Osakidetza pone en marcha una estrategia que reduce las infecciones nosocomiales al 4,5% y las neumonías por ventilación mecánica al 3,4%

Vitoria-Gasteiz (14-17/05/2016) - N. Garay

• De 2012 a 2015 han comunicado más de 8.000 incidentes sin daño -ya que este sistema tiene como objetivo el aprendizaje- y en más de un tercio han propuesto acciones de mejora

• Para conseguir tan buenos datos, más de 10.000 profesionales de Osakidetza han tomado parte en cursos de formación

El Servicio Vasco de Salud (SVS) -Osakidetza- ha puesto en marcha una nueva estrategia que consigue reducir las infecciones nosocomiales al 4,5 por ciento y las neumonías por ventilación mecánica al 3,4 por ciento. El tema no es baladí, ya que las infecciones, las cirugías y los problemas con medicamentos son las complicaciones más habituales durante las hospitalizaciones.

La estrategia 2013-2016 garantiza que las personas sean cuidadas de la mejor manera, y más segura posible "y con ella se ha conseguido rebajar unos eventos adversos que son frecuentes y en una alta proporción, evitables". Así de contundente se manifestó el consejero de Salud, Jon Darpón en la Comisión de Salud en la que detalló la batería de medidas implantadas para minimizar riesgos.

En esta misma línea, responsable del programa de Seguridad del Paciente, el doctor Enrique Peiró explicó detalladamente las líneas generales que hacen posible afrontar el aumento de la actividad asistencial y la complejidad de los procedimientos, al tiempo que rebajar las infecciones nosocomiales.

Según los datos aportados por Peiró, en 2015 un 4,5% de los vascos hospitalizados presentó una infección relacionada con los cuidados sanitarios. Tal y como explicó se observó en una curva descendente de estas infecciones por el esfuerzo de los profesionales y se sitúan un punto por debajo del resto del Estado español. "En las cirugías que se monitorizan, la de colon, prótesis de cadera y prótesis de rodilla, hay también una tendencia descendente", subrayó. Otra de las infecciones típicas, las del tracto urinario asociadas al uso del catéter, han caído gracias a que se han evitado sondajes innecesarios o que duren más de la cuenta. Asimismo, se ha producido un descenso notable en la posibilidad de que se produzca una neumonía asociada a la ventilación mecánica ya que ahora es del 3,4 por ciento, "la tercera parte de lo que teníamos en 2006, y la mitad de la media estatal", recalcó el responsable de Salud Pública.

En pacientes críticos

Estas infecciones, que son más frecuentes y graves en las unidades de pacientes críticos incrementando la mortalidad, se comprueba –según Peiró- que por cada mil días de utilización de un catéter venoso central existe actualmente una tasa de 1,9 por ciento de infecciones en la CAV y se partía del doble.

Para conseguir tan buenos resultados, más de 10.000 profesionales de Osakidetza han tomado parte en cursos de formación, según informaron fuentes del Departamento. Los sanitarios se han sumado además a la notificación de incidencias, un aspecto relevante para promover la seguridad. Del 2012 al 2015 han comunicado más de 8.000 incidentes sin daño -ya que este sistema tiene como objetivo el aprendizaje- y en más de un tercio han propuesto acciones de mejora.

Según adelantó Peiró, dentro de la práctica de cirugía, Osakidetza tiene un listado de verificación que se aplica antes de la anestesia, antes de la incisión y al término de la operación; un check-list diferente para la cirugía mayor, menor y la oftalmológica. "En esta área el progreso es destacable, pasando de hacer un uso del listado de 1,7 por ciento hace tres años, al 18 en la actualidad", remarcó el responsable de Salud Pública del Departamento de Darpón.

Optimización de la prescripción

El quinto pilar de la estrategia tiene que ver con la optimización de la prescripción de pruebas diagnósticas que utilizan la radiación ionizante. Para demostrar que no es inocua se expuso el dato de que un TAC abdominal representa 500 placas de tórax, o cuatro años y medio de radiación natural. "El objetivo de Osakidetza es racionalizar estas pruebas y la historia clínica electrónica recoge ya un acumulado de pruebas recibidas".

Los profesionales vigilan con especial hincapié la administración de fármacos ya que un uso incorrecto de los mismos supone entre el 37% y el 47% de eventos adversos según los estudios. Del mismo modo se analiza la conciliación de medicinas para obtener una lista precisa de los fármacos que toma cada paciente con el fin de detectar discrepancias, omisiones, duplicidades o interacciones de boticas.

El apoyo de la enfermería

Los responsables de esta estrategia de Osakidetza reconocen que para llevarla a buen fin es preciso la implicación de la enfermería; "se precisan unas buenas prácticas en cuidados de enfermería". En este sentido más de 300 profesionales se han implicado en los grupos de trabajo. "La enfermería está muy concienciada y sin ella sería imposible que funcionara la estrategia", recalcó Peiró

Implicar al paciente es otro de los objetivos de Osakidetza. "Tiene que adoptar un papel activo, ser el protagonista de su propia enfermedad, ser el agente de su salud e implicarse en sus cuidados". Por otro lado, desde la Administración sanitaria vasca se ha trabajado en implantar un brazalete corporativo a todos los pacientes para no cometer errores de identificación.