sábado, 23 de abril de 2016

"La desaparición de los Fondos de Cohesión va a obligar a que todas las CC.AA. tengamos de todo, y eso es lo peor que le puede pasar a nuestro SNS" :: El Médico Interactivo :: "La desaparición de los Fondos de Cohesión va a obligar a que todas las CC.AA. tengamos de todo, y eso es lo peor que le puede pasar a nuestro SNS"

:: El Médico Interactivo :: "La desaparición de los Fondos de Cohesión va a obligar a que todas las CC.AA. tengamos de todo, y eso es lo peor que le puede pasar a nuestro SNS"



"La desaparición de los Fondos de Cohesión va a obligar a que todas las CC.AA. tengamos de todo, y eso es lo peor que le puede pasar a nuestro SNS"



Abril de 2016 - Antonio Pais

El consejero de Sanidad de la Junta de Extremadura, José María Vergeles, ha concedido una entrevista a EL MÉDICO

Desde el mes de julio de 2015, el consejero de Sanidad de la Junta de Extremadura es José María Vergeles. Médico de profesión, y profundo conocedor tanto de la gestión como de la política sanitaria, así como de la realidad profesional por su dilatada trayectoria anterior, el doctor Vergeles afronta una situación delicada al frente de la Consejería: en el plano general, admite que la crisis no se ha ido, está ahí; en el particular, censura la caótica situación asistencial y la elevada deuda económica que se encontró al "heredar" la Consejería. Aboga por un SNS cohesionado, aunque critica en este aspecto el papel del Gobierno central los últimos cuatro años; y pide una reforma nacional de la Atención Primaria. Y aún ve solución, aunque sea tarde, al desarrollo del sistema troncal.
El presidente de de Extremadura es en la actualidad Guillermo Fernández Vara; y el consejero de Sanidad, José María Vergeles. Vaya "lujo sanitario", ¿no?
-Sí... bueno, eso espero, que la Sanidad vaya bien. Lo que pasa es que nos enfrentamos a una situación no vivida anteriormente, una situación de deuda del Servicio Extremeño de Salud (SES) muy importante. Lo que estamos intentando ahora es, en la medida de lo posible, disminuir la deuda que tiene el SES, estabilizarlo económicamente, y con eso intentar alcanzar los niveles de calidad del que había disfrutado hasta el año 2010 o 2011.
Una deuda que han cifrado desde el nuevo Ejecutivo regional.
Alrededor de 430 millones de euros es la deuda que hemos acumulado durante el año 2015, y eso supone que hayamos llegado a unos tiempos medios de pago a proveedores que están muy por encima de lo que sería deseable, con la consiguiente repercusión en los intereses de demora. El pago medio a los proveedores se sitúa alrededor de los 310 días, según la patronal de tecnología sanitaria, y hemos tenido que adoptar medidas de urgencia, tanto presupuestarias como extrapresupuestarias, para intentar arreglar la situación en la que se encontraba el SES.
Para 2016, el Gobierno de Extremadura ha aprobado unos Presupuestos que, en materia de Sanidad, tienen un incremento respecto al año anterior del 12,72 por ciento en el SES; y los de la Consejería, que suponen el 40 por ciento del total de la comunidad autónoma, son de 2.014 millones de euros, con un incremento del 10,8 por ciento. Con eso, ¿para qué da?
Con esto, para empezar nos podemos poner en un tiempo medio de pago a proveedores bastante más aceptable que el que tenemos ahora. En este momento somos la comunidad autónoma que más tarda en pagar, y esto es debido a los recortes que se han ido produciendo en el SES y que han llevado a una situación de demora muy importante con los proveedores. Esto hace que tengamos que adoptar medidas como ese incremento en el presupuesto del SES de 12,72 por ciento, que nos llevará a 1.534 millones. Y eso, unido a la utilización del Fondo de Liquidez Autonómica, que ya utilizamos el año pasado y que vamos a tener que seguir utilizando en este ejercicio económico, junto a un incremento en el techo de endeudamiento a corto plazo del SES, hace que a lo largo de 2016 podamos estar en un tiempo de pago medio a proveedores de entre 100 y 110 días, que ya es algo más asumible por todas las partes. Eso permitirá reducir los intereses de demora y acometer una serie de inversiones en infraestructuras que ahora mismo son necesarias.
¿Y cómo les va a afectar a los profesionales ese incremento presupuestario?
Con ese incremento también le estamos dando respuesta a una pérdida del poder adquisitivo que han tenido nuestros trabajadores a lo largo de los últimos cuatro años: perdieron su paga extra, que ya se la hemos restituido; y hemos presupuestado el incremento del uno por ciento, que también era absolutamente necesario y era algo que nos habíamos comprometido a hacer.
Con todo ello, el objetivo será un mejor funcionamiento del SES...
Claro, con todo ello el objetivo es lograr el funcionamiento más ordenado del Servicio Extremeño de Salud; además de la deuda económica, teníamos unas listas de espera insufribles.
Todo en Sanidad es importante, pero desde la Consejería se ha puesto el objetivo de mejorar las listas de espera, y también la transparencia sobre ellas, como "prioridad número uno".
Las listas de espera en Extremadura están en máximos históricos. Nosotros  no habíamos conocido unas listas de espera, ni en épocas del INSALUD, en la situación en la que estaban en el SES cuando llegamos al Gobierno. El hecho de que haya casi 190.000 pacientes que están esperando en alguna de las listas de espera sanitarias, y el hecho de que, dentro de esos, alrededor de 99.000 pacientes estén sin citar significa que es una situación a la que tenemos que dedicar muchos esfuerzos, y cuanto antes.
La Consejería puso en marcha un plan de choque. ¿Cómo está funcionando?
Estamos acometiendo la primera medida, constituir una estructura funcional. Tener dedicadas personas de los servicios centrales del SES a estar monitorizando permanentemente las listas de espera, de tal forma que seamos capaces de poder ir dando respuesta a toda esta situación. También hemos puesto en marcha ya la llamada telefónica a esas personas que estaban sin citar, para irles dando cabida dentro de la atención sanitaria que necesitan, en función del cribado que se haga de la orden de derivación que tengan, más todo lo que tiene que ver con la situación a través de la llamada telefónica; eso nos va a permitir que podamos incorporar a ese volumen de casi 100.000 pacientes que estaban sin citar, en esta "lista de espera de la lista de espera sanitaria". Después, evidentemente, tendremos que seguir con nuestros planes de choque para esas personas que tanto tiempo están esperando para operarse, para primeras consultas o para pruebas diagnósticas complementarias. Y también tendremos que acometer una serie de procesos para homogeneizar las admisiones de todos los hospitales de la comunidad, para que todos funcionen con los mismos protocolos de actuación, para generar igualdad dentro de la prestación sanitaria que se presta en Extremadura.
Supongo que un objetivo filosófico, político, de gestión... es que la Sanidad extremeña sea más justa, más universal, más pública en definitiva.
Sí, desde luego. Tenemos previsto acometer dos reformas normativas: una que tiene que ver con garantizar el derecho a la atención sanitaria de los inmigrantes en situación irregular, algo que haremos a través de un decreto-ley cuya publicación espero que sea próxima; y en segundo lugar, una reforma legislativa para blindar el carácter público que tiene el sistema sanitario extremeño: por ley, obligar a que si, en algún momento, a alguien se le ocurriese utilizar una fórmula de colaboración público-privada para la construcción o explotación de cualquiera de los hospitales de la Comunidad, eso tenga que pasar por la Asamblea de Extremadura y deba tener una mayoría suficiente para que se pueda aprobar: que no sea una cuestión interna del SES. Y de la misma forma también pondremos impedimentos a que se puedan adoptar decisiones sobre convertir un Servicio o unidad clínica bajo una fórmula de gestión clínica, eso necesariamente deba tener un cambio de régimen jurídico del servicio o la unidad, o del régimen laboral de los profesionales que trabajan en ellos, de tal forma que la gestión clínica no sea la excusa perfecta, como está ocurriendo en otros sitios, para privatizar por parcelas el sistema sanitario de esta región.
Usted ya ha dejado claro que es partidario de la gestión clínica, pero poniendo limitaciones específicas. Porque los profesionales siempre han gestionado.
Siempre han gestionado en su ámbito de microgestión. Yo por lo que apuesto es por una gestión del SES, al menos en el ámbito de la mesogestión, que sea compartida. Es lo que entendemos por gestión clínica: no es convertir un servicio en instituto, sino darle la posibilidad a los profesionales de que puedan gestionar junto con los gestores del sistema sanitario esa parcela que tienen encomendada a nivel de la mesogestión.
Darles voz y que participen, en definitiva. Pero a usted no le están convenciendo en exceso las fórmulas que se están implantando en España.
