lunes, 11 de julio de 2016

La lengua española debe convertirse en el idioma 'oficial' de la publicación científica - DiarioMedico.com

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UN CURSO DE LA UNIVERSIDAD COMPLUTENSE

La lengua española debe convertirse en el idioma 'oficial' de la publicación científica

El curso El español médico y la biomedicina en español ('Medes'), celebrado en El Escorial, insta a publicar en español sin errores lingüísticos. Carmen Caffarel, lingüista, señalaba al español como "lengua idónea para hablar de ciencia por su origen griego y latino y su estructura semántica".
Carmen Serrano. El Escorial | dmredaccion@diariomedico.com   |  11/07/2016 00:00
 
 

Jornada Medes
Guillermo Olagüe de Ros, catedrático de Historia de la Ciencia, Facultad de Medicina, Universidad de Granada; Fernando A. Navarro González, organizador de la jornada; José Luis Barona Vilar, catedrático de Historia de la Ciencia de la Universidad de Valencia, y Francisco Cortés Gabaudan, de la Universidad de Salamanca. (DM)
Hay más de millón y medio de médicos en el mundo que leen revistas especializadas escritas en español, aunque el lenguaje 'oficial' de la ciencia sea el inglés. El curso de la Universidad Complutense El español médico y la biomedicina en español (Medes), de la Fundación Lilly, se celebró en El Escorial con la incorporación del punto de vista del lector. Jesús López-Torres, médico de familia en Albacete y profesor en la Universidad de Castilla-La Mancha, pronunció un rotundo "sí" ante la posibilidad de "publicar en lengua propia los resultados de investigaciones locales".
"Sólo el 20 por ciento de los médicos españoles hablan inglés -dijo López-Torres, refiriéndose a su entorno, la atención primaria- y, sin embargo, manejan mucha documentación en esta lengua, sobre todo de casos clínicos y de pediatría. Los lectores son muchos, aunque los que publiquen sean pocos". Y citó un estudio que demuestra, al margen del nivel de inglés, la merma que sufre la comprensión cuando leemos en una lengua que no es la materna.
"Hemos de aprender el inglés, sí, y hacerlo lo mejor que podamos -dijo a DM Fernando Navarro, médico, traductor y codirector del curso-; pero no resignarnos al monolingüismo científico que se avecina. O al menos no sin antes haber sopesado con cuidado las graves consecuencias que podría traer consigo; me refiero, por ejemplo, a la exclusión de las aportaciones realizadas en otros idiomas, a la dependencia científica y la uniformidad del pensamiento, a la barrera lingüística entre la ciencia médica universitaria superior -que se publica en inglés- y la práctica médica inferior -que lee principalmente en el idioma materno-, a la discriminación lingüística, o a la creencia cada vez más generalizada de que un artículo en inglés es, por el mero hecho de estar escrito en inglés, de mayor calidad que otro en españolo en cualquier otra lengua".
IdoneidadLa lingüista Carmen Caffarel recordó otro estudio, realizado por el Instituto Cervantes, que honra al español como "lengua idónea para hablar de ciencia, por su origen griego y latino, por su estupenda estructuración semántica y por sus muchos matices. Pero -dijo sobre su escaso uso en este contexto-, hace falta voluntad política" para impulsarlo como tal. Y propuso a los médicos presentes "defender el español desde nuestro ámbito particular".
Entonces, si el español es una lengua idónea para transmitir ciencia y los investigadores tienen muchas cosas que contar, ¿por qué escriben en inglés? El monopolio informativo del mundo anglosajón es obvio, pero los ponentes alentaron a escribir en español, aprovechando que es lasegunda lengua más hablada en el mundo y una de las que tienen mejores perspectivas de futuro.
"Las publicaciones escritas en español, aunque impecables, son sospechosas de baja calidad" entre la comunidad científica occidental, respondió Bertha Gutiérrez, codirectora del curso, médica, filóloga y profesora en la Universidad de Salamanca. Es una realidad que los médicos españoles conocen sobradamente, pero Gutiérrez instó a los asistentes a "hacer valer su lengua". Y puso sobre la mesa varios datos de una realidad desechable: "Las universidades no promueven el buen uso del español en ciencia, sino que se fomenta la enseñanza en inglés en España". "Parece como si los médicos hubiéramos perdido el interés por hacernos entender, incluso utilizamos términos sin criterio alguno". "Se permite traducir a cualquiera", y "las universidades ni siquiera fomentan la comunicación". No es el caso de la Complutense, donde se celebra este curso de verano, ni de la base de datos Medes: una fuente de consulta bibliográfica en español, abierta y gratuita, que permite recuperar de forma sencilla eficaz publicaciones médicas.

Transmitir la ciencia sin errores lingüísticos

Bertha Gutiérrez propuso en el curso El español médico y la biomedicina en español (Medes), celebrado en El Escorial, la "creación de redes de comunicación en español, para que, en un futuro, sea lengua de transmisión científica. Pero, ¡ojo!, sin errores lingüísticos". Carmen Caffarel reconoció que "las redes sociales favorecen el inglés macarrónico".
Epónimos, abreviaturas, siglas, acrónimos, extranjerismos innecesarios, pleonasmos y títulos efectistas y metafóricos llenan las publicaciones médicas. Fernando Navarro reconoció que éste "es un grave problema para todos, sobre todo para traductores", a quienes ofrece recomendaciones desde sus libros. Como ejemplo, en el prefacio deMedicina en español recién publicado, José Ramón Zárate, subdirector de Diario Médico, alude al "deterioro del lenguaje derivado del masivo y apresurado uso de las redes sociales, cuyos escuetos mensajes están plagados de abreviaturas, símbolos e incorrecciones ortográficas".
Acrónimos
Los acrónimos son muy problemáticos. "Hay incluso siglas inventadas y que mezclan letras y números", apuntó Rafael Aleixandre, médico y científico titular del CSIC. En el Instituto de Historia de la Medicina y de la Ciencia López Piñero, donde Aleixandre trabaja, analizaron 5.000 títulos de publicaciones médicas para constatar el problema de las siglas y de otras muchas incorreciones lingüísticas. "El médico necesita más formación humanística" para cuidar el español.
Una institución que vela por la salud del español es la Asociación Española de Comunicación Científica. Su director, Antonio Calvo, añadió: "Me dice Navarro: cada año se acuñan neologismos médicos a millares; ¿cómo hacerlo con rigor?". Según Calvo, "no hay excusas para no utilizar bien los términos". Por ello, propuso "rigor extremo" y "que tomemos conciencia de que esto es responsabilidad de todos: de investigadores, de traductores, y también de los periodistas científicos".
"Me resisto a creer -dijo Navarro- que la medicina española e hispanoamericana se conforme con ocupar indefinidamente una mediocre posición secundaria en el gran teatro de la ciencia mundial. Estoy convencido de que el español puede volver a ser una de las grandes lenguas internacionales de la cultura, también en el ámbito médico y científico".

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