Tribuna. Prespectivas laborales del MIR de Familia

El autor examina los estudios disponibles sobre las tasas de paro de los profesionales una vez terminada la residencia: concluye que no son significativas y que lo más importante es la vocación.

Domingo Orozco | 18/04/2016 00:00

Una vez superado el examen MIR, llega el momento de elegir la especialidad. En esta decisión se barajan diversas variables. Por un lado, hay candidatos que anteponen la localidad de la plaza a la especialidad misma por motivos y circunstancias personales o familiares generalmente muy razonables. Por otro, la mayoría de candidatos no tienen una idea clara de la especialidad que quieren hacer, pues hay varias que comparten características que pueden resultarle igualmente atractivas y también porque, dado el alto nivel de preparación que requiere superar el MIR, un pequeño número de preguntas acertadas o falladas puede condicionar un notable ascenso o descenso en el número de orden finalmente obtenido. Ello genera una lógica incertidumbre, y los candidatos deben realizar una lista de especialidades por orden de interés decreciente que aplicarán de forma precisa en el delicado momento de la decisión final. En todos los casos, uno de los temas que más preocupación genera es la perspectiva laboral de la especialidad elegida.

A pesar del enorme interés del tema, hay poca documentación y poca investigación al respecto, lo que favorece que puedan circular informaciones sesgadas que desvirtúen la realidad. De los pocos estudios recientes puede destacarse el del Ministerio de Sanidad a través de Adimen Investigación, publicado en 2014, y la investigación dirigida por Juan Manuel Arriero-Marín en 2015, publicada en la revista de la Fundación de Educación Médica y en la que participé (FEM 2015; 18 (6): 411-416).

El primero aborda la evolución laboral de los especialistas titulados tras el posgrado en todas las categorías sanitarias (Medicina, Enfermería, Farmacia, Biología, Psicología, Química, Radiofísica) entre 2009 y 2012. La tasa de paro osciló entre el 5-13 por ciento, con una tasa media de paro en este periodo de 9,1 por ciento, muy por debajo de la media nacional. Al comparar las tasas de paro entre profesionales, las de Medicina son las menores, con un 6,9 por ciento de media, frente a 22,4 por ciento de Farmacia, el 37,3 por ciento de Química o 46,4 por ciento de Biología.

El segundo estudio evaluó la situación laboral de los especialistas MIR tras su período formativo en el Hospital Universitario San Juan de Alicante y su Departamento de Salud tras 20 años de experiencia docente (1993-2012). De todos los especialistas encuestados (n=272) ninguno se encontraba en paro. En cuanto al tiempo transcurrido, sólo el 7 por ciento de los especialistas tardaban más de seis meses en encontrar trabajo.
Dentro de la baja tasa de paro existente en Medicina, al analizar la situación por especialidades en el informe ministerial se observa que Medicina de Familia es la especialidad que agrupa al mayor colectivo de residentes y tiene una tasa de ocupación alrededor del 90 por ciento, similar a la de otras especialidades como Psiquiatría, Medicina Interna, Cirugía Plástica, Medicina Intensiva o Neumología, y superior a la de especialidades como Cirugía Cardiovascular, Inmunología, Análisis Clínicos, Microbiología, Hematología, Otorrinolaringología, Farmacología Clínica o Medicina Nuclear.

Precariedad
Menos información aún se dispone sobre la precariedad laboral, que en periodos de crisis es una realidad ineludible, si bien es cierto que afecta a todas las especialidades, por lo que las instituciones responsables como Administración y sindicatos deberían revisar y mejorar los contratos.

En el estudio de Arriero-Marín, el 74 por ciento de los encuestados tenían trabajo estable y el 75 por ciento trabajaba en la misma provincia del hospital o centro de salud donde se formaron. En más de la mitad de especialidades, más del 80 por ciento de los médicos encontraron trabajo en el mes tras finalizar la residencia. Si puede haber circunstancias locales específicas, es algo que el candidato deberá explorar personalmente, pues no existe, que sepamos, información de datos locales similar a la aportada en el área de salud de San Juan de Alicante.

Por tanto, como conclusión, se debe transmitir tranquilidad y disminuir la incertidumbre por la salida laboral de los MIR, pues un 93 por ciento de ocupación representa una situación bastante tranquilizadora. En cambio, habría que trabajar más sobre otras profesiones sanitarias (farmacéuticos, químicos, biólogos) que tras haber superado su especialización tienen una tasa de paro preocupante, tanto en el sentido de ajustar las plazas de posgrado a las posibilidades reales de ocupación como a mejorar el mercado laboral para que pueda acoger a los ya los especialistas.

Vocación
A pocos días de la elección de plaza MIR, mi consejo para los candidatos es que, más que pensar en las salidas laborales, que en general son muy elevadas para todas las especialidades médicas como hemos expuesto, valoren más lo que a uno le pueda llenar profesionalmente y humanamente, y opte por aquello en lo que pueda sentirse más realizado como persona y como médico en el futuro. Hay que preguntar y recabar información de todos aquellos aspectos que rodean a cada especialidad, incluyendo los locales, y elegir con esas premisas dentro de las opciones que permita el número obtenido.

La Medicina de Familia es una especialidad con unas necesidades crecientes en el SNS:por las altas tasas de jubilación previstas para los próximos años, por la necesidad creciente de contar con una visión integral para atender al nuevo tipo de paciente que predomina en el sistema, que es el crónico, por su alta eficiencia para el sistema, por las mejoras producidas en los últimos años, por la alta satisfacción que la población manifiesta con el primer nivel asistencial, por la diversidad de patologías y de salidas laborales (atención primaria, Urgencias, hospitalización a domicilio, docencia, investigación, etc.), por el trato cercano con los pacientes y por el componente no sólo científico, sino también humano de su actividad. Si gusta la cercanía con el paciente y tener una visión integral de él como una persona más que como una enfermedad, Familia es una buena elección.