lunes, 7 de marzo de 2016

Las patologías emergentes y las epidemias no respetan fronteras - DiarioMedico.com

Las patologías emergentes y las epidemias no respetan fronteras - DiarioMedico.com



MEDICINA HUMANITARIA

Las patologías emergentes y las epidemias no respetan fronteras

La Medicina Humanitaria, primera línea de asistencia para combatir las emergencias. La actuación conjunta y preventiva de entidades nacionales e internacionales es clave.
Isabel Gallardo Ponce. Madrid | igallardo@diariomedico.com   |  07/03/2016 00:00
 
 

Ángel Gil, Guillermo Vázquez, José Martín Moreno, Carmen Maroto, Federico Mayor Zaragoza y Jorge Alvar
Ángel Gil, Guillermo Vázquez, José Martín Moreno, Carmen Maroto, Federico Mayor Zaragoza y Jorge Alvar. (José Luis Pindado)
Los movimientos poblacionales migratorios, los viajes intercontinentales, el cambio en los ecosistemas y la globalización favorecen la aparición de patologías emergentes. "Hay quien pensaba que con los antibióticos habíamos vencido a las infecciones; nada más lejos de la realidad", ha explicado María del Carmen Maroto, microbióloga, académica y coordinadora, junto a Ángel Gil, de la jornada La Medicina Humanitaria ante la aparición de patologías emergentes, celebrada en la Real Academia Nacional de Medicina, con la colaboración de la Fundación Ramón Areces.
En esa línea, José Martín Moreno, de la División de Sistemas Sanitarios y Salud Pública de la OMS, ha explicado a DM que las patologías emergentes son "una de las amenazas más graves para la salud pública, con el potencial de causar morbilidad, sufrimiento y mortalidad. En los últimos 25 años han aparecido más de 30 nuevos microorganismos", algunos asociados a enfermedades emergentes mortales y otros a reemergentes.
  • En la última década ha surgido un nuevo perfil de emergencias: las epidemias con riesgo internacional, como fue la gripe A, el Ébola y en la actualidad, la aparición del virus Zika
Maroto ha añadido que el hecho de que aparezca una patología en un punto geográfico no significa que este sea su lugar de origen, en relación a los casos de chikunguña en España o a la aparición del síndrome agudo respiratorio grave (SARS). "El coronavirus apareció en la habitación 911 del Hotel Metropol, en Hong Kong, pero rápidamente surgieron casos en Canadá debido a una turista que habitó en esa habitación". Diferente ejemplo, pero misma acción, es el del MERS cuando apareció en 2012 en Arabia Saudí y su reservorio se encontraba en unos camellos, o con el Zika, que apareció en Uganda en 1947 y ha reaparecido en Brasil y Venezuela.
Por eso, cuando aparece un proceso es esencial "conocer su etiología, su genética, sus capacidades mutantes, los sujetos vulnerables... Por supuesto que lo ideal sería desarrollar una vacuna en plena pandemia pero es algo complejo", ha dicho Maroto.
  • El DNDi pondrá a disposición de científicos de todo el mundo 400 fármacos potenciales para patologías emergentes siempre que trabajen en red
Epidemias de riesgo
Más allá de las emergencias por catástrofes, en la última década ha surgido otro perfil: las epidemias con riesgo internacional, que comenzaron con la gripe A, han pasado por el Ébola y llegan ahora al Zika. "Entre el Zika y el Ébola hay que entender que una cosa son los países en vías de desarrollo con sus grandes urbes degradadas y los países occidentales con una sanidad avanzada y capacidad de responder. El Aedes es un vector que puede crecer en cualquier agua estancada, y tiene un dintel de temperaturas amplio para desarrollarse. Pero hay una ventaja: es un mosquito que se puede detectar y sobre el que se puede actuar con fumigaciones, repelentes y otras prevenciones", ha dicho Vázquez.
Además, el Zika no tiene una gran mortalidad, como el Ébola, aunque sí dos complicaciones: microcefalia y poliomelitis aguda. También hay una diferencia radical: "Los hospitales tuvieron que reajustarse para el Ébola, pero el Zika no requiere medidas hospitalarias excepcionales", ni supone la ruptura de los ecosistemas sanitarios ni su devastación.
