lunes, 8 de mayo de 2017

El cannabis reclama paso para entrar en el botiquín - DiarioMedico.com

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LEGALIZADO EN 26 ESTADOS AMERICANOS

El cannabis reclama paso para entrar en el botiquín

Expertos resaltan evidencias científicas para casos de náuseas y vómitos por quimioterapia o dolor oncológico. Reclaman una regulación legal para dotar de seguridad jurídica a médicos y pacientes con patologías crónicas
Diego Carrasco. Madrid |diego.carrasco@diariomedico.com   |  08/05/2017 14:33
 
 

Mapa cannabis
* 26 Estados americanos han legislado a favor de permitir el uso y consumo del cannabis: Colorado y Washington, Alaska, Arizona, California, Connecticut, Hawai, Maine, Massachusetts, Michigan, Montana, Nevada, Nueva Jersey, Nuevo México, Oregón, Rhode Island y Vermont, entre otros. (DM)
Los efluvios emanados del cannabis terapéutico ya han sido percibidos por el legislador. Hace un mes la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados aprobó una proposición no de ley (PNL) para crear una subcomisión que estudie una hipotética regulación legalLa propuesta habla de facilitar el acceso a los tratamientos “bajo estricta indicación y supervisión médica".
Su efecto analgésico y de mejora del ánimo para pacientes con dolores crónicos está permitiendo que cada vez sean más los países europeos y americanos, que se decidan por regularlo o, al menos, iniciar programas terapéuticos e incluso despenalizar su consumo en lugares públicos (ver cuadro). Los expertos consultados por DM coinciden en que existen evidencias científicas que avalan efectos paliativos para determinados pacientes con dolores crónicos. De ahí que consideren la conveniencia de que se regule por ley su consumo para que tanto pacientes como médicos ganen en seguridad jurídica. El debate nacional e internacional se está intensificando en las últimas semanas y hay que analizarlo desde un prisma objetivo.
“Quien afirme que el cannabis es la aspirina del siglo XXI simplemente miente, pero también lo hace quien diga que sus principios activos, los cannabinoides, no tienen valor terapéutico alguno”, subraya Manuel Guzmán, catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad Complutense de Madrid.
En su opinión, destacan fundamentalmente las indicaciones aprobadas hasta ahora por la FDA (náuseas y vómitos producidos por quimioterapias), por la EMA (espasticidad asociada a esclerosis múltiple) y por la Health Canada (dolor neuropático y oncológico).
  • España cuenta con investigadores pioneros de primera línea a nivel mundial que han desarrollado estudios terapéuticos en patologías mentales, infantiles...
En este sentido, José Antonio Martínez Orgado, jefe de Neonatología del Hospital Clínico de Madrid, señala que “existen estudios preclínicos que demuestran la eficacia del cannabidiol para prevenir y/o reducir el daño cerebral agudo que se produce en los recién nacidos que sufren asfixia en el parto o nacen prematuros”.
Javier Fernández Ruiz, catedrático de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid, matiza que “existen ensayos clínicos solventes con los cannabinoides, como el Savitex, el Marinol, el Cesamet o el Epidiolex”.
Francisco Igea, portavoz de Ciudadanos en el Congreso de los Diputados e impulsor de la PNL, ha recogido el guante de los expertos mencionados al considerar que “es un tratamiento que debe ser usado y dispensado como uno más. Con su sistema de logística y dispensación (podría ser la farmacia), que asegure que no se deriva a otros usos y bajo prescripción y vigilancia médica”.
Todos los expertos están de acuerdo en que es prioritario que se regule por ley el uso medicinal del cannabis porque mejoraría la situación de inseguridad jurídica y sanitaria de los enfermos que ya lo están consumiendo.

