Indemnizan el óbito de un paciente dado de alta con un neumotórax

La entidad gestora gallega ha dictado una resolución administrativa en la que reconoce mala praxis al haber dado de alta a un paciente que tenía un neumotórax. Ello provocó que semanas más tarde falleciera a causa del déficit asistencial producido.

Diego Carrasco. Madrid | 10/05/2017 13:20

Cipriano Castreje, abogado que colabora con El Defensor del Paciente. (DM)

El Servicio Gallego de Salud (Sergas) ha dictado una resolución por la que indemniza con 24.000 euros a los familiares de un paciente que falleció tras haber sido de alta con un neumotórax. La entidad gestora reconoce que "el médico del servicio de Urgencias erró en la valoración del estudio radiológico del tórax al no apreciar dicha patología".

Según la reclamación presentada por Cipriano Castreje, abogado que colabora con El Defensor del Paciente, en enero de 2014, el enfermo quedó ingresado a consecuencia de una infección respiratoria. Fue dado de alta 20 días más tarde. La familia solicitó al cuadro médico que lo trasladaran a otro centro hospitalario, ya que había sido trasplantado de pulmón en ese hospital y lo conocían bien. Los facultativos denegaron la petición.

Días después de haber sido dado de alta, el estado de salud del paciente se agravó al sufrir un neumotórax. Rápidamente se desplazó a Urgencias de otro centro hospitalario de La Coruña donde los médicos comentaron: "Esto no puede ser; cómo le dieron de alta con el neumotórax que padecía". Tras una radiografía fue intervenido de urgencia para hacerle un drenaje. Días más tarde el enfermo falleció por una infección hospitalaria.

La reclamación acusa al Sergas de un error de diagnóstico, en el tratamiento y un alta prematura del paciente. La entidad gestora asume su parte de culpa al indemnizar a los familiares del enfermo con 24.000 euros por pérdida de oportunidad terapéutica. La resolución señala que el paciente no recibió el tratamiento adecuado que se le debería haber suministrado y fue remitido a su domicilio, lo que supuso el mantenimiento durante varios días con una situación respiratoria con taquipnea e hipoxia. Asimismo, se objetivó un deterioro de la saturación de oxígeno basal. Este contexto contribuyó a que el enfermo inmunodeprimido falleciera a causa de una grave infección. Con todo, existió un déficit asistencial.