sábado, 9 de abril de 2016

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La situación de los refugiados en Europa necesita de un dispositivo sanitario urgente



Granada (09-11/04/2016) - A. Huertas

La Escuela Andaluza de Salud Pública ha organizado este viernes una mesa redonda donde se ha señalado la importancia de poner en marcha un dispositivo sanitario urgente y la necesidad de una respuesta humanitaria sin precedentes

¿Qué necesidades de atención sanitaria tiene la población refugiada? ¿Qué papel están teniendo las instituciones internacionales en la atención en Salud? Son algunas de las preguntas que se han tratado este viernes en la mesa redonda "¿Qué está pasando con las personas refugiadas en Europa?", organizada por la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP).
El encuentro, que nació para tratar de contribuir a la movilización social sobre la situación que se está viviendo con los refugiados, según Elena Gonzalo Jiménez y Ainhoa Ruiz Arazola, docentes del Área de Salud Internacional y organizadoras de esta mesa redonda, fue una puesta en común desde diferentes perspectivas para analizar la situación que se está viviendo en Europa. Un evento en el que participaron Daniel López Acuña, director del proyecto SH-CAPAC y profesor asociado de la Escuela Andaluza de Salud Pública; María Gómez, miembro de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR); Pablo Simón, experto en bioética, y Sylvia Koniecki, presidenta de Granada y Andalucía Acoge.
Las intervenciones se intercalaron con la proyección de vídeos en los que se mostraron las duras condiciones de vida de los refugiados junto con campañas de sensibilización. En el primero de ellos se ofreció el testimonio de una joven que relataba la forma en la que los refugiados son tratados en determinadas zonas, así como sus condiciones de vida. La joven describió una imagen desoladora en campamentos improvisados donde decenas de personas esperan la apertura de las fronteras. "Tratándoles como criminales", denunció.
Sylvia Koniecki destacó durante su presentación que la situación de los refugiados "no es un tema puntual o coyuntural". Para la responsable de Granada y Andalucía Acoge, "se trata de una consecuencia lógica de las políticas migratorias que se están llevando a cabo en Europa. No se buscan soluciones en los países de origen, sino que apuesta por el blindaje de fronteras". Koniecki afirmó que "terceros países le hacen el trabajo sucio a Europa para que las personas ni tan siquiera lleguen a Europa. Lo acabamos de ver con el famoso tratado con Turquía". Además, advirtió de la creación "de una alarma social sobre la islamización en relación con los refugiados". Algo que cree "muy peligroso, ya que determinados dirigentes parece que están haciendo más caso a ciertos grupos radicales que al concepto que realmente formó a Europa".

