sábado, 13 de mayo de 2017

Crisis humanitaria para quienes escapan de la violencia de Honduras, Guatemala y El Salvador - DiarioMedico.com

Crisis humanitaria para quienes escapan de la violencia de Honduras, Guatemala y El Salvador - DiarioMedico.com



INFORME DE MSF

Crisis humanitaria para quienes escapan de la violencia de Honduras, Guatemala y El Salvador

Médicos Sin Fronteras ha alertado en un nuevo informe de la crisis humanitaria que afecta a las personas forzadas a huir del Triángulo Norte de Centroamérica. La falta de reglamentos claros y los obstáculos a la asistencia a migrantes hace más difícil la atención médica.
Redacción | dmredaccion@diariomedico.com   |  12/05/2017 10:35
 
 

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Examen médico a un paciente de Guatemala que acaba de llegar a Tenosique
La doctora de MSF Maria Antonia Contreras Tino examina a un paciente de Guatemala que acaba de llegar a Tenosique después de cuatro días andando por el monte, unos 70 kilómetros. “Muchas de las mujeres que hacen esta ruta se convierten en objetos sexuales por ello prestamos especial atención para que nuestros pacientes sean conscientes de qué es la violencia sexual. Además de brindar atención médica y psicológica a los supervivientes”. (MSF)
  • Examen médico a un paciente de Guatemala que acaba de llegar a Tenosique
  • Una mujer descansa con su nieta MSF
  • sesión de tratamiento con la psicóloga de MSF
Muchos centroamericanos que se ven obligados a huir de la violencia extrema en Honduras, Guatemala y El Salvador están sufriendo en su ruta migratoria hacia México y Estados Unidos, según ha informado Médicos Sin Fronteras (MSF) en el informe Forzados a Huir del Triángulo Norte de Centroamérica: una crisis humanitaria olvidada, que recopila los datos médicos, la información procedente de encuestas a pacientes y los testimonios recogidos por los equipos de MSF durante los dos años que lleva ofreciendo atención médica directa en esta zona.
El informe ilustra los niveles extremos de violencia que afectan a las personas que huyen de esta región centroamericana y la necesidad de proporcionar mayor protección para migrantes y refugiados.
"La implacable violencia y el sufrimiento emocional padecido por estas personas es similar a lo que experimentan las poblaciones que se encuentran en zonas de conflicto donde hemos estado trabajando durante décadas", ha afirmado Bertrand Rossier, coordinador general de MSF en México. "Asesinatos, secuestros, amenazas, reclutamiento por actores armados no estatales, extorsiones, violencia sexual y desaparición forzada son realidades propias de una guerra, pero también son situaciones que estas personas procedentes de región de centroamérica están sufriendo".
De las 467 personas entrevistadas por MSF, un 39,2 por ciento mencionó los ataques directos o amenazas, así como episodios de extorsión y reclutamiento forzado por bandas criminales como las principales razones para abandonar su país. Además, un 68,3 por ciento aseguró haber sufrido violencia durante el tránsito hacia Estados Unidos.
  • Bertrand Rossier: "Asesinatos, secuestros, amenazas, reclutamiento por actores armados no estatales, extorsiones, violencia sexual y desaparición forzada son realidades propias de una guerra, pero también son situaciones que estas personas procedentes de
Estas personas, que carecen de acceso a atención médica durante su tránsito, se ven forzadas a afrontar más violencia durante la ruta migratoria y a padecer unas agresivas políticas de deportación que ignoran sus necesidades de asistencia y protección.
En total, 9 de cada 10 migrantes y refugiados atendidos por los equipos de salud mental de MSF en 2015 y 2016 sufrieron un episodio de violencia en sus países o durante la ruta migratoria a través de México hacia Estados Unidos. El informe de MSF muestra también que el acceso a atención sanitaria, al tratamiento de la violencia sexual y a servicios de salud mental durante el camino es limitado e incluso inexistente durante la ruta.
A pesar de tener que padecer algunas de las peores formas de violencia, los migrantes y refugiados de la región del Triángulo Norte de Centroamérica siguen siendo tratados, en su mayoría, como migrantes económicos por países de refugio como México o Estados Unidos. Las personas obligadas a huir del TNCA no tienen apenas acceso al estatuto de asilo en estos países a pesar de sus necesidades y de la existencia de un marco legal para ello.
"Ciertamente hay personas que salen de estos países en busca de oportunidades económicas, pero la fotografía que emerge de nuestro informe es aterradora: personas vulnerables luchando por su vida y la de sus familias", ha expuesto Roissier. "Los intentos de detener la migración reforzando las fronteras nacionales e incrementando las detenciones y las deportaciones -como hemos visto en México y en Estados Unidos-, ignoran una crisis humanitaria real y no frenan el contrabando y el tráfico. Estas estrategias tienen unas consecuencias terribles en la vida y la salud de las personas en tránsito", ha añadido el coordinador general de MSF en México.
Este sentido, MSF hace un llamamiento a los Gobiernos de la región -en especial a los de El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Canadá y Estados Unidos- para que garanticen alternativas a las detenciones y se adhieran a los principios de no expulsión. Estos países deberían incrementar sus cuotas formales de reasentamiento y reunificación familiar, de modo que las personas procedentes del TNCA que requieran protección internacional -incluido el asilo, visado humanitario y protección temporal- puedan dejar de poner en riesgo su salud y su vida.
  • "La fotografía que emerge de nuestro informe es aterradora: personas vulnerables luchando por su vida y la de sus familias", Bertrand Rossier.
"Los aprietos por los que pasan las personas en tránsito desde el TNCA ponen de relieve el fracaso de los Gobiernos a la hora de proveer asistencia y protección a migrantes y a refugiados", ha aseverado Rossier. "Jugar con el miedo de la opinión pública y tratar a estas personas tan solo como un asunto económico o de seguridad es ser corto de miras. Estamos ante una crisis humanitaria ante la que resulta ineludible la puesta en marcha de una acción, coordinada y urgente, que garantice que las personas en tránsito quedan a salvo de la violencia y la persecución y son recibidas con protección internacional en lugar de con más violencia. Y que, sobre todo, sean tratadas con dignidad y humanidad".

