lunes, 11 de septiembre de 2017

Condena por omitir pruebas complementarias ante un cuadro vírico dudoso - DiarioMedico.com

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JUZGADO CIVIL DE BARCELONA

Condena por omitir pruebas complementarias ante un cuadro vírico dudoso

La sentencia recrimina al cuadro médico el óbito de una paciente por una miocarditis aguda. Apunta que no se realizaran estudios microbiológicos para averiguar la etiología infecciosa que presentaba.
Diego Carrasco. Madrid   |  07/09/2017 14:00


Cipriano Castreje
Cipriano Castreje, abogado que colabora con El Defensor del Paciente. (DM)
El Juzgado de Primera Instancia número 30 de Barcelona ha condenado a la aseguradora de un servicio público de salud a pagar a los familiares de una paciente una indemnización de 385.000 euros por la mala praxis médica que influyó en su fallecimiento. La sentencia acusa al cuadro médico de que no se practicaran pruebas complementarias ante la existencia de un cuadro vírico dudoso, ya que se limitó a intervenirla de apendicitis aguda.
Los hechos probados corresponden a una paciente, de 34 años, que ingresó en Urgencias con dolor abdominal a nivel del flanco derecho desde por la mañana, sin signos de irritación peritoneal, tos seca, náuseas y temperatura de 38,4 grados. Al día siguiente fue examinada por Cirugía, que diagnosticó posible apendicitis aguda. Horas más tarde fue intervenida quirúrgicamente. Durante el postoperatorio la enferma tenía dolores, náuseas sin vómitos e hipotensa. Los fármacos aplicados no hicieron efecto porque persistía la sensación de malestar.
El cuadro clínico seguía evolucionando desfavorablemente y un día después sufrió una parada cardiorrespiratoria. El informe de la autopsia concluyó que la paciente falleció por una "miocarditis aguda linfocitaria aguda".
La sentencia considera que la asistencia médica prestada fue deficiente y no ajustada a la lex artis. Se advierte un "error de diagnóstico que influyó en el tratamiento y una cirugía inadecuada porque no se pusieron todos los medios posibles". La paciente fue operada de una patología que no tenía.
El juzgado catalán explica que la enferma presentaba una linfopenia importante que podía ser indicativa de una infección viral o de una sepsis grave inicial que requería antibioterapia empírica inicial precoz y resucitación con fluidoterapia agresiva. Uno de los informes periciales, aceptados por el juez, señala que "una miocarditis aguda se debe sospechar en una paciente joven que se presenta con alteraciones cardiológicas no claramente explicadas".
El fallo comparte los razonamientos de Cipriano Castreje, abogado que colabora con El Defensor del Paciente, al señalar que ante la existencia objetiva de linfopenia "no consta la realización de estudios microbiológicos que permitieran averiguar la etiología probablemente infecciosa del cuadro que presentaba la enferma". Es más, a pesar de la fiebre constante "tampoco se realizó un hemocultivos ni una PCR para buscar los agentes patógenos, toda vez que las pruebas de imagen no eran concluyentes" y arrojaban resultados que no se correspondían con una apendicitis aguda. En este sentido, la sentencia señala que se omitieron algunos de los medios disponibles y la cirugía se llevó a cabo para descartar esa patología.

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