martes, 26 de abril de 2016

"Es necesaria una estructura formativa más flexible que evite compartimentos estancos" :: El Médico Interactivo :: "Es necesaria una estructura formativa más flexible que evite compartimentos estancos"

:: El Médico Interactivo :: "Es necesaria una estructura formativa más flexible que evite compartimentos estancos"



"Es necesaria una estructura formativa más flexible que evite compartimentos estancos"





Abril de 2016 - A. H.

La presidenta de la Comisión Delegada del Tronco Médico, Emilia Bailón, ha concedido una entrevista a EL MÉDICO

Emilia Bailón, miembro de la Comisión Nacional de la Especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria, ha sido nombrada recientemente presidenta de la Comisión Delegada del Tronco Médico, en un momento donde la reestructuración del sistema de formación de los sanitarios es esencial. Bailón considera necesario contar con procesos formativos de itinerarios más flexibles que "facilitan la elección de especialidad y la planificación de recursos". Para esta médica de familia, que ejerce a diario en el Centro de Salud del Albaicín (Granada), "la troncalidad viene a dar respuesta" a la evolución de la sociedad y sus necesidades en salud, "ya que aporta una formación más transversal que asegura la adquisición de competencias básicas y comunes a varias especialidades". Un hecho que ha de completarse con la formación continuada en la carrera profesional del médico con unos incentivos adecuados a los profesionales como son "la disponibilidad de tiempo y el reconocimiento profesional".
Usted ha sido nombrada recientemente presidenta de la Comisión Delegada del Tronco Médico. ¿Cuáles son las líneas principales de los futuros programas formativos?
La formación de los especialistas en Ciencias de la Salud debe estar orientada a dar respuesta a las necesidades de salud de la población. La tendencia a la superespecialización médica debe revertir, ya que las necesidades de salud de la población en los países desarrollados están cambiando como consecuencia de los cambios epidemiológicos que se están produciendo. Uno de ellos es el envejecimiento progresivo de la población y el otro el incremento en la prevalencia de las enfermedades crónicas. Por ello, es necesaria una reorientación de la formación posgrado que contemple una capacitación de los médicos en competencias generales, en campos más amplios, con una estructura formativa más flexible que evite compartimentos estancos y en equilibrio con la superespecialización. El sistema MIR no se había revisado en más de 35 años y hay que adaptarlo.
¿Todo ello sería a través de la troncalidad?
En nuestro país la troncalidad viene a dar respuesta a esta necesaria evolución, ya que aporta una formación más transversal que asegura la adquisición de competencias básicas y comunes a varias especialidades a través de un periodo de formación uniforme, el periodo troncal. Además, esta es la línea seguida por otros países de la Unión Europea.
La formación continuada es esencial para un buen sanitario, ¿es una máxima que se cumple en la Sanidad española?
En nuestra tarea de prestar una adecuada atención a la población, es necesario mantener actualizados los conocimientos y las habilidades clínicas. Los médicos, con mayor o menor dificultad, encontramos vías para mantenernos al día a través de sesiones clínicas en nuestros centros de trabajo, la asistencia a reuniones científicas, la búsqueda de información en las fuentes bibliográficas... Todo ello a pesar de los recortes, el incremento de la jornada laboral o la poca disponibilidad de días para poder asistir a actividades científicas.
En Medicina parece que nunca se sabe suficiente. ¿Cuáles son las mejores herramientas para formar a un médico?
El aprendizaje de campo tutorizado junto con el autoaprendizaje constituyen en la etapa de posgrado los dos pilares fundamentales para la formación. A esto habría que sumarle la asistencia a talleres-simulación para facilitar la adquisición de habilidades.
¿Y cómo evaluarlos?
Si nos referimos a la evaluación de los especialistas en formación, está claro que todo programa formativo se apoya en un proceso de enseñanza-aprendizaje, que requiere de herramientas evaluativas para medir la adquisición de competencias definidas en dicho programa.  A nivel asistencial en las Unidades de Gestión Clínica también se establecen indicadores que permiten medir en qué medida nos acercamos o alejamos de los objetivos en salud que se hayan decidido en la unidad. Contamos con una herramienta de trabajo que son los procesos asistenciales integrados que desarrollan la atención coordinada entre niveles, centrada en el paciente.  Se deben proporcionar los recursos y, entre ellos, el tiempo es el más valioso, además de conseguir una adecuada coordinación entre niveles asistenciales. No todo se puede medir por el gasto. Hay que analizar si nos estamos alejando o acercando a los objetivos marcados. Todo ello nos lleva al ciclo de la calidad en el que al evaluar, si nos alejamos de la meta fijada en resultados de salud, debemos ser conscientes de que algo falla y volver a reformular. En definitiva, es un proceso circular donde el sanitario evoluciona en función de las necesidades y cómo cubrirlas de la manera más eficaz y eficiente.