Maroto y Vázquez han coincidido en que ahora el objetivo principal es conocer la enfermedad, actuar frente al vector, preparar las vacunas, aconsejar a la población en riesgo sobre las medidas que debe realizar y dar apoyo a las gestantes.
Según Vázquez, el Zika, el dengue y el chikunguña, como patologías transmitidas por vectores, adolecen de lo mismo: falta de investigación en vacunas y tratamiento. Por otro lado, "el SARS y el MERS están acantonados, y son muy peligrosos por el tipo de contagio y la gran mortalidad que producen".
En este escenario de globalización y reemergencias, "es preciso que las instituciones internacionales desarrollen protocolos de actuación y promuevan la investigación", ha dicho Maroto. En esa línea, le corresponde a la OMS la función de liderar los asuntos sanitarios internaciones y para ello "debe articular políticas basadas en la evidencia y prestar apoyo a los países". Así, debe estar bien estructurada una red mundial de alertas al igual que el reglamento sanitario internacional, "un instrumento jurídico de carácter vinculante para los países que integran la OMS".
El Ébola, además de mortalidad, también ha traído consigo un adecuamiento logístico. Según Vázquez, ha permitido "a los países occidentales perfeccionar y desarrollar su capacidad de respuesta. Los países en vías de desarrollo a través del planteamiento logístico de las grandes ONG, en función de las directrices de la OMS, de la UE y de otros países, pueden hacer un despliegue rápido de recursos médicos, estructurales y de diagnóstico, y poner sobre el terreno los mecanismos de investigación rápida de vacunas y fármacos". En esa dotación no debe faltar "una masa crítica de profesionales sanitarios -médicos y enfermeros- nativos, ya que así se asegura la capacidad para afrontar nuevas epidemias".
Más investigación
Jorge Alvar, jefe del programa de Leishmaniasis de la Fundación DNDi en Ginebra, ha añadido que tarde o temprano hay que abandonar la actitud reactiva al problema para ir hacia una actitud más preventiva. "Eso es aplicable cuando ocurre una epidemia: hay que tener todo un sistema preparado para responder de manera inmediata y con el menor daño posible; se aplica también a la investigación: si la tuviéramos más avanzada podríamos responder mejor". Con esta idea de base, la Fundación DNDi se ha centrado en estudiar el repertorio de moléculas existentes para predecir cuál de todas ellas puede ser útil en los patógenos que tiene catalogados el CDC para crear un Pandemic Drug Box.
"La idea es identificar 400 medicamentos potenciales útiles para estas patologías, fundamentalmente antibacterianos, ya que el 43 por ciento de las patologías emergentes son bacterianas, y antivíricos. Vamos a preparar 200 viales de esos 400 fármacos para distribuirlos de forma gratuita a los investigadores siempre y cuando entren a trabajar en red".
Se trata de una iniciativa que parte de 8.000 moléculas del Malaria Medicine Venture y 1.100 del DNDi. El último paso es poner de acuerdo a los laboratorios para que compartan moléculas que puedan tener utilidad para patologías tropicales. "De momento siete forman parte de este Drug Buster. La única condición que ponen es que no se comparta la molécula química. Estamos aunando esfuerzos para identificar nuevos candidatos. Es la forma de que la investigación filantrópica sirva para algo".

Participación ciudadana contra vectores

La plataforma Mosquito Alert, en la que participan la Obra Social La Caixa y el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (Creaf), permitirá implantar un sistema de alerta anticipada basado en ciencia ciudadana que detecte la posible llegada de Aedesaegypti a España y el seguimiento de la presencia y la expansión del Aedes albopictus. La plataforma quiere fomentar la aplicación de respuestas y medidas de control concretas, en tiempo real, y ayudará con su app a los usuarios a identificar el vector antes de enviar la información.

No hay comentarios: