La evaluación continua debe incluir factores correctivos

El presidente de la Agencia de Calidad y Evaluación Sanitarias de Cataluña cree que las decisiones deben refrendarse con datos.

Miguel Ramudo. Barcelona | dmredaccion@diariomedico.com | 05/07/2017 00:00

Joan-Pere Cardona, presidente de la Agencia de Calidad y Evaluación Sanitarias de Cataluña. (jaume cosialls)

Más de 500 millones de euros. Esta ha sido la cifra de la inversión realizada en centros de investigación biomédica e institutos de investigación sanitaria en Cataluña entre los años 2014 y 2015. Así lo refleja el último informe de la Agencia de Calidad y Evaluación Sanitarias de Cataluña (Aquas, por sus siglas en catalán). Otro dato a destacar es el incremento de un 3,5 por ciento en la inversión realizada por la Generalitat, pero al mismo tiempo la capacidad de captar recursos competitivos de los centros aumentó un 26 por ciento y la de no competitivos, un 10.

En el informe se destaca también que por cada euro que invierte la Generalitat en los centros de investigación biomédica, estos logran captar cuatro más. Unos datos que hablan de una evolución positiva tras los años más duros de la crisis. La recuperación se está notando también en la recuperación en el número de personal contratado dedicado a la investigación.

Joan-Pere Cardona es el presidente de la Aquas desde abril de este mismo año. Aunque ya formaba parte del organismo como vocal del consejo, en este tiempo ha podido profundizar en las diferentes labores que se llevan a cabo y valorar mejor el trabajo de esta agencia de evaluación. "Me ha sorprendido el grado de implicación que hay entre los diferentes equipos sanitarios para darle un buen servicio al ciudadano a nivel asistencial. Hay mucho interés para crear herramientas innovadoras".

Una agencia pionera

La Aquas inició su andadura en el año 1999. Desde entonces ha ido creciendo y labrándose un prestigio basado en un trabajo fundamentado en la evidencia de los datos. Esto ha servido para que esta agencia de evaluación haya logrado convertirse en un centro de referencia y con un gran valor en el sistema. "Lo que da sentido a la Aquas es que cualquier acción que se genere dentro del sistema tiene que ser evaluada en base a los resultados. Y si no funciona, pues no funciona. Que un sistema público lleve a cabo una actuación no debería validarla automáticamente; es necesario que sea refrendada con datos".

La inversión en centros de investigación se ha incrementado en 100 millones de euros entre 2014 y 2015 en Cataluña, según Aquas.

El trabajo de la agencia está en continuo crecimiento, ante la necesidad de afrontar los nuevos retos que una sociedad en constante cambio produce. Así, uno de los proyectos en los que se está trabajando es el de la reutilización de datos y mejorar su gestión. Para eso se ha puesto en marcha el programa Padris, que en colaboración con los centros públicos busca la posibilidad de cruzar en tiempo real las bases de datos de los pacientes. Una herramienta que Cardona considera esencial para la investigación.

También se centra la agencia en la mejora de la gestión de los recursos. Aunque los datos ofrecidos por la Central de Datos de Aquas hablan de una mejoría en este sentido, es cierto que todavía es necesario cuidar y mucho de a dónde se destinan los fondos.

Capacidad reguladora

Son muchas las agencias de evaluación en nuestro país que se quejan de que su trabajo es meramente informativo, y ponen como un ejemplo a seguir el Instituto Nacional de Salud y Cuidados de Excelencia del Reino Unido (NICE en inglés), cuyas decisiones son vinculantes para los centros. Sobre este asunto, Cardona considera que el modelo de la Aquas, a pesar de carecer de capacidad reguladora, ha sabido adaptarse.

Para ello considera fundamental el grado de implicación que se ha logrado de todos los estamentos implicados. "Es el tema de bottom-up y el up-bottom. Si tú una cosa la quieras imponer desde arriba, pues tienes un éxito siempre limitado. En cambio, si implicas desde la base e incluso das protagonismo a los equipos de primaria para que hagan sus propuestas y lo fortalezcan con evidencias científicas, pues esto te permite asegurar el éxito en este tipo de actuación. La idea es poder trabajar desde la base, para que estas mejoras pues se puedan ya ir incorporando".

Para Cardona, la metodología de trabajo de la Aquas, en la cual las acciones salen de la misma base, es uno de los puntos clave para que este tipo de recomendaciones salgan espontáneamente desde el profesional. "Y por tanto yo creo que esto es lo que nos dará este valor transformativo que quiere hacer la Aquas para que el sistema sea mejor".

La Central de Resultados es una de las actuaciones que más visibilidad le da a la Aquas, y en los últimos años lo que se ha intentado es que esta cada vez sea más transparente. De hecho, cualquier ciudadano puede entrar (en la web) y ver todas las evaluaciones (también centro por centro). "Hay esta acción transformadora de base en la práctica, en la que hay una implicación muy importante a nivel de los profesionales. Pero, por otro lado, tienes el resultado, la evaluación, que sería esta Central de Resultados, y que evidentemente es el termómetro de cómo funcionas. Es como el fin de curso; son las notas".

Resultados transparentes

Y en este asunto la transparencia adquiere una especial relevancia. Para Cardona, se trata de un término este muy exigente conceptualmente. "Nunca hay suficiente transparencia, por mucho que tú quieras es un concepto que se debe trabajar día a día para que sea efectivo. Por tanto, la idea es que siempre hemos de trabajar para que este concepto sea real, lo más real posible".

Evaluar los resultados es una herramienta imprescindible para asegurar la eficacia. Esto adquiere especial relevancia cuando se habla de dinero público y así lo entiende Cardona. Para el presidente de la Aquas, el sector público debería entender esta evaluación como una máxima prioridad que sirva como un instrumento de corrección.

"En la experimentación, cuando ha fracasado una hipótesis, te das cuenta de que hay factores que no has tenido en cuenta, o que hay cosas que no funcionan en realidad, y que por tanto has de cambiar el planteamiento. Por tanto, nos tendríamos que acostumbrar dentro del sector público a esta constante evaluación. Pero si fracasa no es un fracaso político, que a veces se politiza mucho todo. Tendría que haber incluso un catálogo de acciones que han fracasado, que fuera público, para enseñar o para poder divulgar y poder compartir con otros sistemas para decir: "No hagáis esto porque te os va a salir mal", concluye Cardona.