Crisis humanitaria

María Gómez, por su parte, basó su intervención en destacar las figuras del refugiado frente al de solicitantes de asilo. "En el mundo hay más de 60 millones de personas necesitadas de algún tipo de protección internacional", explicó para destacar que "no todos son sirios y que Europa no es el principal destino de los refugiados, sí lo son Turquía, Líbano y Jordania". La representante de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) dejó claro que se trata de la "mayor crisis humanitaria desde la Segunda Guerra Mundial" y que el "Mediterráneo es la fosa común más grande Europa". Para Gómez la respuesta que se está dando por parte de los gobiernos "es descoordinada y no se están respetando los tratados internacionales, europeos o derechos humanos".
Pablo Simón Lorda, relató, desde su experiencia personal de haber estado seis semanas trabajando con Médicos del Mundo en Lesvos, que lo que él conoció como un campo de acogida y registro "es actualmente una cárcel". Aunque matizó que "ya cabía presagiar lo que finalmente ha pasado". El experto en bioética realizó una exposición centrada en defender el discurso ético frente al emotivismo, "porque en el emotivismo no hay deber, sino sensibilidad", algo que nos coloca en unas posiciones éticas que "nos lleva al subjetivismo y al relativismo". Pablo Simón apuntó que el discurso ético "nos vacuna contra el pragmatismo, donde solo se atiende a la oportunidad". Por ello reivindicó un discurso ético, donde, a su entender, las obligaciones con los refugiados no nacen del pragmatismo o la emotividad. "Las personas tienen dignidad y estamos obligados a reconocer los derechos que tienen", defendió, para terminar su intervención solicitando que se siga "haciendo sensibilización y no permanecer impasibles".
La exposición de Pablo Simón dio paso a un vídeo en el que Joaquín Urias, profesor de la Universidad de Sevilla y cooperante recién llegado de los campos de refugiados, apuntó que la una de las grandes diferencias de esta crisis es que la población que los refugiados "son en su mayoría niños y familias en situaciones vulnerables". La siguiente diferencia "es la recepción internacional, porque se les está cerrado las puertas". La Unión Europea, advirtió, ha dejado de ser "un espacio de valores para ser una fortaleza para parar inmigrantes. Ha dejado de ser la Europa de los derecho para ser una fortaleza para que no entre nadie". El profesor destacó que es "imperativo montar un dispositivo humanitario transfronterizo bien coordinado y eficaz" entre otras razones porque el gobierno griego "no tiene ni capacidad y ni voluntad". En este país "hay 60.000 voluntarios que no pueden salir porque se han cerrado las fronteras". Muchos de ellos, matizó,  "se han quedado en un limbo".

Políticas sensibles

De este limbo también habló Daniel López Acuña al destacar ante los medios de comunicación, minutos antes de su intervención, que en este conflicto existe una población flotante que no será devuelta y que vive como puede. "Para ellos hay que organizar un dispositivo sanitario urgente". El director del proyecto SH-CAPAC y profesor asociado de la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP), se hizo eco de los datos del informe de Acnur 'Un mundo en guerra 2014' en el que se habla de que en el mundo hay 60 millones de personas sujetas a desplazamiento forzado, 8,3 millones más que el año anterior. Además, apuntó que no se trata de un flujo migratorio hacia países ricos. "El gran volumen de desplazados tiene lugar en países en vías de desarrollo o en países pobres, ya que los principales países de acogida son Turquía, Pakistán y Líbano. Para el profesor esto "plantea la necesidad de una respuesta humanitaria sin precedentes". Un punto en el que destacó, "la naturaleza ilegal y xenofóbica de este reciente acuerdo", refiriéndose al alcanzado en la Unión Europea recientemente.
"Hoy con los cierres de fronteras y restricciones tenemos una olla de vapor a presión en Grecia y por su devolución a Turquía", apostillóLópez Acuña. De este modo, "lo que era una crisis humanitaria es una crisis humanitaria insolidaria en una espiral que puede acabar de una manera muy peligrosa para los solicitantes de asilo pero también para la seguridad sanitaria general". Se trata, recalcó, "de una amenaza para la sanidad pública por no atender a las necesidades de la población". Por todo esto, el experto en salud pública consideró que los grandes desafíos en materia de salud en estos momentos son, entre otras, la "necesidad de una agenda sanitaria, la puesta en marcha de políticas y sistemas de salud sensibles a los inmigrantes y capacitar a los trabajadores de la salud, espacialmente a Atención Primaria". Además, entre estos retos está el "garantizar el bienestar de las personas y hacer valer el derecho de la salud como un derecho fundamental, así como tomar en consideración la diversidad étnica, religiosa y lingüística y cultural de poblaciones refugiadas".
La población de refugiados presenta, explicó el experto, grandes necesidades en prevención de la violencia (incluida la violencia de género al producirse muchas violaciones), en prevención de enfermedades no transmisibles, en salud mental, en enfermedades agudas agravadas por la inclemencia climática, así como en trastornos postraumáticos. Esto implica una adaptación de los sistemas sanitarios que requiere transformaciones en los modelos de atención, de recursos y de formación de personal.

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