En estos tiempos de crisis y recortes, ¿cómo se puede motivar a los sanitarios para que sigan aprendiendo?
Los incentivos más potentes son la disponibilidad de tiempo y el reconocimiento profesional de la formación continuada, de manera que la capacitación y el desarrollo de tareas en áreas específicas sean reconocidos en la carrera profesional.
¿Y en cuanto a los jóvenes? Los médicos españoles son demandados fuera por su alta formación y los estamos perdiendo.
Evidentemente se marchan porque no tienen ofertas de trabajo. Como otros muchos universitarios españoles, tienen que salir del país para poder encontrar un puesto de trabajo acorde a su formación. La tasa de reposición de profesionales está prácticamente bloqueada, no se sustituyen las jubilaciones, ni las bajas por enfermedad, no se han sustituido permisos ni vacaciones,  se están realizando contratos a tiempo parcial (50 por ciento,75 por ciento...), por tiempos muy limitados ( de lunes a viernes, de mes en mes,...).  En nuestra comunidad autónoma no se han convocado las ofertas públicas de empleo con la periodicidad marcada. Todo ello ha conducido a muchos de nuestros médicos a buscar puestos de trabajo fuera del país.
Entonces, ¿nos encontraremos con un déficit de profesionales en el futuro?
No, si se realiza una adecuada planificación. Con el nuevo modelo troncal de formación posgrado, que regula la reespecialización y desarrolla  el proceso  normativo  sobre las áreas de capacitación especifica, se va a facilitar que los médicos especialistas de un mismo tronco no queden en compartimentos estancos y puedan, tras un nuevo periodo formativo mucho más corto, acceder a otra especialidad del mismo tronco. Este proceso de itinerarios formativos más flexibles facilita la planificación de recursos, al ser posible en periodos cortos de tiempo, y redirigir especialistas hacia áreas de atención clínica con déficit de personal.
Como ha señalado antes, los cambios demográficos de la población influyen en la mayor o menor presencia de determinadas enfermedades. ¿En qué campos hay que hacer hincapié, ante el aumento de enfermedades crónicas, para formar a un buen profesional?
En todas las especialidades se puede incidir en el fomento de hábitos saludables. La mayoría de las patologías crónicas tienen una historia natural larga y es en las primeras etapas de esta larga historia, cuando aún no hay signos o síntomas clínicos, donde ya hay que intervenir sobre los factores de riesgo. Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de mortalidad en los países desarrollados, no hay que esperar a padecer una cardiopatía isquémica para prevenirlas. Podemos intervenir desde la infancia con el mantenimiento de la dieta mediterránea, fomentando el ejercicio físico, evitando la obesidad... En la edad adulta también debemos seguir fomentando los mismos hábitos saludables, además de evitar el tabaquismo o controlando otros factores de riesgo como son la tensión arterial elevada o la elevación de cifras del colesterol. Y ya en la fase de desarrollo de la enfermedad, regulando bien el tratamiento y consiguiendo una buena adherencia al mismo para evitar la progresión de la enfermedad como es el caso de la diabetes.
Con las nuevas tecnologías ha cambiado la forma de enseñar, pero ¿también la de comunicar con los pacientes?
La comunicación médico-paciente es una de las competencias nucleares que deben adquirir los especialistas en formación. El residente debe ser capaz de realizar una entrevista clínica. Esto es algo esencial, ya que una adecuada comunicación asistencial permite una atención de calidad, mejora la satisfacción del paciente, su comprensión y la adherencia al tratamiento. Las técnicas de comunicación asistencial se deben aprender con el mismo rigor que se aprende a realizar una exploración clínica. Las nuevas tecnologías han cambiado parte de esta comunicación. Ahora es habitual ver a algunos pacientes que acuden a la consulta con información obtenida en los medios de comunicación, en internet... y ayudar a manejar estas fuentes de información también requiere de aprendizaje. Los pacientes ya no son tan pasivos y no podemos permitir el dicho de "paciente informado, médico descolocado". Hay que contar con que el paciente viene "informado", no siempre adecuadamente y, en ocasiones, hay que reconducir esa información.
En la aparición de este nuevo paciente más mayor y con patologías crónicas, ¿tienen los profesionales de Atención Primaria herramientas para trabajar?
Por los cambios demográficos y epidemiológicos,  las enfermedades crónicas son las patologías más prevalentes que estamos atendiendo en las consultas de atención primaria y en los hospitales. Por ello, en primer lugar se precisa de disponibilidad de tiempo para prestar una atención adecuada, que no siempre es en consulta, ya que en muchas ocasiones con pacientes mayores y con dificultad de movilidad, supone desplazarse al domicilio. Ante esta realidad, es necesaria una adecuada coordinación entre el equipo de Atención Primaria y del hospital para poder resolver situaciones de descompensación de estas enfermedades crónicas.