Control sanitario

Martínez Orgado señala que “el problema de los pacientes que lo consumen es que lo hacen desde un ámbito alegal, que lo deja fuera de control y cobertura sanitaria que en ocasiones pueden ser víctimas de picaresca”. De esta manera, “la regulación obligaría a que se prescribiera por especialistas, como cualquier otro fármaco, con garantías de calidad, con dosificación precisa y accesibilidad”.
  • En su conjunto los efectos beneficiosos de esta sustancia terapéutica para los enfermos superan a las contraindicaciones o efectos adversos, subrayan los expertos
Fernando Caudevilla, médico de Familia y experto en drogas, resalta que “la regulación del cannabis terapéutico es importante por motivos éticos y legales”. Ahora bien, matiza que se trataría “sólo de un parche si no se abordan políticas de drogas que sean más racionales basadas en ciencia y más respetuosos con los derechos humanos y la salud pública”.
Guzmán añade que “a estas alturas de la Humanidad es no sólo ridículo sino también inhumano impedir el acceso de los pacientes a un tipo de medicación que, en muchos casos, ejerce efectos terapéuticos. Y lo peor es que se les criminalice”.
Desde su experiencia y trato con pacientes altamente debilitados con cuadros de dolor neuropático, anorexia-caquexia, etcétera, comenta que “muchos nos confiesan emocionados que han logrado recuperar su dignidad como personas y vivir una vida personal, social, laboral y familiar de calidad, cuando menos aceptable”. Por tanto, “cualquier código deontológico ha de estar de acuerdo en proporcionar la mejor medicación posible a cada paciente. Y los cannabinoides se encuentran entre dichas medicaciones”.

Contraindicado

Los expertos no obvian que este tipo de sustancia tiene contraindicaciones. Fernández Ruiz señala que “la adicción no es para nada un problema relevante. Muchos cannabinoides no se centran en la activación del receptor CB1, que es el implicado en la psicoactividad del cannabis sino en otras dianas como CB2 o GPR55. Guzmán aclara que “no estamos hablando de un chaval de 14 años que se fuma cada día 8-9 porros de marihuana altamente psicótica sino de pacientes adultos que consumen cantidades moderadas de aceites o preparados vaporizados de cannabis de bajo riesgo psiquiátrico”. Es más, “esta sustancia es ya de por sí menos adictiva que el tabaco, el alcohol, los psicoestimulantes o los opiáceos”, subraya. No obstante, entre sus efectos adversos destacan algunos síntomas como “descoordinación, mareos, cansancio, sequedad de boca, etcétera”.
El jefe de Neonatología del Clínico de Madrid añade que puede haber efectos “hipotensores” en enfermos con patología cardiovascular. En cualquier caso, insiste en que se debe evitar la administración de cantidades incontroladas y que se usen a la vez con otros fármacos. “Los cannabinoides no generan adicción física sino psicológica y, desde luego, a gran distancia de los opioides”.

Prestigio

España está a la vanguardia de la investigación con el cannabis medicinal. “En cualquier congreso internacional es impensable que no acudan varios españoles como ponentes invitados”, resalta el jefe de Neonatología del Clínico. Por su parte, Fernández Ruiz destaca que “somos pioneros en desarrollar estudios terapéuticos con este tipo de compuestos en patologías como el cáncer, enfermedades mentales, neurodegenerativas, inflamaciones intestinales y con patologías con niños”.

La autonomía del paciente, limitada por la indicación médica

Desde una perspectiva bioética el uso medicinal de los productos derivados del cannabis plantea, entre otros aspectos, la relevancia que la libertad de los pacientes debe tener en la toma de decisiones sobre su salud, apunta Fernando Abellán, director de Derecho Sanitario Asesores. El experto advierte de que la elección entre las alternativas terapéuticas es “parte esencial del principio bioético de la autonomía y dicho reconocimiento comporta la posibilidad de optar por tratamientos conservadores de eficacia reducida o, por el contrario, por otros más arriesgados y eficaces, en algunas ocasiones, pero con efectos secundarios perniciosos. En cualquier caso, “todos ellos deben estar dentro del marco de la indicación médica”. Abellán insiste en que es “muy importante resaltar que la autonomía del paciente para elegir terapias está delimitada por la indicación médica contrastada”. Es más, “fuera de este campo el facultativo no debería colaborar porque corre el riesgo de ser maleficiente”.

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