La fórmula andaluza es a la que más próximos nos situamos, porque no supone una desvirtualización de lo que es el carácter público del sistema sanitario, pero apostar por otras fórmulas para convertir los Servicios, o la agrupación de estos o de los centros en un instituto o en una fundación, desde luego esa fórmula en esta legislatura la descartamos en Extremadura.
En relación con los profesionales, usted también ha reconocido que están en deuda.
Lo que hemos vivido cuando hemos llegado al Gobierno es que las organizaciones sindicales, las organizaciones profesionales y los propios profesionales nos decían que durante estos últimos cuatro años han estado abandonados a su suerte. Y las pruebas son contundentes también en este sentido: con los profesionales del SES en estos cuatro años no se ha firmado ningún pacto de gestión que al menos llevase a compartir los objetivos entre los gestores y los profesionales que están al pie del cañón diariamente. Y esto entendemos que no se puede seguir produciendo, porque eso ha minado la credibilidad que tiene el administrado en el administrador de la organización; por eso nos estamos empeñando en que tengamos un diálogo y un contacto permanente con nuestros profesionales que les permita a ellos poder opinar sobre lo que se está haciendo. Evidentemente, estamos revitalizando los acuerdos de gestión: aunque no vayan vinculados a productividad en el sentido estricto del término, sí que la organización debe tener unos objetivos que tiene que comunicar y pactar con el resto de la organización que está dirigiendo en esos momentos.
En un sistema sanitario, público o privado, eso son obviedades.
Efectivamente, y lo que es increíble es que faltaran. Porque además nosotros habíamos creado un sistema, en este sentido, saneado: firmábamos anualmente pactos con los diferentes servicios o con los diferentes centros sanitarios, con los profesionales en definitiva. El abandono que se ha tenido estos cuatro años, vinculado además a una pérdida del poder adquisitivo de los profesionales, como consecuencia de recortes en determinados complementos salariales que se produjeron con una Ley de Acompañamiento de los Presupuestos allá por el año 2012 ha hecho que los profesionales hayan vivido una realidad de distanciamiento y de falta de credibilidad con la dirección política y con la dirección de los centros sanitarios.
¿Cómo está la situación de la carrera y desarrollo profesionales, y de otros derechos?
Nuestro objetivo con respecto a este tema es irlo desarrollando a lo largo de la legislatura. Sabemos que en este momento estamos en una situación de crisis, que no ha pasado, que sigue. Estamos intentando estabilizar económica el SES, entendemos que esta debe ser nuestra prioridad; también debemos trabajar en que una oposición que se sacó en el año 2011 se resuelva, que todavía no lo está, y a través de eso queremos dar estabilidad y mejores condiciones laborales a nuestros profesionales. Y en un segundo tiempo, queremos abordar qué es recuperable de aquellos pactos que teníamos con las organizaciones sindicales, de cuya derogación se ha llegado a la consecuencia de la pérdida de poder adquisitivo, que en el caso de algunos profesionales ronda el 30 por ciento de sus retribuciones.
Profesionalmente, usted procede de la Atención Primaria... donde hay profesionales especialmente "quemados". Reformar la AP, darle un rol más importante en el sistema sanitario, en relación también con la cronicidad... ¿son sólo palabras de políticos?
Primaria necesita una reforma que nosotros pretendemos acometer con un nuevo reglamento de equipos de AP: es donde debemos plasmar la voluntad política de esa reforma, y donde claramente la AP debe tener un papel tremendamente importante, un papel de liderazgo, en lo que es el abordaje de la cronicidad, por un lado; y por otro lado, en el abordaje de la mayor complejidad que puede atender la Atención Primaria de Salud, que es la pluripatología: el paciente que padece varias enfermedades crónicas, y la corrección de algunas deriva en el desequilibrio en otras, hace que los profesionales de AP necesiten una reforma en profundidad. Tenemos una buena AP en Extremadura, una buena red de centros de salud y de consultorios locales, tenemos unos excelentes profesionales en la AP... pero tenemos que, desde la Administración, darle el prestigio social que debe tener: en cosas tan pequeñas como puede ser el tema de levantar determinados visados de medicamentos, que el médico y la enfermera de AP puedan controlar porque están capacitados para ello, al paciente que necesita de determinadas técnicas en ese ámbito; y a la vez en cosas tan complejas como que necesitamos un nuevo reglamento de equipos de AP, ya que no se renueva desde 1996.
Esta reforma de la AP, ¿sería necesaria hacerla con alcance nacional?
Estoy absolutamente convencido de ello. Lo que pasa es que yo tengo competencias en mi ámbito regional: yo sí entiendo que hay que hacer esta reforma en mi ámbito regional, y me gustaría que se hiciese de forma pareja en todo el territorio nacional. Pero a día de hoy estamos sin Gobierno de España, a día de hoy solo se ha celebrado un Consejo Interterritorial del SNS, a finales del mes de julio de 2015, con decisiones muy importantes a tomar, como puede ser el protocolo de prevención del Zika u otras cuestiones; el Ministerio no ha convocado ningún CISNS más, y en este sentido es difícil cohesionar el SNS. Estoy convencido de que debemos tener vocación de Sistema Nacional de Salud, pero también es verdad que el Gobierno de España tiene que facilitar las cosas para que sigamos desarrollando esa vocación de sistema nacional.
Usted, que conoce bien su funcionamiento por dentro, ¿en España hay realmente un Sistema Nacional de Salud, o 17 "Reinos de Taifas"? Hay voces que reclaman que las decisiones en el CISNS sean ejecutivas, o más unidad entre CC.AA., no que cada una defienda sus propios intereses y no uno nacional. ¿Es difícil integrar todo eso?
Es muy difícil... cuando además no se tiene la voluntad política de hacerlo. Entendemos que en estos últimos cuatro años se han dado pasos muy importantes por parte del Gobierno de España en querer acabar con la cohesión del SNS. Tengo que citar la desaparición de los Fondos de Cohesión, o la desaparición de una periodicidad adecuada de la convocatoria de los CISNS a partir de una determinada época, o que cuando nosotros proponemos en un Consejo Interterritorial que la competencia en materia de calendario vacunal se devuelva al SNS no hayamos obtenido respuesta por parte del Gobierno de España: lo hicimos a mediados de 2015... Tenemos un gran Sistema Nacional de Salud, entendemos que con elementos manifiestamente mejorables para que fuera más cohesionado, elementos que no se han desarrollado de la Ley de Cohesión y Calidad que fue aprobada por todos los grupos políticos, y entendemos que hay una falta de voluntad para hacer efectiva una verdadera política de cohesión del SNS. La desaparición de los Fondos de Cohesión va a obligar a las CC.AA. a que todas tengamos de todo, y eso es lo peor que le puede pasar a nuestro SNS, que estaba basado en la experiencia, en la calidad, en la especialización ante determinados problemas de salud para los que entendíamos que podía haber centros o servicios de referencia... eso con la desaparición de los Fondos de Cohesión está amenazado de muerte y que cada una de las comunidades autónomas nos tenemos que buscar la vida para tirar adelante con la atención sanitaria de nuestros pacientes.
Ha hablado usted de un calendario vacunal centralizado. ¿Qué otros aspectos centralizaría usted de la asistencia sanitaria?
No, yo de la asistencia sanitaria no centralizaría nada. Centralizaría lo que tiene que ver con determinados ámbitos de la Salud Pública. Porque ni los virus ni las bacterias entienden de fronteras entre comunidades autónomas, o de límites entre provincias. No es de recibo que tengamos calendarios vacunales diferentes en las distintas CCAA.
¿Y carteras de servicios muy diferenciadas?
Aquí al menos está regulado en un Real Decreto-Ley que habrá una cartera mínima común para todas las Comunidades. Si estas entienden que en algún momento determinado se puede acometer de forma complementaria la incorporación de algún servicio distinto a los que están incluidos en la cartera básica... eso lo posibilita la legislación. Lo que no es de recibo es que un niño de Extremadura tenga un calendario vacunal distinto al de otro niño de Madrid sin que haya ambientes epidemiológicos distintos entre las dos Comunidades; no es de recibo que el control sanitario que se les realiza a las industrias no sea homogéneo en todo el país. Hay determinados ámbitos de la Salud Pública que son los que nosotros estamos en disposición de devolver la competencia al Ministerio de Sanidad, que nunca tenía que haber cedido. Pero si me pregunta sobre la asistencia sanitaria, pura y dura... no estamos en disposición de ceder las competencias: entendemos que el proceso de descentralización, aunque haya tenido riesgos y aunque tenga amenazas como la de la desaparición del Fondo de Cohesión, lo que está claro es que ha servido para adaptar la atención sanitaria a la realidad de salud de cada una de las comunidades autónomas.