En cuanto a los pacientes, ¿es diferente la relación de mujeres y hombres con el médico?
Con los cambios de hábitos, la integración de la mujer en el mundo laboral, no hay grandes diferencias en los motivos de consulta, salvo las lógicas del área reproductiva. Existe otro elemento diferenciador que es que las mujeres frecuentan más las consultas de Atención Primaria,  y es que aún hoy en muchos hogares son las mujeres las cuidadoras de la salud de la familia. Acuden en el caso de enfermedades de otros miembros de la familia, por minusvalías psíquicas o físicas, por las personas dependientes y, también, por los cuidados de salud en la infancia.
Hablaba antes de la necesidad de tener tiempo. ¿Cómo se podría resolver este problema?
Para solventar esta situación es necesaria una adecuada tasa de reposición de médicos que no obligue a doblar o repartir consultas. Es esencial un dimensionamiento de los cupos, junto con el reconocimiento de las actividades comunitarias y de atención familiar, que aunque no tienen una agenda establecida, ocupan parte de nuestro tiempo. Y es primordial continuar en la tarea de desburocratizar la práctica clínica del médico y contar con apoyo para las tareas administrativas.
Respecto a estas actividades comunitarias y a la prevención, ¿cómo llegar a la sociedad?
La accesibilidad es una de las principales características que presenta la Atención Primaria y esta situación estratégica de puerta del sistema es la que facilita la interrelación con la población. Así que no podemos ver a esta población desde una perspectiva pasiva. Desde los centros de salud y consultorios se está trabajando para potenciar a la comunidad a la que atendemos, haciéndola partícipe y apoyando sus  iniciativas saludables. Otra de las características inherentes a la Atención Primaria es la longitudinalidad, el seguimiento a lo largo del ciclo vital de las personas por un mismo médico, y está demostrado en estudios realizados por el National Health Service inglés (NHS) que existe un mayor cumplimiento de las citas para actividades preventivas (citologías, mamografías...) cuando son recomendadas por su médico de familia. Por lo tanto, aquí se puede mejorar la cobertura en las actividades de prevención. Sin embargo, está claro que se trata de una tarea multisectorial donde, además de los sanitarios, deben concurrir otros sectores como es el educativo, los medios de comunicación, el sector legislativo, el económico... Un ejemplo de todo esto es el proceso que se ha llevado a cabo con la campaña frente al tabaquismo.
En esta importancia de la cercanía de la Atención Primaria parece olvidada la investigación. ¿Cómo potenciarla?
En Atención Primaria no se suele realizar investigación básica como en los hospitales, sobre todo en los de segundo o tercer nivel, pero sí se plantean hipótesis de investigación dirigidas a dar respuesta a los problemas más prevalentes con los que nos encontramos en el día a día, no tanto en investigar nuevos fármacos, sino en la investigación para asegurar la toma correcta de la medicación, evitar la falta de adherencia a buenos tratamientos, mejorar la seguridad del paciente, potenciar la adquisición de hábitos saludables. En Atención Primaria se investiga en el área de competencias esenciales, como es la comunicación médico-paciente, la bioética, la gestión clínica,etc. Todo ello a pesar de la falta de tiempo con la que nos encontramos en muchas ocasiones, por lo que sería posible crecer en esta área si se dimensionaran adecuadamente los cupos asignados a cada médico, teniendo en cuenta las características clínico-epidemiológicas de la población, y facilitando el principal recurso en atención primaria, disponibilidad de tiempo. Nuestra cartera de servicios ha crecido, la satisfacción de la población se ha incrementado, pero, por el contrario, las plantillas de médicos se han visto reducidas y esta no es una forma de potenciar la investigación.
En Sanidad, las mujeres están muy presentes, pero parece que los hombres son los que más cargos de responsabilidad ocupan. ¿Qué papel juega la mujer en la Sanidad?
La feminización que se ha producido en las facultades de medicina es un hecho bien establecido. En algunas facultades la presencia de las mujeres supera al 85 por ciento de todos los estudiantes. Las médicas, además, se dedican más a la asistencia. En algunas comunidades autónomas en Atención Primaria las médicas suponen más del 70 por ciento del total de médicos. Sin embargo, no ocupan puestos de gestión en la misma proporción. Esta situación se da no solo en nuestro país, sino que se repite en los países de nuestro entorno. Algo que ha sido analizado recientemente por la psicóloga Lorena Salletti en una investigación realizada en Granada y en la que se constató, según sus propias palabras, que "existen similitudes y diferencias entre médicas y médicos en la percepción del logro profesional. Para las mujeres, los logros profesionales son más personales e independientes del reconocimiento externo y están relacionados con distintas esferas de la vida. Para los hombres, los logros profesionales tiene más relación con el protagonismo personal y el reconocimiento social".

No hay comentarios: