José A. Plaza | 24/10/2016 17:30
La Comisión Europea ha publicado este lunes un informe de evaluación de su plan sobre resistencias a antibióticos. Aunque reconoce que aún está en marcha y que es pronto para conclusiones, admite que las "enormes diferencias" entre el abordaje de los diferentes Estados miembro, y que muchos de los objetivos fijados en 2011 aún lo siguen siendo.
Uno de los principales avances ha sido la
fijación en las agendas políticas nacionales de la lucha contra las resistencias antibióticas, aunque la Comisión admite que muchos países necesitan de mayor ayuda externa para fomentar planes específicos,
como el que España tiene en marcha desde final de 2014.
La Comisión Europea admite que hay "enormes diferencias" entre los planes y estrategias nacionales de los Estados miembro, y entre la forma que cada uno tiene de aplicarlos. Por ello, las diferencias en consumo de antibióticos y en las resistencias generadas siguen siendo muy importantes, añade el informe.
El texto añade que hay que mejorar la comprensión y evaluación de las políticas de lucha contra las resistencias antibióticas, y que es necesario avanzar en la homogeneización de planes, estrategias y sistemas de vigilancia e información.
De esta manera, la contención del avance de las resistencias "sólo se está cumpliendo parcialmente". La Comisión cree fundamental incrementar el formación ciudadana al respecto, logrando que buena parte de los objetivos se cumplan gracias a una mayor conciencia social.
Con respecto a la I+D+i que la UE y los estados miembro desarrollan en este ámbito, el informe dice que los avances han sido los previstos, aunque no entra a valorar si los objetivos fueron o no ambiciosos. La cooperación internacional ha mejorado y, sobre todo, las resistencias antibióticas han ganado peso en las agendas políticas, sentando las bases para una mejora progresiva del abordaje.
Como deberes, la UE se pone mejorar la asistencia a los estados miembro para desarrollar y/o mejorar sus estratregias nacionales, y habla de la necesidad de impulsar la colaboración en la búsqueda de nuevos antibióticos, el desarrollo de mejores test diagnósticos, vacunas y tratamientos alternativos, y nuevos modelos de negocio para fomentar la I+D+i.
Entre las mejoras concretas que el informe pide implantar a corto plazo, están las guías y recomendaciones sobre un consumo y prescripción responsables y lograr una reducción del consumo (por lo general, aunque con grandes diferencias entre países, estable desde 2010 en primaria y hospital).
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