Es que se percibe un clima de enfrentamiento nacional, al que quizás ayudó el Real Decreto 16/2012, sobre todo con la atención a los inmigrantes en situación irregular. En Extremadura ya se ha dicho que a quien tenga un problema de salud, sea quien sea, se le va a atender... pero en esta y en otras cuestiones, ¿no hay un enfrentamiento entre lo que dice el Gobierno central y lo que dicen luego las CC.AA.?
Es un enfrentamiento ideológico. Es la concepción que una comunidad como la nuestra tiene del sistema sanitario público, universal, basado en impuestos, en el que cada uno aporta en función de lo que tiene y recibe en función de lo que necesita, a otro sistema que ha pretendido imponernos el Gobierno de España a través de ese Real Decreto Ley. Está basado en el aseguramiento de la persona (del que habíamos huido hace muchos años como evolución del SNS), en el poder adquisitivo de la persona, en el que se pueden provocar bolsas muy importantes de desigualdad en materia de la atención sanitaria, en el que el sistema de copago es absolutamente injusto, en el que se excluye de la atención sanitaria a una parte importante de la población... el Real Decreto Ley 16/2012 es un ataque brutal a la línea de flotación, a las características esenciales del SNS que surge tras la publicación de la Ley General de Sanidad.
Otro enfrentamiento, el profesional. ¿Qué opinión tiene usted con todo lo que está sucediendo en relación a la llamada "prescripción enfermera"? Médicos y enfermeros siempre se han entendido, han trabajado juntos.
A nosotros nos parece un despropósito. La profesión enfermera como tal en ningún momento ha pedido la prescripción de medicamentos, el Real Decreto que se publica no regula la prescripción y lo único que genera es un enfrentamiento que se intenta llevar al terreno profesional entre médicos y enfermeros, que se habían llevado razonablemente bien en los entornos colaborativos en los que tenían que trabajar para prestar la mejor atención sanitaria a los pacientes. Es un Real Decreto muy contestado, muy recurrido, y el Gobierno de España debía dar un paso al frente en este momento e, igual que lo ha publicado en funciones, derogarlo en funciones: no soluciona en nada la seguridad jurídica de ninguno de los profesionales que trabajan en el ámbito del SNS, ni médicos ni enfermeros. Particularmente, lo que he intentado es separar el enfrentamiento entre profesiones, que ha generado de forma gratuita y sin ningún tipo de objetivo un Real Decreto tan lesivo para la colaboración entre profesionales.
Una última cuestión que no se puede dejar de tocar si se habla con uno de los "padres de la troncalidad". El cambio en el sistema de formación especializada, al que usted siempre dio un gran valor, no sé si ha avanzado como usted quería.
La verdad es que la troncalidad se convirtió durante una época, y sigue siéndolo, en un proceso absolutamente opaco, con poca transparencia a las comunidades autónomas. Por lo que parece, en este momento se están acometiendo las reformas de las comisiones nacionales que tienen que dar salidas a los documentos que sean los futuros programas de formación troncales, pero en fin... llevamos muchos años de retraso. El modelo de troncalidad, que era efectivamente la gran reforma del sistema de formación sanitaria especializada en nuestro país, un nuevo sistema que estaban reclamando los profesionales para poder ir de una especialidad a otra y no tener que encasillarse, para que el sistema sanitario también gozase de unos profesionales que fueran más versátiles, más pluripotenciales, capaces de tener una visión más integral de lo que es la persona en su conjunto... entiendo que va con años de retraso, además con poca explicación para que sea así. Espero que las comisiones nacionales pronto nos den alguna luz sobre el sistema de troncalidad; que seamos capaces de arreglar algunas de las cosas que se han ido perdiendo por el camino. La troncalidad debía venir para mejorar un sistema de formación sanitaria especializada que era muy bueno, no a empeorarlo. Cuando se ha ido desvirtuando por culpa de la concurrencia de intereses de algunos sectores, bien sea en el ámbito de su especialidad concreta, o de sus aspiraciones a la hora de acceder a determinadas especialidades o determinados sitios para formarse... intereses que son legítimos pero que el político, en este caso el Gobierno de España, debía haber estado más atento de que no acabasen desvirtuando, y por supuesto no retrasando, lo que era el proyecto de troncalidad. Las circunstancias son las que son, y ahora se intentará que la troncalidad aún aporte su objetivo básico: tener un sistema sanitario más integral e integrado.

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