pública?
Voy a poner un ejemplo, que es de donde vengo, en Castilla y León el 72 por ciento de las farmacias están en un entorno rural y eso supone que en muchas poblaciones el farmacéutico sea el único profesional sanitario. Por lo tanto es clave el papel que puede tener en la promoción de la salud, en la prevención de la enfermedad, y en una población, que además suele estar envejecida y por lo tanto hay más enfermos crónicos y pluripatológicos. Tiene un papel clave en la ayuda del seguimiento farmacológico de los pacientes. Sin embargo esta labor no está reconocida, de la manera en que yo entiendo que tiene que estar, por las administraciones. Más aún teniendo en cuenta que tenemos 17 modelos.
¿Y afecta a la Farmacia el hecho de que las competencias estén divididas en 17 comunidades autónomas?
Por supuesto. Tenemos 17 ordenaciones farmacéuticas distintas, pero es que además los ciudadanos no tienen una verdadera equidad en la prestación farmacéutica según el lugar en el que residan. En Madrid se puede prescribir y dispensar un medicamento que a lo mejor en Segovia no se puede dispensar, o viceversa, por temas por ejemplo de receta electrónica.
¿Llegan a los colegios farmacéuticos esas dificultades en el acceso y diferencias en la equidad?
Sí, muchas veces parece que somos nosotros los que tenemos que luchar por los derechos de los ciudadanos contra las administraciones. Al ser los que vemos la realidad del día acabamos siendo unos portavoces de los ciudadanos.
Y este papel, ¿cómo se puede integrar dentro de las estrategias sanitarias de las administraciones?
Desde las farmacias estamos no ya pidiendo sino exigiendo estar ahí, y que se cuente con nosotros. El problema no somos nosotros, que desde luego nos ofrecemos, el problema es que nos compren esta idea. Ante esto solo podemos insistir en hacer ver que se está desaprovechando un recurso de decenas de miles de profesionales formados al más alto nivel.
Para concretar, ¿en qué podría ser clave, en materia sociosanitaria, la labor del farmacéutico? ¿Cuál es su propuesta?
Queremos participar en la estrategia de atención sociosanitaria; en todo lo que es la adherencia y el seguimiento de la medicación de los pacientes; en todos los temas de prevención y cribados, por ejemplo el caso de cribados de cáncer de colon en Cataluña. Igualmente queremos participar en la promoción de hábitos saludables, en campañas con los ciudadanos, revisiones de botiquines, los proyectos de metadona, de VIH y todo lo que en materia de salud pública el farmacéutico pueda ayudar al ciudadano.
De hecho, en el tema de la falta adherencia la labor del farmacéutico podría ser una pieza clave para buscar soluciones a ese problema, ¿no?
Sí, el problema es que falta poder trabajar conjuntamente con los médicos. En la farmacia realmente vemos los casos de poca adherencia, porque vemos a los pacientes todos los días. Y en esos casos que conocemos intentamos trabajarlo, pero tenemos que hacerlo de forma regulada y colaborativa con el médico.
Si bien es un trabajo que está por desarrollarse, ¿hay alguna comunidad que sea pionera en este sentido?
A mí me parece que Cataluña es una comunidad muy abierta en ese sentido y que trabaja en potenciar ese papel más activo del farmacéutico, e integrarle dentro de todo el sistema sociosanitario.
Hablamos del farmacéutico de oficina de farmacia, ¿pero cuál es la situación del farmacéutico de hospital?
Creo que el farmacéutico hospitalario tiene aún mucho papel dentro de estas instituciones sanitarias. Me gustaría ver el día en el que, cuando una persona ingrese en el hospital y el médico vaya a hacerle la visita, también vaya el farmacéutico. Ya no como farmacéutico, sino también como paciente, me gustaría que en España se diera ese paso, como ya se ha dado en otros países. Que me explicaran qué medicación tomo, por qué y para qué, que me den información.
Hablando precisamente de la farmacia hospitalaria, y también de la ya citada reducción del gasto farmacéutico, ¿cree que hay fármacos que han pasado a ser de dispensación hospitalaria sin una verdadera justificación?
No creo que hayan sido algunos, creo que ha sido siempre sin justificación. Si los medicamentos no necesitan un control clínico deben estar en la oficina de farmacia, pero este cambio está más relacionado con una cuestión presupuestaria. Estamos obligando a los pacientes a que tengan que ir a los hospitales a por esa medicación, por ejemplo, de lunes a jueves, o entre las 9 y las 2 de la tarde. Que tengan que desplazarse, asumir esos costes, y que tengan que estar haciendo unas colas innecesarias. Creo que las farmacias de los hospitales no están para esas cosas. No se están optimizando recursos en absoluto. Además es paradójico que paralelamente montemos un sistema de receta electrónica para evitar al paciente que tenga que ir a su centro de salud a por su medicación habitual.
Ya que menciona la receta electrónica, ¿cómo ha influido en la labor de los farmacéuticos?
Nosotros todo lo que sea tecnología nos hemos apuntado siempre. Es cierto que desde un punto de vista, digamos, más egoísta, a veces resulta mayor trabajo para el profesional. Pero para el paciente el principal problema que tiene -sobre todo en aquellos pacientes polimedicados- es que muchas veces no coinciden las medicaciones de todo el mes. A lo mejor le toca el día 1 el medicamento de la tensión pero hasta el día 7 no hay que dispensarle el medicamento contra el colesterol. Eso se traduce también en una mayor frecuentación del paciente a la farmacia. Todo esto se entiende porque el propósito es que el profesional médico tenga más tiempo para sus consultas, ¿pero realmente eso se está cumpliendo? ¿Realmente el médico tiene más tiempo para atender a los pacientes desde la implantación de la receta electrónica?
Otra de las cosas que ha cambiado es la prescripción por principio activo, igual que ocurrió en el caso de los médicos, ¿se debería regular ahora la relación entre los visitadores farmacéuticos y los propietarios de las farmacias?
No me lo he planteado en realidad. A nosotros no nos preocupa esta cuestión, los visitadores van a las farmacias cuando van, y en los últimos años se han reducido considerablemente las plantillas. No creo que los farmacéuticos nos sintamos presionados por los visitadores.
Igualmente otro tema clave ha sido el de las vacunas, ¿qué beneficios aporta la dispensación en farmacias a la hora de mejorar las tasas de vacunación de la población?
Las vacunas han sido clave en la historia de la salud pública. Y las vacunas tienen que estar en las farmacias. No puede ocurrir lo que ha pasado que los pacientes tengan que ir fuera a buscar las vacunas sin ningún control ni seguridad. ¿Para qué tenemos tantos controles si luego pasan estas cosas?
Con la liberación de las boticas griegas se ha abierto el debate de los diferentes modelos de apertura de farmacias en la Unión Europea, ¿cree que habría que replantearse el modelo español?
Sobre Grecia se ha escrito mucho, pero según tengo entendido en el Memorando de Entendimiento firmado por la UE y Grecia el pasado 19 de agosto no se incluyó finalmente petición alguna al respecto. Lo que está claro es que es una competencia de cada Estado miembro el dotarse del mejor modelo de farmacia para sus ciudadanos, con las mayores garantías de protección a la salud posible. Y a este respecto, el modelo español de Farmacia está a la vanguardia tanto de Europa como a nivel mundial.
Se prepara el XX Congreso Nacional Farmacéutico, ¿qué expectativas hay sobre el mismo o qué podría adelantarnos?
Que será en Castellón, entre los días 19 y 21 de octubre de 2016 y que tenemos el listón muy alto después del congreso celebrado en Córdoba; pero trabajaremos no sólo por consolidar su éxito de asistencia y participación, sino por superarlo y por seguir construyendo Profesión Farmacéutica con mayúsculas.

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