"Anteponer intereses políticos a los del SNS es irresponsable"

Aunque admite que el "problema catalán" afecta a todo el contexto político, el presidente de la OMC, Serafín Romero, matiza que la parálisis del SNS viene "de mucho antes". La OPE nacional y la tramitación de normas clave son fundamentales para él en este inicio del curso político.

Francisco Goiri. Madrid | 11/09/2017 00:00

Serafín Romero, presidente de la OMC, analiza para DM las claves del nuevo curso político. (Mauricio Skrycky)

Apenas lleva siete meses presidiendo el Consejo General de la Organización Médica Colegial (OMC) y afronta un "convulso" comienzo de curso político, en el que los colegios, como agentes sanitarios de primera línea, tienen mucho que decir. La agenda de Serafín Romeropara los próximos meses tiene marcados en rojo varios temas que él tilda de "absolutamente prioritarios": el desarrollo de la OPE nacional, la reapertura del debate sobre la delimitación de competencias entre médicos y enfermeros, la definitiva puesta en marcha de varias "normas clave para el funcionamiento del SNS" (registro profesional, decretos de gestión clínica y troncalidad, baremo de daños sanitarios, decreto de desarrollo profesional)... y todo ello teñido por el insoslayable conflicto político entre Cataluña y el Gobierno central, "que ahonda la parálisis en la que está sumida la negociación sanitaria desde hace año y medio. Es obvio que el problema catalán influye en todo el contexto político, pero, no nos engañemos, sin Cataluña la parálisis negociadora que vive el SNS seguiría existiendo".

Precisamente, las reticencias de Cataluña a participar en la OPE nacional inquieta a Romero, "porque esta oferta de empleo no puede sufrir retrasos por motivos políticos, ni por la tentación de alguien de ir por libre. El objetivo único de todos tiene que ser atajar la inestabilidad laboral, una situación que ya venía coja y que se ha agravado mucho con la crisis económico-financiera: en apenas unos años, la tasa de inestabilidad en el SNS ha pasado de un 7 a más de un 30 por ciento. Es evidente que lo que más nos preocupa es la demora en el desarrollo de la OPE extraordinaria, pero las autonomías reticentes a participar en ella deberían plantearse el peligro de que, en breve, tengan que afrontar una fuga de profesionales".

"El ministerio debe asumir el liderazgo que le corresponde, y aún tiene mucho margen para hacerlo"

El presidente de la OMC recuerda que "una cosa es el debate político y otra el profesional. Los médicos, y los profesionales sanitarios en general, quieren estabilidad y llevan años pidiendo a sus administraciones que pongan en marcha los mecanismos necesarios para conseguirla. Mira por donde, ahora, un gran acuerdo entre los sindicatos de clase y el Ministerio de Hacienda va a permitir que las autonomías, de una vez por todas, den un listado de las vacantes existentes en sus plantillas y que afloren muchas plazas estructurales encubiertas. Cualquier intento de anteponer otros intereses a esta gran demanda de los profesionales, a los intereses del SNS, es una irresponsabilidad. Las trabas de Cataluña a la OPE o los problemas surgidos en los últimos días en Baleares con la exigencia idiomática no hacen más que contaminar el debate profesional con factores ajenos a él. Aquí, el Ministerio de Sanidad debe asumir el papel de liderazgo que le corresponda y nosotros, como organización, vamos a ir de la mano del ministerio y del Consejo Interterritorial".

Débates estériles

Aun siendo un tema capital, el presidente de la OMC insiste en que el problema catalán no puede ser la eterna coartada. "En el ámbito sanitario, llevamos meses y meses de retraso en la tramitación de decretos que emanaron del acuerdo que suscribimos en su día con el Gobierno de Mariano Rajoy. Entre la repetición electoral, la ausencia de mayorías, los problemas internos de algunos partidos o la moción de censura al Gobierno, no se avanza en temas tan importantes como el registro de profesionales o el desarrollo profesional continuo que nos exige la UE".

Y eso tiene, o debería tener, según él, un coste político: "Yo puedo desarrollar leyes maravillosas, pero, si no las saco adelante, debería plantearme dimitir o convocar elecciones. No me estoy metiendo con nadie, porque me consta que la acción de Gobierno no es fácil, pero el ministerio tiene todavía mucho margen de maniobra en temas fundamentales".

"Si estamos de acuerdo en el modelo, la única duda es cuánto hay que poner para que siga siendo competitivo"

Y entre esos temas, cita la financiación del SNS y "el eterno" debate del pacto sanitario. "Creo que es hora de dejarnos de debates estériles. Ese pacto sólo tiene dos pilares clave: ¿Estamos de acuerdo con el modelo sanitario actual? Si la respuesta es que sí, y espero que lo sea, sólo hay otra pregunta: cuánto dinero hay que poner y en qué condiciones para que el SNS siga siendo competitivo".

Además del baremo de daños sanitarios, Romero querría que se aprobase antes del fin de su mandato la ley nacional de atención médica al final de la vida. El primer paso, según él, es desligar esa norma de una hipotética ley sobre la eutanasia, "porque hablar de eutanasia no es hablar de los médicos, ni es un debate médico. Será un debate social, jurídico, político..., lo que se quiera, pero no es un debate exclusivamente médico. Y si no tenemos unos cuidados paliativos de calidad, podemos alimentar la tentación de pedir que haya una salida anticipada bajo el nombre de eutanasia".

Renovación estatutaria

En clave interna, la renovación de los estatutos de la OMC y la actualización del Código Deontológico marcan este inicio de curso. La delimitación de competencias (del Consejo General, los consejos autonómicos y los colegios provinciales) y el modelo de financiación interno son, según él, los dos grandes debates de la reforma estatutaria.

En materia competencial, Romero recuerda que "ésta es una organización de colegios provinciales, no un consejo federal de consejos autonómicos, y cada uno de esos colegios es una corporación de derecho público con todas las capacidades. Las competencias de los colegios y del Consejo General están perfectamente delimitadas y fijadas por ley, y las que pueden entrañar más complejidad son las autonómicas, porque los consejos sustraen competencias al Consejo General, pero, sobre todo, a sus colegios provinciales".

"Sin cuidados paliativos de calidad podemos alimentar la tentación de pedir salidas anticipadas como la eutanasia"

En el capítulo financiero, admite que hay dos consejos (el catalán y el andaluz) que han pedido una revisión del modelo actual, "y en el momento en que dos lo consideran el debate se abre de forma automática. Esta casa no se cierra a ningún debate y el financiero es, sin duda, un tema clave".

La revisión del Código Deontológico aprobado en 2011 es "obligada" para incluir temas como la maternidad subrogada o el comportamiento del médico en redes sociales. El rechazo de la Asamblea General al informe que la Comisión Central de Deontología hizo sobre el primer tema vino motivado por que "la Asamblea entendió que no había un gran consenso para sacar un pronunciamiento formal y también porque el borrador de la Deontológica era mejorable, incluso desde el punto de vista jurídico: la Asamblea consideró que no se había tenido en cuenta la Ley de Protección del Menor, y que esta ley podía afectar al contenido del borrador y modificarlo. Aun así, no vamos a dejar de afrontar este debate y, de hecho, el Colegio de Badajoz presentará en el Congreso de Derecho Sanitario un trabajo que dará pie a que haya una postura definida de la casa".