Carencia de reglamentos claros

A pesar de que estos derechos se reconocen y están legalmente protegidos y de que existen programas que garantizan la cobertura sanitaria para migrantes y refugiados, siguen sufriendo restricciones cuando buscan atención médica. En todo el país, las estructuras sanitarias carecen de reglamentos claros y estandarizados sobre la atención a este colectivo. Además, el personal de los centros de salud no tiene formación ni está sensibilizado sobre los derechos de migrantes y refugiados y, según los testimonios recogidos por MSF, quienes solicitan atención médica son discriminados de forma persistente.
  • Los migrantes y solicitantes de asilo carecen de información sobre sus derechos y sobre la atención médica que tienen derecho a recibir en la Sanidad pública.
Según la encuesta de MSF, el 59 por ciento de los migrantes y refugiados víctimas de violencia no solicitaron atención médica durante su tránsito por México a pesar de ser conscientes de que la necesitaban, y ello se debió principalmente a cuestiones de seguridad, al temor a represalias o al miedo a ser deportados.
La ley mexicana establece claramente que el Estado tiene la obligación de informar de sus derechos a los migrantes y refugiados, así como de los criterios de concesión del asilo. Sin embargo, en la práctica, los migrantes y solicitantes de asilo carecen de información sobre sus derechos y sobre la atención médica que tienen derecho a recibir en la Sanidad pública.
Según algunos testimonios recogidos, incluso quienes logran llegar a un centro de salud se encuentran con obstáculos adicionales: se les hace esperar incluso en casos de urgencia, o hay resistencia a brindarles atención gratuita, o se condiciona la asistencia a avisar previamente a las autoridades judiciales. De hecho, muchos temen ser entregados a las autoridades migratorias si acuden a los centros de salud. Como problema añadido, el Seguro Popular contempla solo tres meses de atención médica, un plazo que puede no ser suficiente para cubrir todo el periodo de espera hasta la concesión del asilo.

Obstáculos a la asistencia a migrantes

MSF ha identificado una serie de obstáculos a la asistencia urgente y de calidad a los migrantes y refugiados en la ruta desde la frontera con Guatemala. En Tenosique, por ejemplo, los obstáculos administrativos u organizativos entorpecen la derivación urgente de las víctimas de violencia sexual que necesitan profilaxis posexposición (PEP); en las estructuras de la Sanidad pública, los protocolos de atención a estas personas no se conocen a fondo y tampoco están disponibles los tratamientos o kits de PEP necesarios. En zonas donde la violencia sexual contra migrantes y refugiados es generalizada, como Tenosique o el corredor entre la frontera guatemalteca y Arriaga, no se conocen suficientemente ni se atienden las necesidades de las minorías marginadas, entre las que se incluyen los migrantes y refugiados, que están más expuestos a este tipo de agresiones.
El acceso a la atención psicológica es incluso más difícil para los migrantes y refugiados. La escasez de psicólogos llevó a MSF a proporcionar sistemáticamente consultas de salud mental en todos los albergues del país en los que trabaja. Solo una mínima parte de las víctimas de violencia sexual pueden llegar a un centro de salud para pedir ayuda, y ello se debe a muchas razones: tienen miedo a sufrir estigma o a ser censurados por el personal médico; desconocen que requieren atención médica y que tienen derecho a recibirla; o temen agravar el riesgo de ser abandonados o sufrir más abusos. Además, la violencia sexual se ha normalizado y ya es parte de lo que se espera en esta ruta a cambio de protección, guía y ayuda para llegar al destino.
MSF ha intentado sortear estas barreras con una estrategia que combina atención médica directa en albergues y clínicas móviles con actividades de sensibilización y promoción de la salud tanto entre migrantes y refugiados como en la comunidad sanitaria (a la que se ofrece formación). En los últimos dos años, MSF ha definido e implementado un programa de capacitación para sensibilizar y formar a los trabajadores del Ministerio de Salud, a los voluntarios de los albergues para migrantes y a los actores de la sociedad civil sobre el derecho de los migrantes y refugiados a la atención médica, los protocolos de atención, los primeros auxilios psicológicos y la detección de la violencia sexual y el manejo de estos casos.

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