CSI-F denuncia la alta siniestralidad en los avisos domiciliarios

CSI-F denuncia un incremento de un 15 por ciento desde 2011 en los accidentes in intinere de los profesionales sanitarios, incluidos los avisos domiciliarios médicos. El sindicato achaca ese aumento a los recortes y pide medidas para limitar la siniestralidad.

Redacción. Madrid | 19/04/2016 12:03

La Federación de Sanidad del sindicato CSI-F ha denunciado el incremento registrado en los últimos cuatro años en los accidentes de los trabajadores sanitarios en sus desplazamientos profesionales, incluidos los avisos domiciliarios de los médicos.

En 2015 se produjeron un total de 10.340 accidentes in itinere (lo que supone una media de 28 al día), y desde 2011 se ha producido un incremento de más del 15 por ciento en estos accidentes, según los datos que CSI-F ha hecho públicos esta mañana en las Jornadas de Seguridad Vial Laboral en el Ámbito Sanitario, que ha inaugurado Carlos Moreno, director de Ordenación Profesional del Ministerio de Sanidad.

CSI-F denuncia que el sector sanitario es el segundo con más siniestralidad, después del comercio, y reclama tanto a la Administración central como a las autonómicas la adopción de medidas para limitar estos accidentes, entre otras "tiempo suficiente" para cubrir los avisos médicos domiciliarios, "de forma que no obliguen al profesional a trasladarse con un ritmo elevado", y adaptar las consultas médicas a los avisos que se tengan programados en consulta.

Entre otros factores, CSI-F achaca el incremento de la siniestralidad registrado desde 2011 a losrecortes del personal sanitario y a los límites de la tasa de reposición, lo que, a juicio del sindicato, ha provocado "un brutal aumento de la presión asistencial, doblando turnos, sin respetar descansos y alargando las jornadas laborales, con el consiguiente cansancio para una correcta conducción".

Además, según la central, se abusa de la movilidad geográfica dentro de las autonomías, lo que obliga al profesional a desplazarse dentro de su propia comunidad entre zonas muy distantes entre sí.

Pérdida económica
Desde el punto de vista estrictamente económico, CSI-F se queja de que el Sistema Nacional de Salud no asume el gasto extra que generan estos desplazamientos para el profesional (uso y mantenimiento del vehículo, gasolina...), lo que supone "una pérdida económica para el empleado público, que utiliza su propio vehículo para los traslados entre centros sanitarios dentro de su jornada y para atender los avisos domiciliarios".